A ese trío de maestros en la loma se les une una cuota de poder, con el cañonero Gary Sheffield siendo la mayor esperanza para la elección entre los bateadores que serán elegibles por primera vez en la votación después de cinco años de haber concluido sus carreras. Nomar Garciaparra es otro de los nombres que sobresalen y que debutarán como candidatos al Salón en 2015.
Todos ellos se unirán a los que regresan a la papeleta de votación como Craig Biggio - quien se quedó a dos votos de ser electo en 2014 -- y Mike Piazza, quien conectó más cuadrangulares como receptor que ningún otro pelotero en la historia.
Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas, tres peloteros fuera de toda sospecha de dopaje, fueron elevados al Salón del Fama del béisbol este año, su primero de consideración por los cronistas.
La estrella más grande, literalmente, entre los candidatos debutantes en 2015 es Johnson, el espigado serpentinero zurdo conocido como el "Big Unit", y también por su tremenda recta y su intenso carácter en la loma.
Seleccionado en el draft y desarrollado por los Expos antes de convertirse en estrella con los Marineros, Astros, D-backs, Yankees y Gigantes, Johnson ganó el trofeo Cy Young en cinco ocasiones, uno en la Liga Americana y cuatro de manera consecutiva en la Liga Nacional (1999-2002). Diez veces miembro del Juego de Estrellas, Johnson encabezó su liga en promedio de efectividad cuatro veces y en ponches nueve ocasiones, y actualmente es el líder de todos los tiempos de ponches por cada nueve entradas con 10.6.
Con 303 victorias, un PCLA de 3.29 y 4,875 chocolates (segundo sólo detrás de los 5,714 de Nolan Ryan) en 22 temporadas hasta la edad de 45 años, el mejor momento en la carrera de Johnson llegó en 2001, cuando él y Curt Schilling guiaron a los D-backs al título de la Serie Mundial en siete juegos sobre los Yankees.
Martínez, mientras tanto, fue sinónimo de consistencia y dominio en la loma a lo largo de 19 campañas, en las que ganó tres trofeos Cy Young y registró varias de las temporadas más impresionantes para un lanzador en las últimas décadas.
Como parte de una ola de peloteros dominicanos firmados por los Dodgers, Pedro debutó con L.A. a la edad de 20 años y fue enviado a Montreal dos años más tarde, y eventualmente jugó para los Medias Rojas, Mets y Filis en ocho estelares campañas. Se convirtió en estrella en 1997, su último año en Montreal, con quienes tuvo marca de 17-8, efectividad de 1.90 y 305 ponches que le valieron el trofeo Cy Young. Con la agencia libre asomándose, el quisqueyano fue canjeado a Boston ese invierno.
Con los Medias Rojas, Martínez se convirtió en parte de la historia en 2004 cuando ganó la Serie Mundial con Boston. Pero fue el as del equipo por seis temporadas antes de eso, en las que ganó el trofeo Cy Young Award en dos ocasiones (1999-2000) y encabezó la Liga Americana en efectividad cuatro veces. Su promedio de efectividad de 1.74 en el 2000 fue el más bajo registrado en Grandes Ligas desde que el recién elegido Maddux tuvo un PCLA de 1.63 en 1995.
Martínez finalizó con 219 victorias y un promedio WHIP (Bases por bolas mas hits dividido entre el número de entradas lanzadas) de 1.050 que ocupa el quinto lugar en la historia del béisbol, reforzado por la marca de 0.737 en el 2000 que permanece como la mejor que se tiene en récord.
Por su parte, Smoltz brinda un ángulo multifacético al debate que le da esperanzas para unirse a sus ex compañeros con los Bravos Maddux y Glavine en Cooperstown. Ocho veces convocado al Juego de Estrellas, Smoltz se convirtió en el único pitcher en registrar 200 victorias y 150 salvamentos, comenzando su carrera como parte de la dominante rotación de Atlanta. Tras someterse a una cirugía Tommy John en el codo, se convirtió en taponero por cuatro temporadas antes de retornar como abridor en 2005.
Una estrella en aquel equipo de los Bravos que ganó la única Serie Mundial para Atlanta en 1995, Smoltz tuvo foja de 24-8 y efectividad de 2.94 en 1996 para agenciarse el trofeo Cy Young por la Liga Nacional. Smoltz pasó 20 años con los Bravos antes de terminar su carrera con los Medias Rojas y Cardenales, finalizando con 3,082 ponches (16to en la lista de todos los tiempos).
El bateador más importante que hará su debut en la papeleta de votación en 2015 es Sheffield, un chico maravilla que se convirtió en uno de los bates más consistentes del juego a lo largo de dos décadas. Terminó su carrera con 509 jonrones y 1,676 carreras remolcadas, destacándose por hilvanar ocho campañas de 30 o más cuadrangulares y ocho con 100 o más producidas.
El resto de los candidatos elegibles en 2015, de acuerdo con el Salón de la Fama de Grandes Ligas, son: Rich Aurilia, Aaron Boone, Paul Byrd, Tony Clark, David Dellucci, Alan Embree, Darin Erstad, Kelvim Escobar, Cliff Floyd, Tom Gordon, Eddie Guardado, Mark Loretta, los dominicanos Ramón Martínez y Julián Tavárez, Doug Mientkiewicz, Kevin Millar, B.J. Ryan, Jason Schmidt, Jarrod Washburn y David Weathers.
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