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martes, 5 de noviembre de 2013
Horford y Ayón, conexión instantánea
11:28 p. m. by LUIS FELIPE ACEVEDO NÙÑEZ
LOS ÁNGELES -- Los jugadores de Atlanta Hawks, Al Horford y Gustavo Ayón,
tienen demasiadas cosas en común. Comparten equipo, cuentan con la
misma estatura (6-10 pies/2.08 metros), ambos pesan (250 libras/113
kilogramos), juegan en idéntica posición, y por encima de todo, hablan
español. La conexión latina del dominicano y el mexicano es una de la
virtudes que tiene equipo, el único junto a Minnesota Timberwolves que cuenta con dos jugadores de origen hispano en sus filas.
Pero entre las similitudes que reúnen Horford y Ayón hay una diferencia que resalta sobremanera. El internacional con República Dominicana encarna el ejemplo del equilibrio y de la estabilidad deportiva, un hecho que se traslada a su juego; el medallista de oro en el Campeonato FIBA Américas con México todavía no encontró un hueco duradero en la NBA, algo que también le afecta deportivamente.
Mientras Horford cumple su séptima temporada en la NBA como jugador de los Hawks tras ser elegido en la tercera posición del Draft de 2007 (detrás de Greg Oden y Kevin Durant), Ayón afronta su octava campaña como profesional (tercera en la NBA). En este tiempo pasó por 11 equipos y en la liga estadounidense acumula ya cuatro franquicias diferentes (New Orleans Hornets, Orlando Magic y Milwaukee Bucks antes de recalar en los Hawks). Esta falta de estabilidad no está ayudando a su integración.
"Dentro de la NBA me ha afectado bastante. A cualquier jugador le afecta", señaló Gustavo a ESPNDeportes.com. "Estaba viendo ahora a un jugador que ahora juega en Toronto y antes jugaba en Indiana que era muy bueno, tenía una rotación súper importante y ahora lo ves en Toronto y ¿se le olvidó jugar o qué pasa? Pero no es eso. Si tienes una estabilidad, si estás bien, si estás cómodo, si te sientes a gusto pues juegas bien. Si te están cambiando a cada rato, pues no tienes esa estabilidad como jugador", argumentó el nayarita.
AYÓN BUSCA ESTABILIDAD
Los números de Ayón van al unísono con su estado de ánimo. Cuando recaló en Nueva Orleans en la campaña 2011/12, llegó a ser titular en 24 de los 54 encuentros que jugó y alcanzó unas cifras de 5.9 puntos y 4.9 rebotes en 20.1 minutos. El año pasado el panorama cambió al partir a Orlando. Tan solo fue titular en tres de las 43 citas en las que estuvo sobre la duela con un balance de 3.6 puntos y 3.3 rebotes en 13.3 minutos. Ese mismo año partió a Milwaukee, no fue titular en ninguno de los 12 partidos que jugó y acumuló 4.3 puntos y 4.9 rebotes en 13.6 minutos.
Durante esta pretemporada con los Hawks, Ayón se dislocó el hombro derecho y no volverá a la duela hasta dentro de dos semanas aproximadamente. Será entonces cuando se ponga manos a la obra con el fin de encontrar esa ansiada estabilidad.
"La estoy buscando. Espero que se pueda lograr algo importante con el equipo y espero estar mucho tiempo aquí", apuntó consciente de que ante todo, debe primar la calma. El contrato de Ayón con los Hawks es por un año y tendrá mucho que demostrar.
"Creo que si me presiono, más razones va a tener el equipo para echarme, para cambiarme o lo que sea. Creo que las cosas se van a dar por sí solas, yo tengo que trabajar, esforzarme y quedar satisfecho conmigo mismo de que doy el máximo en cada momento", afirmó.
TODO ES MÁS FÁCIL CON HORFORD
La otra cara de la misma moneda es el caso de su compañero de equipo, Horford. Llamado a ser el jugador franquicia de Atlanta en este proyecto que va 'in crescendo', el dominicano es una pieza fundamental en la pintura. En los tres encuentros que lleva jugados, registró 15 puntos, 12.3 rebotes, 2.3 robos y 2 bloqueos en 33.3 minutos por cita (13.7 puntos, 9.6 rebotes en 34.4 minutos durante su carrera).
