El coronel en jefe del condado de De Soto, Billy Locke, dijo que Woolridge falleció mientras estaba bajo cuidado casero de una condición cardiaca crónica. "Había estado enfermo por bastante tiempo, cerca de un año", dijo la madre de Wooldridge, Mattie Woolridge, a Melissa Isaacson, de ESPNChicago.com.
"Durante ese tiempo, tuvo dos infartos cardiacos y no pudo mantener un trabajo por su condición".
Woolridge, de 6'9" de estatura, fue la sexta selección de los Chicago Bulls en la primera ronda del sorteo de 1981, luego de ser protagonista de Notre Dame en colegio y de Mansfield High School en la secundaria en Luisiana.
Conocido por sus clavadas de altos vueltos y su habilidad para recuperar pases altos en cancha abierta, Woolridge jugó para los Bulls, Los Angeles Lakers, New Jersey, Philadelphia, Denver Milwaukee y Detroit, y también dirigió a Los Angeles Sparks en la WNBA. Promedió 16,0 puntos por juego en más de 28 minutos, emergiendo como una bujía ofensiva independientemente si salía del banco o si estaba en el cuadro abridor.
"Me gustaba cuando el juego se iba en transición, arriba y abajo en la cancha, con Magic Johnson pendiente al hombre abierto", dijo Wolridge al narrador Chick Hearn poco después de unirse a los Lakers en 1988. "Me emociona cuando comenzamos a jugar de esa manera. Esa es la forma en que amo jugar".
Participó en uno de los más grandes concursos de clavadas de todos los tiempos en 1985, compitiendo frente a Michael Jordan, Dominique Wilkins y Julius Erving, entre otros, y promedió 22,9 puntos para los Bulls en 1984-85, el último jugador que lideró a Chicago en puntos antes de la era de Michael Jordan.
"Era una buena persona", dijo el asistente de los Timberwolves, T.R. Dunn, quien jugó con Woodrige por una temporada en Denver. "Era un buen jugador ofensivo, atlético, podía corer la cancha y anotar. Tuvo una carrera bastante sólida. Un jugador divertido y atlético. Son malas noticias".
Woolridge fue suspendido por violar la política de sustancias en 1987 y pasó tiempo en una instalación de tratamiento.
"Obviamente, era bien, bien talentoso", dijo Jim Paxson, vicepresidente de operaciones de los Bulls. "Tenía fuerza y atleticismo. Cuando jugábamos juntos en Notre Dame, como armador, yo sabía que podía tirar la bola en cualquier punto cerca del canasto y que él sería capaz de agarrarla y hacer algo con ella".
"Es una historia triste porque a fin de cuentas, Orlando era un buen tipo al que le gustaba reir y divertirse, pero todos saben los demonios con los que batallo durante su vida. Todos somos seres humanos, todos tenemos debilidades, pero aun asi tuvo una gran carrera. Era un tipo talentoso.
Woolridge regresó de su suspensión para jugar ocho temporadas más en la liga, su última con los Sixers en 1993-94. Un anotador hasta el final, promedio 12,7 puntos por juego en 26 minutos durante su última temporada.
Tras finalizar su carrera en la NBA, Woolridge paso sus últimas dos temporadas jugando profesionalmente en Italia.
Uno de los momentos definitorios de Woolridge vino como 'senior' en Notre Dame en 1981, cuando anotó un canasto en el último segundo para vencer a Virginia y a Ralph Sampson en televisión nacional, terminando con la racha de 28 triunfos corridos de los Cavaliers. Wolridge promedió 10,6 puntos en 109 partidos en Notre Dame, guiando a los Fighting Irish a llegar al torneo de la NCAA en cada una de sus cuatro temporadas, incluyendo el Final Four en su año de 'freshman' en 1978.
Le sobreviven tres hijos Zachary, Renaldo y Tiana; sus padres, Mattie y Larnceen y su hermana, Dr. Vanessa Woolridge Duplessis.
"Durante ese tiempo, tuvo dos infartos cardiacos y no pudo mantener un trabajo por su condición".
Woolridge, de 6'9" de estatura, fue la sexta selección de los Chicago Bulls en la primera ronda del sorteo de 1981, luego de ser protagonista de Notre Dame en colegio y de Mansfield High School en la secundaria en Luisiana.
Conocido por sus clavadas de altos vueltos y su habilidad para recuperar pases altos en cancha abierta, Woolridge jugó para los Bulls, Los Angeles Lakers, New Jersey, Philadelphia, Denver Milwaukee y Detroit, y también dirigió a Los Angeles Sparks en la WNBA. Promedió 16,0 puntos por juego en más de 28 minutos, emergiendo como una bujía ofensiva independientemente si salía del banco o si estaba en el cuadro abridor.
"Me gustaba cuando el juego se iba en transición, arriba y abajo en la cancha, con Magic Johnson pendiente al hombre abierto", dijo Wolridge al narrador Chick Hearn poco después de unirse a los Lakers en 1988. "Me emociona cuando comenzamos a jugar de esa manera. Esa es la forma en que amo jugar".
Participó en uno de los más grandes concursos de clavadas de todos los tiempos en 1985, compitiendo frente a Michael Jordan, Dominique Wilkins y Julius Erving, entre otros, y promedió 22,9 puntos para los Bulls en 1984-85, el último jugador que lideró a Chicago en puntos antes de la era de Michael Jordan.
"Era una buena persona", dijo el asistente de los Timberwolves, T.R. Dunn, quien jugó con Woodrige por una temporada en Denver. "Era un buen jugador ofensivo, atlético, podía corer la cancha y anotar. Tuvo una carrera bastante sólida. Un jugador divertido y atlético. Son malas noticias".
Woolridge fue suspendido por violar la política de sustancias en 1987 y pasó tiempo en una instalación de tratamiento.
"Obviamente, era bien, bien talentoso", dijo Jim Paxson, vicepresidente de operaciones de los Bulls. "Tenía fuerza y atleticismo. Cuando jugábamos juntos en Notre Dame, como armador, yo sabía que podía tirar la bola en cualquier punto cerca del canasto y que él sería capaz de agarrarla y hacer algo con ella".
"Es una historia triste porque a fin de cuentas, Orlando era un buen tipo al que le gustaba reir y divertirse, pero todos saben los demonios con los que batallo durante su vida. Todos somos seres humanos, todos tenemos debilidades, pero aun asi tuvo una gran carrera. Era un tipo talentoso.
Woolridge regresó de su suspensión para jugar ocho temporadas más en la liga, su última con los Sixers en 1993-94. Un anotador hasta el final, promedio 12,7 puntos por juego en 26 minutos durante su última temporada.
Tras finalizar su carrera en la NBA, Woolridge paso sus últimas dos temporadas jugando profesionalmente en Italia.
Uno de los momentos definitorios de Woolridge vino como 'senior' en Notre Dame en 1981, cuando anotó un canasto en el último segundo para vencer a Virginia y a Ralph Sampson en televisión nacional, terminando con la racha de 28 triunfos corridos de los Cavaliers. Wolridge promedió 10,6 puntos en 109 partidos en Notre Dame, guiando a los Fighting Irish a llegar al torneo de la NCAA en cada una de sus cuatro temporadas, incluyendo el Final Four en su año de 'freshman' en 1978.
Le sobreviven tres hijos Zachary, Renaldo y Tiana; sus padres, Mattie y Larnceen y su hermana, Dr. Vanessa Woolridge Duplessis.
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