SEATTLE - El veterano receptor dominicano Miguel Olivo dijo que estaba contento de tener como nuevo compañero de equipo al joven cátcher venezolano Jesús Montero.
Olivo verá menos tiempo de juego con la llegada del aclamado prospecto de 22 años de edad, quien fue adquirido la semana pasada de los Yankees en un cambio por el derecho dominicano Michael Pineda. Pero si eso significa ganar más juegos, todo está bien para el hombre que encabezó a los Marineros con 19 jonrones y 62 carreras producidas la temporada pasada.
"No me sorprendió", admitió Olivo, quien entra en su última temporada de un contrato por dos años y $7 millones. "Compites todos los días a este nivel. Es un buen bateador y lo necesitamos. Escuché que va a jugar como BD y en la receptoría y que yo jugaré la mayoría de los partidos como cátcher, pero no lo estoy viendo de esa manera. Lo único que veo es que viene a ayudar al equipo a ganar".
El manager Eric Wedge dijo que Olivo llegará a los entrenamientos de primavera como el receptor No. 1, pero que tratará de encontrar la manera de que Montero tenga más turnos al bate en casi cada juego, ya sea como receptor o bateador designado. Y eso significa que Olivo probablemente verá mucho menos acción que los 130 encuentros y 477 turnos al bate que acumuló el año pasado, si todo sale como está planeado.
Wedge, ex receptor, recordó que toma tiempo para aprender la posición y planea dejar que Montero se desarrolle gradualmente detrás del plato.
Eso significa que Olivo y John Jaso, quien fue adquirido durante el receso de temporada en un canje con Tampa Bay, serán tomados en cuenta en la receptoría. Olivo, veterano de 10 años en Grandes Ligas, acepta la oportunidad de trabajar como mentor de Montero, pero también dijo que puede aprender del talentoso joven.
"Acabo de hablar con él y me dijo que estará junto a mi todo el tiempo", dijo Olivo, quien tomó parte junto a Montero en el primer día del Festival del Fanático de los Marineros el sábado. "Le dije que yo estaba abierto para ayudarle con todo lo que he aprendido en Grandes Ligas. Le dije, 'En los días en que tu estés detrás del plato, estaré observando de cerca lo que hagas mal. Y cuando batees, quizás aprenderé algo de ti' Nos ayudaremos mutuamente".
Montero viajará a Venezuela y permanecerá ahí por 10 días antes de reportarse a los entrenamientos primaverales el 10 de febrero en Peoria, Arizona.
"Ha sido grandioso", dijo el joven receptor, refiriéndose a la experiencia en el evento. "Esta es mi primera vez haciendo esto en mi carrera. Es bueno convivir con los aficionados y dejar que te conozcan más de cerca. Me siento contento por esto. Siento que ya me quieren aquí y ni siquiera he jugado un solo encuentro. Pero es muy divertido". Olivo bateó para .224 la temporada pasada con un porcentaje de embasarse de .253 y los Marineros quisieran ver una mejor producción del puesto de receptor, algo que Montero es capaz de proveer si cumple con las expectativas.
Pero dirigir el juego detrás del plato, trabajar con los pitchers, mantener a los corredores en las bases y ser lo suficientemente fuerte para atrapar detrás del plato noche tras noche son rasgos que necesitan desarrollarse gradualmente. Y Olivo, quien asegura estar en la mejor condición física de su carrera luego de entrenar en su residencia de Modesto, California, no tiene ningún problema en ayudarle al joven prodigio a madurar como receptor.
"Soy un compañero de equipo", expresó. "Si el equipo va a mejorar cuando él esté detrás del plato o cuando yo esté como receptor y él como bateador designado, sólo quiero ganar juegos. Quiero que todos estén contentos. Montero es un jovencito y tiene mucho que aprender, pero aprenderá. Porque tiene a (el coach) Roger Hansen y a mucha gente que lo va a ayudar.
"No me sorprendió", admitió Olivo, quien entra en su última temporada de un contrato por dos años y $7 millones. "Compites todos los días a este nivel. Es un buen bateador y lo necesitamos. Escuché que va a jugar como BD y en la receptoría y que yo jugaré la mayoría de los partidos como cátcher, pero no lo estoy viendo de esa manera. Lo único que veo es que viene a ayudar al equipo a ganar".
El manager Eric Wedge dijo que Olivo llegará a los entrenamientos de primavera como el receptor No. 1, pero que tratará de encontrar la manera de que Montero tenga más turnos al bate en casi cada juego, ya sea como receptor o bateador designado. Y eso significa que Olivo probablemente verá mucho menos acción que los 130 encuentros y 477 turnos al bate que acumuló el año pasado, si todo sale como está planeado.
Wedge, ex receptor, recordó que toma tiempo para aprender la posición y planea dejar que Montero se desarrolle gradualmente detrás del plato.
Eso significa que Olivo y John Jaso, quien fue adquirido durante el receso de temporada en un canje con Tampa Bay, serán tomados en cuenta en la receptoría. Olivo, veterano de 10 años en Grandes Ligas, acepta la oportunidad de trabajar como mentor de Montero, pero también dijo que puede aprender del talentoso joven.
"Acabo de hablar con él y me dijo que estará junto a mi todo el tiempo", dijo Olivo, quien tomó parte junto a Montero en el primer día del Festival del Fanático de los Marineros el sábado. "Le dije que yo estaba abierto para ayudarle con todo lo que he aprendido en Grandes Ligas. Le dije, 'En los días en que tu estés detrás del plato, estaré observando de cerca lo que hagas mal. Y cuando batees, quizás aprenderé algo de ti' Nos ayudaremos mutuamente".
Montero viajará a Venezuela y permanecerá ahí por 10 días antes de reportarse a los entrenamientos primaverales el 10 de febrero en Peoria, Arizona.
"Ha sido grandioso", dijo el joven receptor, refiriéndose a la experiencia en el evento. "Esta es mi primera vez haciendo esto en mi carrera. Es bueno convivir con los aficionados y dejar que te conozcan más de cerca. Me siento contento por esto. Siento que ya me quieren aquí y ni siquiera he jugado un solo encuentro. Pero es muy divertido". Olivo bateó para .224 la temporada pasada con un porcentaje de embasarse de .253 y los Marineros quisieran ver una mejor producción del puesto de receptor, algo que Montero es capaz de proveer si cumple con las expectativas.
Pero dirigir el juego detrás del plato, trabajar con los pitchers, mantener a los corredores en las bases y ser lo suficientemente fuerte para atrapar detrás del plato noche tras noche son rasgos que necesitan desarrollarse gradualmente. Y Olivo, quien asegura estar en la mejor condición física de su carrera luego de entrenar en su residencia de Modesto, California, no tiene ningún problema en ayudarle al joven prodigio a madurar como receptor.
"Soy un compañero de equipo", expresó. "Si el equipo va a mejorar cuando él esté detrás del plato o cuando yo esté como receptor y él como bateador designado, sólo quiero ganar juegos. Quiero que todos estén contentos. Montero es un jovencito y tiene mucho que aprender, pero aprenderá. Porque tiene a (el coach) Roger Hansen y a mucha gente que lo va a ayudar.
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