En teoría y por contrato, su periplo con los Hawks está destinado a durar tres años más como mínimo. Horford visualiza su escenario ideal: llegar a convertirse en uno de esos jugadores como Tim Duncan o Kobe Bryant que nacen, crecen y se reproducen en la misma franquicia.
"Bueno, eso sería lo ideal y añadiendo piezas necesarias. Pero yo me enfoco más que nada en esta temporada y en ser el mejor equipo que podamos ser", comentó. "Estamos progresando. Yo encuentro que estamos en un lugar bueno ahora mismo. Estamos mejorando como equipo, nos estamos conociendo los unos con los otros y nos estamos familiarizando con el tema de un sistema. Veo al equipo bien", apuntó.
AYUDA MUTUA
La presencia del internacional dominicano está ayudando a que Gustavo se integre mucho mejor en el equipo, y es que ya se sabe, ambos tienen ese punto latino que no tiene fronteras en términos de conexión.
"Es instantánea por poder hablar la misma lengua y el poder compartir muchas cosas", agregó Horford. "Es algo que le ha favorecido a él y yo sé que a mí también. Estamos esperando que él se recupere de su lesión. Yo sé que nos va a poder ayudar mucho ya cuando esté saludable. Es un jugador que no importa la noche, va a salir y va a jugar intenso. Va a rebotar la pelota, va a jugar agresivo, no le tiene miedo a nada y él siente como que tiene que probar algo y eso es muy importante para un jugador", señaló.
En su tercer año en EE.UU. Ayón ya se defiende bien con el inglés, pero reconoce que en Horford hay un compañero y amigo que le está sirviendo de bastón en en estos primeros meses en Atlanta.
"Al es una grandísima persona. Además de ser un grandísimo jugador, una estrella dentro de la NBA. Todo el tiempo está tratando de ayudarme, ya no necesito mucho con el tema del inglés, de todos modos está ahí siempre hablando", explicó. "De él aprendí que es un jugador que está todas las noches, que trabaja, que es muy responsable y que siempre te está diciendo qué es lo que se tiene que hacer. Tiene muchos años en la NBA por lo cual le aprendes muchísimimo. Ha vivido muchas cosas tanto dentro como fuera de la cancha", apostilló.
Pero entre las similitudes que reúnen Horford y Ayón hay una diferencia que resalta sobremanera. El internacional con República Dominicana encarna el ejemplo del equilibrio y de la estabilidad deportiva, un hecho que se traslada a su juego; el medallista de oro en el Campeonato FIBA Américas con México todavía no encontró un hueco duradero en la NBA, algo que también le afecta deportivamente.
Mientras Horford cumple su séptima temporada en la NBA como jugador de los Hawks tras ser elegido en la tercera posición del Draft de 2007 (detrás de Greg Oden y Kevin Durant), Ayón afronta su octava campaña como profesional (tercera en la NBA). En este tiempo pasó por 11 equipos y en la liga estadounidense acumula ya cuatro franquicias diferentes (New Orleans Hornets, Orlando Magic y Milwaukee Bucks antes de recalar en los Hawks). Esta falta de estabilidad no está ayudando a su integración.
"Dentro de la NBA me ha afectado bastante. A cualquier jugador le afecta", señaló Gustavo a ESPNDeportes.com. "Estaba viendo ahora a un jugador que ahora juega en Toronto y antes jugaba en Indiana que era muy bueno, tenía una rotación súper importante y ahora lo ves en Toronto y ¿se le olvidó jugar o qué pasa? Pero no es eso. Si tienes una estabilidad, si estás bien, si estás cómodo, si te sientes a gusto pues juegas bien. Si te están cambiando a cada rato, pues no tienes esa estabilidad como jugador", argumentó el nayarita.
