Pekín. La comisión de evaluación del Comité Olímpico Internacional
finalizó este sábado su visita de cuatro días a Pekín, candidata a los
Juegos de Invierno de 2022, con la conclusión de que la ciudad es "muy
capaz" de celebrar ese evento, al que sólo aspiran la capital china y
Almaty (Kazajistán).
"Sin duda se nos ha mostrado que (Pekín) sería muy capaz de celebrar los JJOO de 2022", destacó en la clausura de la visita el ruso Alexander Zhúkov, jefe de la comisión de 19 miembros del COI, que el pasado mes de febrero ya viajó a Almaty.
Zhúkov, también presidente del Comité Olímpico Ruso, subrayó que en este viaje han podido comprobar el "profundo legado" que dejaron en la ciudad china los JJOO de Verano de 2008, algo que "puede notarse en el nivel de profesionalidad y conocimientos que tiene la candidatura de 2022".
Desde el pasado martes, la comisión ha visitado las instalaciones ya existentes y ha conocido los proyectos de construcción de otras nuevas en Pekín (que de ser elegida sólo acogería las pruebas de hielo) y en las estaciones invernales de Yanqing y Zhangjiakou, en las afueras septentrionales de la ciudad.
El gran argumento que Pekín ha dado al COI para ser elegida nuevamente para unos JJOO, pese a la relativa proximidad de los de 2008, es la gran oportunidad que representarían para difundir los deportes de invierno en un mercado tan grande como el chino.
El jefe de Estado chino, Xi Jinping, destacó en una reciente reunión con el presidente del COI, Thomas Bach, que unos JJOO de Invierno en 2022 extenderían la afición por el esquí y otras pruebas olímpicas relacionadas entre más de 300 millones de chinos.
La ciudad también ha tentado a la comisión del COI con el atractivo de celebrar pruebas de esquí alpino con la Gran Muralla de fondo, en Yanqing, y ha intentado quitar hierro al gran hándicap de la candidatura, la contaminación, con el argumento de que Pekín es capaz de reducirla en el plazo de siete años.
Otro aparente problema, la relativa lejanía entre las instalaciones de esquí y Pekín (Zhangjiakou, que sería sede del esquí nórdico y los saltos, está a 200 kilómetros de la capital) se resolvería con la futura construcción de vías de alta velocidad.
La comisión del COI publicará el próximo 1 de junio un informe en el que analizará los pros y contras de Almaty y Pekín, y la institución con sede en Lausana (Suiza) decidirá la candidatura definitiva a 2022 en su asamblea del próximo 32 de julio en Kuala Lumpur (Malasia).
Sea cual sea la ciudad elegida, se consolidará el "giro a Asia" del movimiento olímpico tras Río 2016, ya que ese continente está asegurado como sede en 2022 y también en las Olimpiadas invernales de 2018 (que serán en Pyeongcheang, Corea del Sur) y en las estivales de 2020, a celebrar en Tokio. EFE
"Sin duda se nos ha mostrado que (Pekín) sería muy capaz de celebrar los JJOO de 2022", destacó en la clausura de la visita el ruso Alexander Zhúkov, jefe de la comisión de 19 miembros del COI, que el pasado mes de febrero ya viajó a Almaty.
Zhúkov, también presidente del Comité Olímpico Ruso, subrayó que en este viaje han podido comprobar el "profundo legado" que dejaron en la ciudad china los JJOO de Verano de 2008, algo que "puede notarse en el nivel de profesionalidad y conocimientos que tiene la candidatura de 2022".
Desde el pasado martes, la comisión ha visitado las instalaciones ya existentes y ha conocido los proyectos de construcción de otras nuevas en Pekín (que de ser elegida sólo acogería las pruebas de hielo) y en las estaciones invernales de Yanqing y Zhangjiakou, en las afueras septentrionales de la ciudad.
El gran argumento que Pekín ha dado al COI para ser elegida nuevamente para unos JJOO, pese a la relativa proximidad de los de 2008, es la gran oportunidad que representarían para difundir los deportes de invierno en un mercado tan grande como el chino.
El jefe de Estado chino, Xi Jinping, destacó en una reciente reunión con el presidente del COI, Thomas Bach, que unos JJOO de Invierno en 2022 extenderían la afición por el esquí y otras pruebas olímpicas relacionadas entre más de 300 millones de chinos.
La ciudad también ha tentado a la comisión del COI con el atractivo de celebrar pruebas de esquí alpino con la Gran Muralla de fondo, en Yanqing, y ha intentado quitar hierro al gran hándicap de la candidatura, la contaminación, con el argumento de que Pekín es capaz de reducirla en el plazo de siete años.
Otro aparente problema, la relativa lejanía entre las instalaciones de esquí y Pekín (Zhangjiakou, que sería sede del esquí nórdico y los saltos, está a 200 kilómetros de la capital) se resolvería con la futura construcción de vías de alta velocidad.
La comisión del COI publicará el próximo 1 de junio un informe en el que analizará los pros y contras de Almaty y Pekín, y la institución con sede en Lausana (Suiza) decidirá la candidatura definitiva a 2022 en su asamblea del próximo 32 de julio en Kuala Lumpur (Malasia).
Sea cual sea la ciudad elegida, se consolidará el "giro a Asia" del movimiento olímpico tras Río 2016, ya que ese continente está asegurado como sede en 2022 y también en las Olimpiadas invernales de 2018 (que serán en Pyeongcheang, Corea del Sur) y en las estivales de 2020, a celebrar en Tokio. EFE
0 comentarios:
Publicar un comentario