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viernes, 1 de noviembre de 2013
El Barcelona gana un Derbi desangelado
11:11 p. m. by LUIS FELIPE ACEVEDO NÙÑEZ
BARCELONA (Por Jordi Blanco, Corresponsal) -- Un gol de Alexis
sentenció el derbi más plano de los últimos tiempos en el Camp Nou.
Atascado y sin soluciones para romper la perfecta tela de araña en que
se convirtió la defensa del Espanyol, al Barça le costó horrores
trasladar al marcador su superioridad. Cumplió en el marcador, pero
quedó en el ambiente una cierta sensación incómoda ante la dificultad de
su victoria.
Con una línea perfectamente delimitada atrás y un centro del campo muy trabajador se bastó el equipo de Aguirre para atascar a un rival falto de ideas, que buscó sin suerte las bandas en jugadas profundas para romper a través de Alves o Neymar y que no encontró apenas resquicios para poner en problemas a Kiko Casilla. El plan mostrado sin disimulo del Espanyol era claro. Cerrarse atrás sin precipitaciones y buscar una contra mortal por medio de la rapidez de Thievy o la brega de Sergio García, cuya pelea con Mascherano llegó a tener tintes épicos. En contadas ocasiones avisó el equipo blanquiazul. Pero la tranquilidad con que jugaba en zona defensiva le bastó para aburrir a un Barça más impreciso y descolocado a medida que pasaban los minutos. Los de Aguirre alcanzaron con fortuna el descanso igualados en el marcador. En los tres últimos minutos del primer tiempo pasó sus peores momentos Casilla, con un disparo al palo incluido que hizo pensar que el despertar del Barça acabaría desnivelando en la continuación el encuentro. Pero el segundo acto mantuvo el mismo guión del primero, incluso acentuado. Con Messi alejado de todo protagonismo excepto en momentos muy puntuales, seguían siendo Neymar y Alves por las bandas los argumentos más utilizados por el equipo de Martino, que llegó a abusar de balones largos que pocas veces se traducían en peligro. Hasta que en el único despiste blanquiazul se rompió la igualada. Neymar agarró el balón en banda, entró por el lateral en el área vigilado por hasta tres rivales para levantar la cabeza y ver solo a Alexis en el segundo palo. Fuentes tuvo la mala idea de acudir al centro, se olvidó del chileno y Neymar no perdonó en su pase medido. Alexis, a placer, acabó con el Espanyol, en el minuto 68 de partido y cuando menos ideas parecía tener el Barça. Acudió en su auxilio la fortuna que no encontró a través de fútbol y se bastó para que así sumase los tres puntos el campeón. Lejos de estirarse, el Espanyol siguió fiando su suerte a la misma idea. Dio un paso adelante, sí, pero no olvidó que para soñar con el empate no podía arriesgarse a buscarlo a lo loco para encajar un gol que le sentenciara. Por delante en el marcador, se diría que al Barça ya le bastaba. No apretó el acelerador ni cambió la línea argumental de su fútbol, que no le dio apenas más ocasiones. De hecho, no las precisó. Sumó su quinta victoria conseutiva en derbis ligueros disputados en un Camp Nou desangelado en comparación a los dos últimos años, cuando el equipo azulgrana había aplastado al Espanyol con sendos 4-0. A fin de cuentas, el solitario gol de Alexis bastó. Tres puntos. Sin más que decir.
Con una línea perfectamente delimitada atrás y un centro del campo muy trabajador se bastó el equipo de Aguirre para atascar a un rival falto de ideas, que buscó sin suerte las bandas en jugadas profundas para romper a través de Alves o Neymar y que no encontró apenas resquicios para poner en problemas a Kiko Casilla. El plan mostrado sin disimulo del Espanyol era claro. Cerrarse atrás sin precipitaciones y buscar una contra mortal por medio de la rapidez de Thievy o la brega de Sergio García, cuya pelea con Mascherano llegó a tener tintes épicos. En contadas ocasiones avisó el equipo blanquiazul. Pero la tranquilidad con que jugaba en zona defensiva le bastó para aburrir a un Barça más impreciso y descolocado a medida que pasaban los minutos. Los de Aguirre alcanzaron con fortuna el descanso igualados en el marcador. En los tres últimos minutos del primer tiempo pasó sus peores momentos Casilla, con un disparo al palo incluido que hizo pensar que el despertar del Barça acabaría desnivelando en la continuación el encuentro. Pero el segundo acto mantuvo el mismo guión del primero, incluso acentuado. Con Messi alejado de todo protagonismo excepto en momentos muy puntuales, seguían siendo Neymar y Alves por las bandas los argumentos más utilizados por el equipo de Martino, que llegó a abusar de balones largos que pocas veces se traducían en peligro. Hasta que en el único despiste blanquiazul se rompió la igualada. Neymar agarró el balón en banda, entró por el lateral en el área vigilado por hasta tres rivales para levantar la cabeza y ver solo a Alexis en el segundo palo. Fuentes tuvo la mala idea de acudir al centro, se olvidó del chileno y Neymar no perdonó en su pase medido. Alexis, a placer, acabó con el Espanyol, en el minuto 68 de partido y cuando menos ideas parecía tener el Barça. Acudió en su auxilio la fortuna que no encontró a través de fútbol y se bastó para que así sumase los tres puntos el campeón. Lejos de estirarse, el Espanyol siguió fiando su suerte a la misma idea. Dio un paso adelante, sí, pero no olvidó que para soñar con el empate no podía arriesgarse a buscarlo a lo loco para encajar un gol que le sentenciara. Por delante en el marcador, se diría que al Barça ya le bastaba. No apretó el acelerador ni cambió la línea argumental de su fútbol, que no le dio apenas más ocasiones. De hecho, no las precisó. Sumó su quinta victoria conseutiva en derbis ligueros disputados en un Camp Nou desangelado en comparación a los dos últimos años, cuando el equipo azulgrana había aplastado al Espanyol con sendos 4-0. A fin de cuentas, el solitario gol de Alexis bastó. Tres puntos. Sin más que decir.
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