SAN LUIS - La primera maniobra importante de John Mozeliak como gerente general de los Cardenales ha dado muy buenos resultados.
En diciembre del 2007, apenas seis semanas después de que reemplazó a Walt Jocketty, Mozeliak envió al popular jardinero veterano Jim Edmonds a San Diego. El canje le dio más flexibilidad económica a los Cardenales, le abrió caminos a jugadores jóvenes y trajo a San Luis a un prospecto interesante pero no muy codiciado llamado David Freese.
Freese era un jugador en el cual los Cardenales estaban interesados; no fue incluido sólo de "relleno." Pero por más optimistas que pudieran haber estado, nadie en la gerencia del club pudo haber pronosticado lo que Freese hizo en octubre del 2011.
"Si el reconocimiento es parte de ganar un campeonato, lo acepto", dijo Freese.
Freese se ha afianzado como antesalista de los Cardenales, pero eso es solo parte del cuento. En el Juego 6 de la Serie Mundial del 2011, Freese dio lo que se puede catalogar como el batazo más importante en la historia de la franquicia: un jonrón de oro en el 11er inning que forzó un séptimo juego en el Busch Stadium y puso a San Luis en posición de ganar su 11er campeonato.
En espacio de un mes, Freese pasó de ser un contribuidor valioso una superestrella en San Luis. Fue el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y de la Serie Mundial.
Tras la partida del dominicano Albert Pujols, el oriundo de área metropolitana de San Luis es el jugador más conocido en su ciudad natal. A sus 28 años, es una de las piezas más importantes y sólidas de la defensa de San Luis y un bateador temible que ha estabilizado un puesto se encontraba en un estado de cambio constante desde que Scott Rolen fue canjeado en enero del 2008.
El conjunto espera que lo mejor esté por venir.
"No es que David Freese esté satisfecho con lo que ha sucedido y ahora se va a dormir en sus laureles," dijo el nuevo manager de los Cardenales, Mike Matheny. "Está muy motivado. Ha estado en el gimnasio todo el tiempo. Se ve muy bien. Por un rato se dejó llevar por el torbellino, pero esas cosas no suceden muy a menudo y no tiene nada de malo que lo haya disfrutado. Pero creo que ya ha cambiado su enfoque y que está emocionado por el 2012".
Cuando Freese fue adquirido de los Padres a sus 24 años, había pasado esta temporada en Clase A. Los Cardenales lo enviaron directo a Triple-A, un salto que manejó con aplomo.
Freese hizo el equipo en los entrenamientos del 2009, pero se perdió la mayor parte de la campaña debido a lesiones. En el 2010 no le fue mucho mejor, ya que se ganó el puesto de antesalista pero una vez más se lesionó. Cuando una fractura en un hueso de la mano lo entorpeció en la primera mitad del 2011, parecía que la mala suerte lo perseguía.
Esa idea pronto se esfumó. Freese conectó 37 remolcadas en 59 partidos en la segunda mitad y terminó la campaña con promedio de .297, porcentaje de embasarse de .350 y slugging de .441.
Luego llegó el mes de octubre. Freese se fue de 18-5 con un cuadrangular en la Serie Divisional. En la Serie de Campeonato, se fue de 22-12 en seis juegos para ayudar a los Cardenales a eliminar a los Cerveceros y ganar el banderín del Viejo Circuito. Y en la Serie Mundial contra Texas, se fue de 23-8 con cinco extrabases y siete remolcadas.
Pero no se trató sólo de los números. Fue el momento que eligió para encenderse que lo hizo un héroe. El bambinazo que dio en el Juego 6 vivirá por siempre en el recuerdo de San Luis, pero su doble productor en el Juego 7 también fue clave. Con ese batazo, empató el juego después de que los Rangers se habían ido arriba, lo cual preparó el escenario para la victoria de los Cardenales.
Quizás fue el comienzo de una gran carrera. Quizás fue sólo un mes bueno. Pero eso no importa por ahora. Aunque Freese no vuelva a entrar a una caja de bateo en Grandes Ligas, será recordado como un héroe de octubre por el resto de su vida.
"Fue una pequeña muestra," reconoció Mozeliak. "Pero tuvo un gran impacto en ésta".
"Si el reconocimiento es parte de ganar un campeonato, lo acepto", dijo Freese.
Freese se ha afianzado como antesalista de los Cardenales, pero eso es solo parte del cuento. En el Juego 6 de la Serie Mundial del 2011, Freese dio lo que se puede catalogar como el batazo más importante en la historia de la franquicia: un jonrón de oro en el 11er inning que forzó un séptimo juego en el Busch Stadium y puso a San Luis en posición de ganar su 11er campeonato.
En espacio de un mes, Freese pasó de ser un contribuidor valioso una superestrella en San Luis. Fue el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y de la Serie Mundial.
Tras la partida del dominicano Albert Pujols, el oriundo de área metropolitana de San Luis es el jugador más conocido en su ciudad natal. A sus 28 años, es una de las piezas más importantes y sólidas de la defensa de San Luis y un bateador temible que ha estabilizado un puesto se encontraba en un estado de cambio constante desde que Scott Rolen fue canjeado en enero del 2008.
El conjunto espera que lo mejor esté por venir.
"No es que David Freese esté satisfecho con lo que ha sucedido y ahora se va a dormir en sus laureles," dijo el nuevo manager de los Cardenales, Mike Matheny. "Está muy motivado. Ha estado en el gimnasio todo el tiempo. Se ve muy bien. Por un rato se dejó llevar por el torbellino, pero esas cosas no suceden muy a menudo y no tiene nada de malo que lo haya disfrutado. Pero creo que ya ha cambiado su enfoque y que está emocionado por el 2012".
Cuando Freese fue adquirido de los Padres a sus 24 años, había pasado esta temporada en Clase A. Los Cardenales lo enviaron directo a Triple-A, un salto que manejó con aplomo.
Freese hizo el equipo en los entrenamientos del 2009, pero se perdió la mayor parte de la campaña debido a lesiones. En el 2010 no le fue mucho mejor, ya que se ganó el puesto de antesalista pero una vez más se lesionó. Cuando una fractura en un hueso de la mano lo entorpeció en la primera mitad del 2011, parecía que la mala suerte lo perseguía.
Esa idea pronto se esfumó. Freese conectó 37 remolcadas en 59 partidos en la segunda mitad y terminó la campaña con promedio de .297, porcentaje de embasarse de .350 y slugging de .441.
Luego llegó el mes de octubre. Freese se fue de 18-5 con un cuadrangular en la Serie Divisional. En la Serie de Campeonato, se fue de 22-12 en seis juegos para ayudar a los Cardenales a eliminar a los Cerveceros y ganar el banderín del Viejo Circuito. Y en la Serie Mundial contra Texas, se fue de 23-8 con cinco extrabases y siete remolcadas.
Pero no se trató sólo de los números. Fue el momento que eligió para encenderse que lo hizo un héroe. El bambinazo que dio en el Juego 6 vivirá por siempre en el recuerdo de San Luis, pero su doble productor en el Juego 7 también fue clave. Con ese batazo, empató el juego después de que los Rangers se habían ido arriba, lo cual preparó el escenario para la victoria de los Cardenales.
Quizás fue el comienzo de una gran carrera. Quizás fue sólo un mes bueno. Pero eso no importa por ahora. Aunque Freese no vuelva a entrar a una caja de bateo en Grandes Ligas, será recordado como un héroe de octubre por el resto de su vida.
"Fue una pequeña muestra," reconoció Mozeliak. "Pero tuvo un gran impacto en ésta".
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