Más de 14,000 aficionados corean 'Vizquel, Vizquel' en el estadio Universitario-
Omar Vizquel es instructor de los Leones-
Antonio Armas, otro grande de la pelota en el país suramericano, le dio el empujón que faltaba. Vencido el titubeo, Vizquel dio los pasos que le separaban del terreno y recibió la ovación, casi arrobado.
"¡Vizquel! ¡Vizquel! ¡Vizquel!", coreó la multitud, sin distingo de las camisetas que poblaban las tribunas: mayoritariamente felinas, sí, pero también de los Tiburones de La Guaira.
El 11 veces ganador del Guante de Oro en las grandes ligas es una figura nacional. Muy pocos en la tierra de Luis Aparicio ponen en duda que algún día acompañará al zuliano inmortal con una placa en el Salón de la Fama de Cooperstown.
"Tuve recuerdos cuando llegué, pero en realidad la nostalgia voy a sentirla cuando me vaya", admitió.
Vizquel tiene 46 años de edad y ahora es coach. A pesar de su buena forma física, el uniforme lo delata. Lo usa un poco más holgado que en sus tiempos de pelotero activo, una era que terminó en octubre del año pasado, cuando anunció su retiro.
Los Leones le dieron un contrato de un mes, para que ayude como instructor de infielders.
Ya en este 2013 cumplió esa tarea en las menores de los Angelinos de Los Ángeles, su primer trabajo como técnico. Pero su sueño, no lo oculta, es dirigir a sus amados felinos. Y algún día también hacerlo en las mayores.
La directiva caraquista quiere que aprenda de Dave Hudgens y Rick Sweet, timonel y coach de banco en la divisa, respectivamente.
"No podemos afirmar que en un futuro dirigirá al Caracas, pero está claro que es una posibilidad en el tiempo", admitió Juan Vicente Zerpa, el gerente general de los capitalinos.
En una temporada en la que Ugueth Urbina y Bobby Abreu han vuelto a jugar con los Leones, Vizquel ha sido la figura más perseguida por los medios de comunicación.
El martes, apenas llegado al país, dio una rueda de prensa en la que habló largamente con la prensa local. Dos días después, fue rodeado por una multitud de micrófonos y grabadores, para averiguar sus impresiones tras el inicio de sus labores como coach.
"Fue, más que todo, una reunión familiar", dijo Vizquel, que durante un rato compartió en las paradas cortas con los torpederos de los metropolitanos, incluyendo al prospecto Eugenio Suárez, ganador del Guante de Oro en las menores, en 2012. "Es difícil llegar y ver, pero le dije algunas cosas que pueden ayudarlo".
Oswaldo Guillén ha sido su manager favorito, pero cree haber aprendido mucho de Felipe Alou. Con fortuna, aspira acompañarles algún día en la pequeña lista de dirigentes latinoamericanos en la gran carpa. Ese es el camino que apenas empieza.
La última vez que estuvo en el parque de Los Chaguaramos, alzó una camiseta con el número 23, enmarcada en cristal, ante el aplauso de la gente. Entonces fue el protagonista de una ceremonia en la que el equipo de toda su vida retiró su uniforme.
Ahora lleva ese mismo 23 en la espalda y vuelve a escuchar ovaciones, mientras enseña a los jóvenes lo que sabe. Todavía es protagonista, Vizquel.
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