DETROIT -- Los Tigres invirtieron el mes pasado US$214 millones para agregar lo que puede ser el bateador zurdo de más poder que el Comerica Park ha visto. Al mismo tiempo, el presidente y gerente general del equipo, Dave Dombrowski, señaló que los cuadrangulares no son necesariamente su batazo favorito.
Vale dar una explicación. Obviamente no se enfadará si ve un jonrón. Pero para un directivo que ha construido tres equipos que han jugado en espaciosos estadios, su hit favorito es, apropiadamente, un doble por los canales. Y a pesar de la presencia de Prince Fielder junto al venezolano Miguel Cabrera, los Tigres reflejan lo que le gusta a Dombrowski.
"Claro que me gustaría ver un jonrón de oro", expresó Dombrowski, "pero por mi experiencia, si das dobletes, estás conectando con frecuencia pelotas hacia los canales. Y eso significa que tu swing sigue siendo el mismo y que no es para halar la bola. He visto muchos muchachos en sus carreras hacer más de la cuenta, y es de comprenderse porque ahora el enfoque está en el poder. Pero algunos muchachos no deberían tratar de ser bateadores de poder, cuando lo intentan, te das cuenta de que su promedio comienza a bajar, sus dobles disminuyen, sus vuelacercas aumentan, pero el club no tiene mucho éxito. Así que para mí, si puedes conectar dobles a los canales, eres un mejor conjunto".
Detroit en una ocasión tuvo toleteros que pensaban solamente en jonrones cuando jugaban en el Tiger Stadium. El equipo de 1991 ganó 84 compromisos con una alineación que incluía a Rob Deer, Pete Incaviglia y Mickey Tettleton para complementar al cañonero Cecil Fielder después de éste surgir con una campaña de 51 bambinazos. El club produjo cuatro de los siete líderes en ponches de la Liga Americana esa campaña. Aquella edición de los felinos encabezó el Joven Circuito en jonrones por 32 y en ponchetes recibidos por 142.
Los Tigres de 1996 se abanicaron 1,268 veces -- un total que tardó 11 años para ser superado en la Liga Americana -- lo que los llevó a 109 derrotas. Detroit lideró el Joven Circuito en ponches durante seis temporadas consecutivas, y terminó primero en jonrones en cinco de ellas. Por eso estaban hechos para el estadio que ocupaban.
Y después se mudaron al Comerica Park, donde no muchos iban a volarse la cerca. Los Tigres solamente han sido primeros en la Liga Americana en ponches una vez desde entonces, y eso fue en el 2003, cuando el equipo perdió 119 encuentros. En los 10 años bajo el mando de Dombrowski han podido agregar bateadores más completos, por medio de transacciones a nivel de Grandes Ligas y por medio del draft amateur, en lugar de concentrarse en poder.
El mayor refuerzo de Detroit el año pasado, el venezolano Víctor Martínez, empujó 103 carreras a pesar de conectar apenas 12 cuadrangulares, principalmente debido a que igualó la mayor cantidad de su carrera en dobles con 40. Los Tigres agregaron un líder en jonrones con el también venezolano Miguel Cabrera, pero éste sobresale por su bateo general de poder y no por simplemente dar cuadrangulares. Sus vuelacercas salen tan fácil por la banda contraria como por el jardín izquierdo.
"Prince Fielder es esa misma clase de bateador", señaló Dombrowski, "porque no tiene que esforzarse para halar la bola. Puede hacer eso, pero también sabe batear por todo el terreno. Si te das cuenta, la mayoría de sus jonrones son por la banda opuesta".
El año pasado Fielder conectó exactamente la mitad de sus 38 cuadrangulares hacia el centro del terreno, según baseball-reference.com, en comparación con los 15 cañonazos hacia jardín derecho y los cuatro que conectó a la banda opuesta.
Con la cantidad de turnos al bate que tiene, los dobles de Fielder no son en enormes cantidades. No ha pegado más dobletes que jonrones en una temporada desde su campaña de novato en el 2006, aunque sus 36 dobles el año pasado en Milwaukee estuvieron cerca -- y por eso, en parte, tuvo un promedio de .299.
Un tercio de esos dobles fueron hacia el jardín izquierdo, según baseball-reference.com. Otros 15 fueron a la pradera central, en comparación con nueve hacia el bosque derecho.
Será interesante ver si el estilo de juego de Fielder y esas estadísticas cambian con el paso a un estadio diferente. En su carrera tiene promedio de sólo .213 en el Petco Park de San Diego, otro estadio famoso por sus inmensos canales, pero bateó de 35-9 -- con tres dobletes y un cuadrangular -- en las últimas tres temporadas cuando visitó ese estadio.
Lo más importante podría ser los bateadores que lo rodean. Por ejemplo, Cabrera tiene 93 dobles en los últimos dos años, más de la mitad de ellos en la ruta. La mejor campaña en la carrera de Delmon Young fue en el 2010, principalmente guiada por sus 46 dobletes. Brennan Boesch, a pesar de su gran poder, ha tenido más éxito con los dobles.
