Ese aspecto de sus casi 10 años en la cueva con frecuencia quedan en el olvido cuando surge su nombre, incluso al observar la lista de éxitos.
• Dirigió a uno de los campeones de la Serie Mundial más dominantes, con sus Medias Blancas del 2005 en el primer lugar de principio a fin y consiguiendo foja de 11-1 en la postemporada.
• Guió a los Patipálidos al título de la División Central de la Liga Americana en el 2008, cuando tuvieron que superar a tres oponentes diferentes en tres juegos de vida o muerte simplemente para avanzar a los playoffs.
• De sus nueve campañas tuvo cinco positivas, y un récord total de 747-710.
Pero el primer tema que surge al hablar de Guillén casi siempre es su capacidad de entretener y generar controversia. Hablaba sin pelos en la lengua y en ocasiones igual de chistoso que cualquier comediante -- a la vez expresando su honestidad.
Esta honestidad y mentalidad de hacer las cosas a cualquier precio podrían explicar en parte el motivo por el que Guillén no ha regresado al mando de un equipo desde una temporada del 2012 con los Marlins para el olvido (en la que tuvieron marca de 69-93). En ocasiones algunos equipos expresan interés de manera informal, pero sin una entrevista oficial. Guillén quiere volver a ser piloto, pero también estaría satisfecho si eso no ocurre.
"Espero que pueda. Esa es mi vida. Eso es lo que me gusta hacer", dijo Guillén durante una entrevista con MLB.com. "Pero te estaría mintiendo si te dijera que estoy sentado al lado del teléfono esperando la llamada. Si alguien piensa que puedo ayudar, claro que lo haría. Sería maravilloso si llegara ese momento. Pero si no ocurre, mi vida está bastante saludable".
"Quiere volver al juego y pienso que sería de gran valor para un club", manifestó el vicepresidente ejecutivo de los Medias Blancas, Ken Williams, acerca de Ozzie. "No sé cómo, cuándo ni en qué papel. No he pensado mucho en eso. Pero son pocos los que han alcanzado lo mismo que él".
La personalidad de Guillén nunca fue falsa. Simplemente se trataba de honestidad y pasión. Pero en ocasiones su lado cómico opacaba su gran conocimiento del juego.
"Es una persona que sabe bastante de béisbol", señaló Williams.
"Sabe entretener, pero es una persona de béisbol muy inteligente. Tiene grandes instintos", declaró Robin Ventura, ex compañero y buen amigo de Guillén que lo reemplazó como capataz en Chicago. "Lo principal es que sabe lo que hace y es divertido contar con su personalidad".
Para algunos equipos, dicha honestidad sin filtros les da motivos para pensar que Guillén es un gran riesgo en la época de los medios sociales. Guillén, ahora con 50 años de edad, está consciente de ello y dice que ha hecho ajustes en su mentalidad, pero sin cambiar su estilo -- el cual piensa que todavía funciona.
"No necesito Twitter ni Facebook para decir lo que pienso", declaró Guillén. "Cuando eres mánager, hablas con la prensa 384 veces al año. Más las entrevistas individuales, en la radio y televisión. Estamos hablando de casi 500 entrevistas, pero todos se fijan en las cinco veces que te enfadas. La gente no entiende eso. No voy a decirle a los aficionados lo bueno que es un jugador cuando no lo es.
"Además, la mayoría de las veces también asumo la responsabilidad. Y eso es difícil de hacer. Ningún mánager se echa la culpa. Me gusta ganar. Siempre encuentro una manera de ganar y para mí eso es importante.
"Me preocupo por mis jugadores. Muchos dueños y gerentes generales dudan de lo que yo puedo hacer. Pero simplemente les puedes preguntar a mis jugadores. Ni siquiera me tienes que entrevistar. Solamente puedes preguntarle a los jugadores que he dirigido".
A algunos no les gustó jugar bajo Guillén, y el mismo Ozzie lo reconoce. Pero los peloteros sí sabían qué esperar.
"Paul Konerko dijo lo siguiente: 'No hemos visto nada diferente de Guillén'", relató el ex dirigente. "Dijo que Ozzie era el mismo con todos desde el primer al último día. Trataba a todos igual. Nunca cambia. Nunca fue hipócrita. Te dice en tu cara lo que necesitas escuchar. Siempre fui el mismo. En ocasiones me metía en problemas, pero después aprendes".
Está por verse si Guillén recibirá otra oportunidad para demostrar lo bueno que es.
"A muchos les gustaba jugar para él", dijo Jermaine Dye, quien jugó bajo Guillén del 2005 hasta su retiro después de la temporada del 2009. "Comprende por lo que (los peloteros) pasan cuando juegan. Cuando un equipo entra en un bache, sabe cómo quitarle la presión a los peloteros y en ocasiones dice algo que pone la atención sobre él y deja que los jugadores salgan al terreno y vuelvan a entrar en ritmo".
"Fue maravilloso tenerlo al lado y darse cuenta de lo que sabe, aunque no te fijes en eso al principio", agregó Ventura. "Está profundamente consciente de lo que sucede a su alrededor. Su boca puede estar abierta, pero sus ojos también lo están".
0 comentarios:
Publicar un comentario