Li, que cumplirá 32 años en febrero dijo, con su copa de campeona a su derecha, que no se sentía vieja. "No lo soy", comentó. "Cuando empezó el torneo todo el mundo hablaba de la edad. Me gustaría decir que la edad no es nada. Y que todavía se puede ganar un Grand Slam. En mi caso tengo más experiencia sobre la pista", aseguró.
Li tuvo grandes complicaciones en el primer set, a pesar de dormir una pequeña siesta en el vestuario. "Antes de entrar en la pista me dije, no pienses en ello, solo juega tu juego, no pienses que es una final. Pero la final es la final", relató, "el principio fue un poco duro, había nervios, pero creo que lo más duro fue al comenzar el tiebreak. Nadie sabe lo que he trabajado mentalmente para ganar un torneo como este.
"Es muy fácil decir que quiero ganar otro Grand Slam", dijo sobre su futuro, "pero si eres una jugadora de tenis, tienes que saber lo mucho que cuesta ganar uno. Si quiero hacerlo tendré que volver a la pista y trabajar duro, más incluso que antes".
"Le enviaré un correo a Safarova", dijo Li, con alegría, al recordar que tuvo que salvar una bola de partido contra la checa en la tercera ronda, "y la enviaré también una sonrisa. Cuando el año pasado dije que quería ser la número tres nadie lo creía", continuó. "Al principio de este año dije, quiero ganar otro título del Grand Slam y nadie siguió creyéndome. Lo más importante es creer, él cree y mi equipo cree".
0 comentarios:
Publicar un comentario