AYÓN BUSCA ESTABILIDAD
Los números de Ayón van al unísono con su estado de ánimo. Cuando recaló en Nueva Orleans en la campaña 2011/12, llegó a ser titular en 24 de los 54 encuentros que jugó y alcanzó unas cifras de 5.9 puntos y 4.9 rebotes en 20.1 minutos. El año pasado el panorama cambió al partir a Orlando. Tan solo fue titular en tres de las 43 citas en las que estuvo sobre la duela con un balance de 3.6 puntos y 3.3 rebotes en 13.3 minutos. Ese mismo año partió a Milwaukee, no fue titular en ninguno de los 12 partidos que jugó y acumuló 4.3 puntos y 4.9 rebotes en 13.6 minutos.
Durante esta pretemporada con los Hawks, Ayón se dislocó el hombro derecho y no volverá a la duela hasta dentro de dos semanas aproximadamente. Será entonces cuando se ponga manos a la obra con el fin de encontrar esa ansiada estabilidad.
"La estoy buscando. Espero que se pueda lograr algo importante con el equipo y espero estar mucho tiempo aquí", apuntó consciente de que ante todo, debe primar la calma. El contrato de Ayón con los Hawks es por un año y tendrá mucho que demostrar.
"Creo que si me presiono, más razones va a tener el equipo para echarme, para cambiarme o lo que sea. Creo que las cosas se van a dar por sí solas, yo tengo que trabajar, esforzarme y quedar satisfecho conmigo mismo de que doy el máximo en cada momento", afirmó.
TODO ES MÁS FÁCIL CON HORFORD
La otra cara de la misma moneda es el caso de su compañero de equipo, Horford. Llamado a ser el jugador franquicia de Atlanta en este proyecto que va 'in crescendo', el dominicano es una pieza fundamental en la pintura. En los tres encuentros que lleva jugados, registró 15 puntos, 12.3 rebotes, 2.3 robos y 2 bloqueos en 33.3 minutos por cita (13.7 puntos, 9.6 rebotes en 34.4 minutos durante su carrera).
En teoría y por contrato, su periplo con los Hawks está destinado a durar tres años más como mínimo. Horford visualiza su escenario ideal: llegar a convertirse en uno de esos jugadores como Tim Duncan o Kobe Bryant que nacen, crecen y se reproducen en la misma franquicia.
"Bueno, eso sería lo ideal y añadiendo piezas necesarias. Pero yo me enfoco más que nada en esta temporada y en ser el mejor equipo que podamos ser", comentó. "Estamos progresando. Yo encuentro que estamos en un lugar bueno ahora mismo. Estamos mejorando como equipo, nos estamos conociendo los unos con los otros y nos estamos familiarizando con el tema de un sistema. Veo al equipo bien", apuntó.
AYUDA MUTUA
La presencia del internacional dominicano está ayudando a que Gustavo se integre mucho mejor en el equipo, y es que ya se sabe, ambos tienen ese punto latino que no tiene fronteras en términos de conexión.
"Es instantánea por poder hablar la misma lengua y el poder compartir muchas cosas", agregó Horford. "Es algo que le ha favorecido a él y yo sé que a mí también. Estamos esperando que él se recupere de su lesión. Yo sé que nos va a poder ayudar mucho ya cuando esté saludable. Es un jugador que no importa la noche, va a salir y va a jugar intenso. Va a rebotar la pelota, va a jugar agresivo, no le tiene miedo a nada y él siente como que tiene que probar algo y eso es muy importante para un jugador", señaló.
En su tercer año en EE.UU. Ayón ya se defiende bien con el inglés, pero reconoce que en Horford hay un compañero y amigo que le está sirviendo de bastón en en estos primeros meses en Atlanta.
"Al es una grandísima persona. Además de ser un grandísimo jugador, una estrella dentro de la NBA. Todo el tiempo está tratando de ayudarme, ya no necesito mucho con el tema del inglés, de todos modos está ahí siempre hablando", explicó. "De él aprendí que es un jugador que está todas las noches, que trabaja, que es muy responsable y que siempre te está diciendo qué es lo que se tiene que hacer. Tiene muchos años en la NBA por lo cual le aprendes muchísimimo. Ha vivido muchas cosas tanto dentro como fuera de la cancha", apostilló.
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Baloncesto
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