Al igual que los Knicks, los Lakers han atravesado por una pésima campaña, reducidos a ser espectadores detrás de la vitrina cuando inicien los playoffs a fines del próximo mes de abril.
Fisher no expresó ningún tipo de simpatía por el equipo que arribó a la Gran Manzana estancado en una mala racha en la cual habían sufrido 18 reveses en sus últimos 22 partidos.
"Realmente no trato de percibir mucho. No estoy allí. No tengo idea de lo que ellos están tratando de hacer y adonde están tratando de ir", afirmó Fisher antes de uno de los dos partidos que programó la NBA en una tarde totalmente enfocada en el Super Bowl, que será celebrado la noche del domingo. Como de costumbre Carmelo Anthony encabezó la ofensiva neoyorquina, anotando 18 de sus 31 puntos en el tercer parcial, en la victoria de los Knicks ante los Lakers por marcador de 92-80.
"Me importan varias personas específicas que aún están involucrados allí", agregó Fisher. "Estoy completamente enfocado en nosotros y lo que estamos haciendo aquí. Pero en general, siempre le desearía lo mejor a la organización [de los Lakers] porque sin lo que son y lo que representan, no estaría aquí en este momento".
Ambas franquicias se encuentran actualmente en una etapa de transición muy similar, brindándoles oportunidades a varios jugadores jóvenes que quizás no serán parte del futuro inmediato de estas míticas organizaciones.
Los Lakers están tratando de adivinar cómo regresarán a jugar un baloncesto respetable mientras se avecinan los últimos días de Kobe Bryant con la camiseta morada y oro. Al otro lado se ubica la escuadra neoyorquina bajo la nueva ideología del presidente Phil Jackson, arquitecto de los últimos cinco campeonatos angelinos, quien ha apostado gran parte de su nómina salarial en Carmelo Anthony.
Durante su estadía en Los Ángeles, Fisher fue parte de varios conjuntos que cuando se necesitaron piezas claves para completar el rompecabezas, Jackson y la gerencia siempre encontraron la manera de optimizar la plantilla a través del mercado libre o vía traspasos, comolo hicieron en dos ocasiones con las adquisiciones de Shaquille O'Neal y el español Pau Gasol.
Nueva York tendrá un poco más de $30 millones para negociar este verano en el mercado de agencia libre o si deciden adquirir algunos jugadores a través de firma y cambio.
Bajo la dirección de Jackson, los Lakers poseían un don especial para traer a aquel jugador especial, algo que sin lugar a dudas carece el roster de los Knicks y ayudaría a Anthony.
El pupilo de Jackson aún no sabe si tomará una página de los Lakers mientras intenta reproducir ese mismo éxito aquí en Nueva York.
"Entiendo a nuestros aficionados y a la ciudad, queriendo que nos apuremos y que consigamos un campeonato. Se lo debemos a Carmelo hacerlo de la manera adecuada, pero a la misma vez, él firmó un contrato de cinco años y no tenemos 10 años para averiguar esto", aseveró Fisher.
"Creo que nosotros estamos en el medio. Tenemos que hacer algunas cosas de inmediato o tan pronto posible pero a la vez no necesariamente. No podemos estar en la misma situación en la cual hemos estado en estos últimos años, donde se intenta conseguir un montón de muchachos que no tienen contratos favorables y no tienen un plan para el futuro".
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