SEATTLE -- Los Marineros presentaron al recién adquirido cátcher venezolano Jesús Montero, junto a los jardineros Mike Carp y Michael Saunders, en su almuerzo anual antes de los entrenamientos en Seattle.
Pero el tema predominante fue un jugador del equipo que ni siquiera estuvo presente en la actividad: el jardinero venezolano Franklin Gutiérrez y su salud, específicamente los problemas estomacales que tanto lo limitaron la temporada pasada.
Gutiérrez fue uno de nueve jugadores que fueron a Seattle hace dos semanas para visitar al manager Eric Wedge y enseñarle dónde están en su progreso físico a un mes de los entrenamientos. El guardabosque parece estar listo para un repunte, luego de agregar 15 libras de músculo en este invierno.
Se veía muy bien", dijo Wedge, quien también dirigió a Gutiérrez en Cleveland, antes de que los Indios lo cambiaran a los Marineros en el 2009. "Está tan fuerte como en cualquier momento que lo he visto. Andaba por ese camino cuando (llegó a Seattle) y tuvo un buen año. Desde entonces le ha ido mal en muchas cosas-físicamente, mentalmente, todo.
"Dije, '¿Sabes qué? Ya no se te permite hacer eso. Tienes que volver al camino (positivo). No me importa lo de estar enfermo ni esto ni aquello. Necesitas volver al camino. Ve a casa (Venezuela), haz lo que tienes que hacer, vuelve y sé el pelotero que debes ser.'
"Y se vio muy bien", continuó Wedge. "Se sorprenderán mucho cuando lo vean. Está fuerte, se le ve una buena energía y espero cosas grandes de él. De verdad que sí."
Gutiérrez, de 28 años, sufrió lo que al final fue diagnosticado como el síndrome de colón irritable. Se perdió la mayor parte de los entrenamientos del 2011 y abrió la campaña regular en la lista de incapacitados. Cuando sí pudo jugar bateó apenas .224 con slugging de .273 en 92 partidos. Una lesión en un oblicuo le puso fin a su temporada en septiembre.
Los mismos problemas estomacales lo limitaron al final del 2010, cuando terminó con promedio de .245 pero ganó su primer Guante de Oro. Los Marineros quieren ver algo parecido al Gutiérrez del 2009, cuando el venezolano bateó .283 con 18 cuadrangulares y 70 empujadas, además de un slugging de .425.
El entrenador físico de Seattle, Rick Griffin, dijo que al final de la temporada Gutiérrez pesaba solamente 183 libras, pero que hace dos semanas estaba en 197.
"Todo lo que agregó fue músculo", afirmó Griffin. "Se ve increíble-lo mejor que ha lucido en dos años. Impresionó a todos con su agilidad y su fortaleza. Ya no tiene problemas con el estómago."
Griffin afirmó que afrontar el síndrome de colón irritado implica aprender cuáles tipos de comida puede consumirse, y que Gutiérrez ya tiene una mejor idea de ese proceso.
"Es algo grande el estar libre de esos problemas y poder entrenar durante toda la temporada baja", manifestó Griffin. "No podía comer ni levantar pesas el año pasado. Pero lleva 10 meses sin problemas. Esa es la mejor y más grande noticia de la temporada baja."
Gutiérrez fue uno de nueve jugadores que fueron a Seattle hace dos semanas para visitar al manager Eric Wedge y enseñarle dónde están en su progreso físico a un mes de los entrenamientos. El guardabosque parece estar listo para un repunte, luego de agregar 15 libras de músculo en este invierno.
Se veía muy bien", dijo Wedge, quien también dirigió a Gutiérrez en Cleveland, antes de que los Indios lo cambiaran a los Marineros en el 2009. "Está tan fuerte como en cualquier momento que lo he visto. Andaba por ese camino cuando (llegó a Seattle) y tuvo un buen año. Desde entonces le ha ido mal en muchas cosas-físicamente, mentalmente, todo.
"Dije, '¿Sabes qué? Ya no se te permite hacer eso. Tienes que volver al camino (positivo). No me importa lo de estar enfermo ni esto ni aquello. Necesitas volver al camino. Ve a casa (Venezuela), haz lo que tienes que hacer, vuelve y sé el pelotero que debes ser.'
"Y se vio muy bien", continuó Wedge. "Se sorprenderán mucho cuando lo vean. Está fuerte, se le ve una buena energía y espero cosas grandes de él. De verdad que sí."
Gutiérrez, de 28 años, sufrió lo que al final fue diagnosticado como el síndrome de colón irritable. Se perdió la mayor parte de los entrenamientos del 2011 y abrió la campaña regular en la lista de incapacitados. Cuando sí pudo jugar bateó apenas .224 con slugging de .273 en 92 partidos. Una lesión en un oblicuo le puso fin a su temporada en septiembre.
Los mismos problemas estomacales lo limitaron al final del 2010, cuando terminó con promedio de .245 pero ganó su primer Guante de Oro. Los Marineros quieren ver algo parecido al Gutiérrez del 2009, cuando el venezolano bateó .283 con 18 cuadrangulares y 70 empujadas, además de un slugging de .425.
El entrenador físico de Seattle, Rick Griffin, dijo que al final de la temporada Gutiérrez pesaba solamente 183 libras, pero que hace dos semanas estaba en 197.
"Todo lo que agregó fue músculo", afirmó Griffin. "Se ve increíble-lo mejor que ha lucido en dos años. Impresionó a todos con su agilidad y su fortaleza. Ya no tiene problemas con el estómago."
Griffin afirmó que afrontar el síndrome de colón irritado implica aprender cuáles tipos de comida puede consumirse, y que Gutiérrez ya tiene una mejor idea de ese proceso.
"Es algo grande el estar libre de esos problemas y poder entrenar durante toda la temporada baja", manifestó Griffin. "No podía comer ni levantar pesas el año pasado. Pero lleva 10 meses sin problemas. Esa es la mejor y más grande noticia de la temporada baja."
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