Aunque tuvo una fructífera carrera como jugador-diferente a Cox y La Russa-Torre encontró su pase a Cooperstown vía la cueva.
No fue una trayectoria fácil. De hecho, antes de su llegada a los Yankees en 1996, el nuevo inmortal del béisbol tenía un récord por debajo de .500 como dirigente de los Mets, Bravos y Cardenales. Había ido a una sola postemporada, en 1982 con Atlanta.
Cuando finalmente saboreó el máximo éxito en su primera campaña en el Bronx, Torre pudo haber descansado sobre sus laureles. Sin embargo, tuvo la reacción contraria: Quería más y más.
"Una vez ganamos en el 96 con los Yankees, que es lo que quería, me di cuenta de que uno nunca mira hacia atrás, sino que se mantiene esforzándose", dijo Torre durante la presentación de los nuevos elegidos en las Reuniones Invernales de Grandes Ligas. "(El éxito) nunca se vuelve monótono".
En Nueva York las victorias no se volvieron monótonas. En sus 12 años como dirigente de los Yankees, Torre llevó al equipo a la postemporada en cada oportunidad, asistió a seis Series Mundiales y ganó cuatro títulos del Clásico de Otoño-incluyendo tres seguidos de 1998 al 2000.
Definitivamente, el tiempo de Torre al frente de los Bombarderos del Bronx representó una verdadera época de oro para la afamada novena.
"Joe guió a nuestro equipo durante una de las eras más exitosas de nuestra ilustre historia", dijo el dueño principal de los Yankees, Hal Steinbrenner. "Lo hizo con una dignidad callada que fue fiel al modo Yankee. El lugar de Joe en la historia de los Yankees ha estado seguro durante mucho tiempo y es apropiado que ahora tenga la oportunidad de tomar su lugar entre los grandes de Cooperstown".
Torre se convirtió en manager de los neoyorquinos en noviembre de 1995, luego de ser despedido por San Luis. En ese momento, los Yankees tenían 14 temporadas sin asistir a una Serie Mundial y Torre no tenía un pedigrí destacado como piloto. Pero con su estilo calmado de siempre, supo manejar el tremendo talento que le brindó la gerencia para acumular sus argumentos para el Salón en aquellos 12 años en el Bronx.
De 1996 al 2007, el oriundo de Brooklyn tuvo récord de 1,173-767 y 76-47 en postemporada. Es el segundo mayor ganador en los anales de los Yankees como manager, detrás de Joe McCarthy (1,460-867).
En sentido general, Torre terminó como capataz de Grandes Ligas con 2,326 triunfos, la quinta mayor cantidad en la historia. Fue Manager del Año de la Liga Americana en dos ocasiones, 1996 y 1998. Terminó su carrera en el dugout con los Dodgers, con los que ganó dos títulos divisionales para finalizar con 13 temporadas como puntero entre Atlanta, Nueva York y Los Angeles.
El próximo 27 de junio podrá celebrar todos esos logros junto a Cox, La Russa y los jugadores que sean elegidos por la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica.
"Es ahora que podemos admirar lo que hicimos, porque una vez miras hacia atrás dejas de hacer lo que tratas de lograr. Siempre sentí que tenía que mejorar para seguir triunfando".
Misión cumplida.
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