"Sigo siendo un Cachorro de Chicago", dijo Castillo al llegar para las primeras prácticas del equipo. "Estoy aquí para mejorar y para seguir trabajando tan fuerte como siempre. No puedo controlar [lo que suceda]".
Desde principios de enero, Castillo se encontraba en Tampa, Florida trabajando con un preparador físico particular. El quisqueyano no señala las lesiones como la causa de su decepcionante desempeño en el 2014, temporada en la que bateó apenas .237 en 110 compromisos.
En el 2013, Castillo tuvo promedio de .274 en 113 juegos por Chicago.
"No me gusta poner excusas", dijo Castillo, quien pasó tiempo en la lista de incapacitados el año pasado debido a una lesión en el lado izquierdo de la caja torácica. "Creo que simplemente me creé demasiadas expectativas y me puse demasiada presión para ser mejor que la temporada anterior. Creo que eso me perjudicó algo.
"Al final, me di cuenta de que me hizo daño y que me puse demasiada presión para mejorar. No dejé que mis habilidades se encargaran de eso y no salí a jugar y a divertirme. Creo que eso fue mi culpa".
El oriundo de San Isidro, R.D. se ha desarrollado dentro de la organización de los Cachorros y no quisiera ser canjeado. Por el momento, el club tiene previsto proceder con tres receptores en roster.
"Quiero ser parte de este equipo", manifestó Castillo. "Este fue el club que me firmó cuando tenía 17 años de edad. Quiero ganar aquí. Que pase lo que tenga que pasar. Dejo que se encarguen de su parte. Lo único que puedo hacer es salir a divertirme, jugar duro y mejorar".
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