Entre otras hazañas destacadas, Herrera, Davis y Holland se convirtieron en el primer trinomio de la historia de Grandes Ligas en terminar una temporada regular cada uno con 60 presentaciones o más y efectividad mejor que 1.50.
En el caso de Herrera, el quisqueyano exhibe una recta que con frecuencia pasa de las 100 millas por hora, combinada con un cambio de velocidad que va en mejoría y una curva que el diestro ha ido integrando a su repertorio.
Herrera ha sabido manejar la presión en situaciones apremiantes, con el juego en la línea y todos los ojos sobre él-aun cuando de momento se le escapa el comando.
"Trato de no pensar en lo que está pasando, sino enfocarme en sacar el out", le dijo Herrera a LasMayores.com acerca de su mentalidad en la lomita. "No puedo perder la calma, y más fuera de la casa con los fanáticos. Es mucho más difícil".
Herrera ha tenido que usar un total de 59 pitcheos para completar un total de 3.0 entradas en sus dos presentaciones en la Serie Mundial contra los Gigantes. En el Juego 3 del viernes, sólo 13 de sus 27 envíos estuvieron en la zona de strike y el derecho dejó que el corredor que "heredó" anotara. Pero al igual que en el Juego 2 en Kansas City el miércoles, el quisqueyano se repuso para ayudar a preservar una ventaja que su equipo no llegaría a ceder.
Ahora en la postemporada, Herrera lleva efectividad de 0.79 en nueve juegos, incluyendo ocho presentaciones consecutivas sin permitir carrera.
"Tiene mucha confianza en sus habilidades", dijo acerca de Herrera el manager de los Reales, Ned Yost. "Tiene mucha confianza en su recta".
No es para menos. El miércoles en el Juego 2, Herrera sacó cinco outs para apuntarse la primera victoria de Kansas City en una Serie Mundial desde 1985. En dicha presentación, alcanzó las 100 millas por hora o más con 14 de sus 32 pitcheos-la mayor cantidad de su joven carrera en ese sentido.
Cuando se le pregunta a Herrera acerca de la falta de comando que en ocasiones ha exhibido en esta Serie Mundial, el joven de 24 años contesta de la misma manera calmada que parece tener cuando hay complicaciones en sus presentaciones.
"Trato de no sobre-tirar", explicó Herrera. "Algunas veces tiro la bola alta porque quiero ser muy fino y me abro temprano".
Hasta el 2011, Herrera se dividía entre rotaciones abridoras y el bullpen, dentro del sistema de liga menor de los Reales. El dominicano señala dicha experiencia como una ventaja a la hora de no tratar de hacer demasiado y por ende no dejar que la situación se le vaya de la mano por completo.
"Yo era abridor y tenía que conservar mis pitcheos", comentó.
Luego de un gran inicio de su carrera en el 2012 y un tropezón el año pasado que resultó en un regreso a liga menor por un tiempo, Herrera se ha establecido en grande en el 2014-al igual que el resto del roster joven de Kansas City, que llegó al sábado con una ventaja de 2-1 en el Clásico de Otoño y a dos triunfos de coronarse campeón por primera vez en 29 años.
"Ha sido uno de los mejores del juego," dijo Davis, quien de costumbre lanzó el octavo inning el viernes y le entregó el partido al cerrador Holland para el noveno. "Siempre parece dar la cara en el momento indicado".
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