El suizo, vale decir, solucionó rápidamente los problemas que le planteó Gasquet con sus impactos cargados de top. El suizo, que venía de caer en el debut ante Novak Djokovic, supo cómo contrarrestar la altura de los tiros del francés y no bien encontró su lugar en la cancha comenzó con un festival de tiros ganadores.
Así, de pasar apuros en los primeros dos game del partido, pasó a quebrar rápidamente y sacar una ventaja de dos games: 3-1. Pero su juego ofensivo también tuvo su contra: en un pasaje con algo de imprecisión, con dos fallas de derecha en ataque y un revés enganchado en situación de defensa, terminó cediendo su servicio.
La incertidumbre duró apenas un segundo para Federer y en gran parte se debió a las malas decisiones de Gasquet -saque y red en el 15-30, por ejemplo-. El suizo consiguió su segundo quiebre en el partido y terminó cerrando el primer set por 6-4, con 14 tiros ganadores e idéntica cantidad de errores no forzados.
El impacto en el marcador golpeó en lo anímico al francés, con apenas cuatro winners en los primeros 34 minutos de acción. El exnúmero uno del mundo no dudó, volvió a mostrar un buen nivel y sacó una rápida diferencia con la devolución.
Sin embargo, Federer iba a tener que trabajar extra con su servicio para salir adelante. Estuvo break point en contra en tres games consecutivos (2-1, 3-2 y 4-3), pero se abrió paso con el primer servicio y con las numerosas fallas de Gasquet, quien cerró el día con 27 errores no forzados (apenas 11 tiros ganadores).
Con su jerarquía, el suizo ajustició al francés con la devolución. En su sexto punto de partido, Federer pudo cerrar el puño y celebrar un éxito que lo mantiene firme en su ilusión de pasar a semifinales en su presencia por 12° año seguido en este torneo.
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