"Reitero, me encantaría contar con 50 jonrones", dijo Dombrowski. "Pero quieres que ese jugador sea productivo. No me gusta la clase de bateador con la mentalidad de todo o nada. Eso es lo que quiero decir".
"He visto a peloteros que han pegado 35 jonrones y han remolcado solamente 70 carreras. Eso no es lo ideal. Si conecta de 30 a 35 cuadrangulares, quieres que empuje al menos 100".
"Claro que me gustaría ver un jonrón de oro", expresó Dombrowski, "pero por mi experiencia, si das dobletes, estás conectando con frecuencia pelotas hacia los canales. Y eso significa que tu swing sigue siendo el mismo y que no es para halar la bola. He visto muchos muchachos en sus carreras hacer más de la cuenta, y es de comprenderse porque ahora el enfoque está en el poder. Pero algunos muchachos no deberían tratar de ser bateadores de poder, cuando lo intentan, te das cuenta de que su promedio comienza a bajar, sus dobles disminuyen, sus vuelacercas aumentan, pero el club no tiene mucho éxito. Así que para mí, si puedes conectar dobles a los canales, eres un mejor conjunto".
Detroit en una ocasión tuvo toleteros que pensaban solamente en jonrones cuando jugaban en el Tiger Stadium. El equipo de 1991 ganó 84 compromisos con una alineación que incluía a Rob Deer, Pete Incaviglia y Mickey Tettleton para complementar al cañonero Cecil Fielder después de éste surgir con una campaña de 51 bambinazos. El club produjo cuatro de los siete líderes en ponches de la Liga Americana esa campaña. Aquella edición de los felinos encabezó el Joven Circuito en jonrones por 32 y en ponchetes recibidos por 142.
Los Tigres de 1996 se abanicaron 1,268 veces -- un total que tardó 11 años para ser superado en la Liga Americana -- lo que los llevó a 109 derrotas. Detroit lideró el Joven Circuito en ponches durante seis temporadas consecutivas, y terminó primero en jonrones en cinco de ellas. Por eso estaban hechos para el estadio que ocupaban.
Y después se mudaron al Comerica Park, donde no muchos iban a volarse la cerca. Los Tigres solamente han sido primeros en la Liga Americana en ponches una vez desde entonces, y eso fue en el 2003, cuando el equipo perdió 119 encuentros. En los 10 años bajo el mando de Dombrowski han podido agregar bateadores más completos, por medio de transacciones a nivel de Grandes Ligas y por medio del draft amateur, en lugar de concentrarse en poder.
El mayor refuerzo de Detroit el año pasado, el venezolano Víctor Martínez, empujó 103 carreras a pesar de conectar apenas 12 cuadrangulares, principalmente debido a que igualó la mayor cantidad de su carrera en dobles con 40. Los Tigres agregaron un líder en jonrones con el también venezolano Miguel Cabrera, pero éste sobresale por su bateo general de poder y no por simplemente dar cuadrangulares. Sus vuelacercas salen tan fácil por la banda contraria como por el jardín izquierdo.
"Prince Fielder es esa misma clase de bateador", señaló Dombrowski, "porque no tiene que esforzarse para halar la bola. Puede hacer eso, pero también sabe batear por todo el terreno. Si te das cuenta, la mayoría de sus jonrones son por la banda opuesta".
El año pasado Fielder conectó exactamente la mitad de sus 38 cuadrangulares hacia el centro del terreno, según baseball-reference.com, en comparación con los 15 cañonazos hacia jardín derecho y los cuatro que conectó a la banda opuesta.
Con la cantidad de turnos al bate que tiene, los dobles de Fielder no son en enormes cantidades. No ha pegado más dobletes que jonrones en una temporada desde su campaña de novato en el 2006, aunque sus 36 dobles el año pasado en Milwaukee estuvieron cerca -- y por eso, en parte, tuvo un promedio de .299.
Un tercio de esos dobles fueron hacia el jardín izquierdo, según baseball-reference.com. Otros 15 fueron a la pradera central, en comparación con nueve hacia el bosque derecho.
Será interesante ver si el estilo de juego de Fielder y esas estadísticas cambian con el paso a un estadio diferente. En su carrera tiene promedio de sólo .213 en el Petco Park de San Diego, otro estadio famoso por sus inmensos canales, pero bateó de 35-9 -- con tres dobletes y un cuadrangular -- en las últimas tres temporadas cuando visitó ese estadio.
Lo más importante podría ser los bateadores que lo rodean. Por ejemplo, Cabrera tiene 93 dobles en los últimos dos años, más de la mitad de ellos en la ruta. La mejor campaña en la carrera de Delmon Young fue en el 2010, principalmente guiada por sus 46 dobletes. Brennan Boesch, a pesar de su gran poder, ha tenido más éxito con los dobles.
"Reitero, me encantaría contar con 50 jonrones", dijo Dombrowski. "Pero quieres que ese jugador sea productivo. No me gusta la clase de bateador con la mentalidad de todo o nada. Eso es lo que quiero decir".
"He visto a peloteros que han pegado 35 jonrones y han remolcado solamente 70 carreras. Eso no es lo ideal. Si conecta de 30 a 35 cuadrangulares, quieres que empuje al menos 100".
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