El agente libre sería el segundo infielder que suman los Mets en las reuniones de invierno, después de adquirir al segunda base Neil Walker en un canje con los Piratas de Pittsburgh a cambio del zurdo Jon Niese.
"Intentamos armar un equipo con mucha flexibilidad, versatilidad y profundidad. Eso es lo que hacemos", dijo el subgerente general de los Mets, John Ricco.
Cabrera, un bateador ambidiestro de 30 años, conectó .265 con 15 jonrones y 58 remolcadas la temporada pasada con los Rays de Tampa Bay. El venezolano fue uno de los peores campocortos de las mayores a la defensiva, según estadísticas de Fangraphs.com.
Elegido en dos ocasiones al Juego de Estrellas, Cabrera tiene promedio de .267, con 102 cuadrangulares y 509 impulsadas en nueve años con Cleveland (2007-14), Washington (2014) y los Rays.
Las adquisiciones de Cabrera y Walker dan a los vigentes campeones de la Liga Nacional las variantes que buscan para su cuadro interior. Nueva York ya contaba con el panameño Rubén Tejada y el venezolano Wilmer Flores. Tanto Tejada como Flores pueden desempeñarse en la tercera base en caso de una ausencia de David Wright. El capitán del equipo se perdió buena parte de la pasada campaña al recibir un diagnóstico de estenosis espinal y no sabe cuántos días consecutivos puede jugar en el futuro.
Los Mets siguen en busca de relevistas, otro jardinero y, tras el cambio de Niese, un abridor que pueda cubrir una plaza en la rotación hasta que Zack Wheeler se incorpore a mitad de campaña tras someterse a una cirugía Tommy John.
"Creo que tenemos la capacidad de cumplir con los tres (deberes) si las piezas que nos gustan estén disponibles", dijo Ricco. "Tenemos los recursos para hacerlo. Tenemos el dinero para hacerlo".
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