Poco espectáculo ofreció el encuentro. Con dos de las mejores defensas de Europa enfrentándose entre ellas, apenas pasaban balones de peligro en cualquiera de las dos áreas. En cambio, fue un partido lleno de agresividad en la disputa por el balón. Mucho roce en el centro del campo; muchos intentos a balón parado y, para el Chelsea, dos accidentes que pueden costar mucho más que la eliminatoria, pues José Mourinho se vio obligado a hacer dos cambios importantísimos en defensa debido a las lesiones de Cech, en la primera mitad, y John Terry, en la segunda.
Ninguno de los dos quería la iniciativa; el balón les quemaba en los pies y cedían terreno a los rivales. Con esa idea de replegarse, el Atlético fue el primero en quedar encerrado esperando una oportunidad para contraatacar.
En el Chelsea, David Luiz, flanqueado por Mikel y Frank Lampard en la media, intentaba circular el balón. Pero el equipo de Mourinho, que tocaba a los costados, se quedaba sin ideas al momento de avanzar. Fernando Torres, en punta, quedaba demasiado aislado entre los centrales colchoneros y no llegaba a los pases largos, aunque intentaba luchar por cada balón.
En el otro extremo las cosas no iban mucho mejor. Diego Costa apenas se vio y con las bandas bien resguardadas por Azpilicueta y Ahsley Cole, los colchoneros apenas lograron abrirse paso por el centro para generar juego.
El camino empezó a torcerse para la visita a los 17 minutos, cuando un encontronazo entre Petr Cech y Raúl García en un tiro de esquina dejó al arquero fuera de combate, pues en la caída se hizo daño en el hombro. El checo no pudo continuar y tuvo que salir en su lugar Mark Schwarzer.
La intensidad de los golpes de uno y otro bando bajó considerablemente con la caída del arquero, pero ello no desatascó el encuentro. Conforme avanzaba el tiempo, se hacía más notorio que ambos equipos esperaban un robo para resolver con una genialidad individual, más que una oportunidad de generar, provocando que el partido se tornara lento y casi monótono.
La segunda parte vio a ambos rivales con energías renovadas para buscar el gol. Y también, con la agresividad inicial. Una dura entrada de Frank Lampard a Arda Turan le valió una amarilla que le hará perderse la vuelta. Con la suya, serán dos bajas más a la lista del Chelsea; quizás tres, pues poco después, José Mourinho se vio obligado a hacer un cambio más fuera del libreto. Volvió a entrar la camilla -ya era la tercera vez- esta vez por John Terry, que había quedado tendido tras una dura falta. Y aunque salió caminando, tuvo que ser sustituido por el delantero André Schürrle.
Con la entrada de Arda en el Atlético en la segunda mitad, luego de cuatro partidos de baja por lesión, el Atlético recobró frescura y cerca estuvo de anotar en un par de ocasiones, con un cobro de Gabi y un cabezazo del turco que se marchó desviado por milímetros.
Del otro lado, era Torres el que ponía el peligro, aunque no llegó siquiera a inquietar a Courtois. El delantero español se llevó una tímida silbada en la única ocasión en que probó suerte, aunque el balón fue directo a las manos de Courtois, y de nuevo, cuando en los últimos minutos apuraba sus opciones con una carrera por el centro del campo o intentaba burlar a su marca. También amenazó David Luiz, con un cobro de falta, pero ni siquiera la gran precisión del brasileño pudo cambiar la historia del encuentro.
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