Construir un equipo con posibilidades de éxito
en la Liga Dominicana es una tarea complicada. A los gerentes generales
cada vez les resulta más difícil poner en el terreno el equipo que con
meses de antelación han diseñado y por ello a menudo tienen que recurrir
a un plan “B”, “C” y hasta “D”.
Los nuevos acuerdos invernales con MLB y la Fatiga Extrema se han agregado a un rosario de inconvenientes que han terminado convirtiendo el tablero de los equipos en verdaderos rompecabezas.
En la reestructuración del equipo trabaja mucha gente, pero la palabra final, generalmente, la tienen los gerentes generales.
“El trabajo de una gerencia comienza en febrero o marzo con el inicio de los entrenamientos”, explica Pablo Peguero, quien está en su tercera temporada con los Gigantes del Cibao. En esos primeros meses del año todos los gerentes generales, acompañados de las personas que le asisten en operaciones de béisbol y directivos, suelen hacer un tour por la Florida y Arizona, donde entrenan todas las organizaciones, para hacer o mantener el contacto con las mismas, así como para darles seguimiento a los jugadores comunes.
“En los Gigantes, la oficina de operaciones de béisbol, respetando la presidencia, a la que le notificamos todo, tiene a su cargo las contrataciones de jugadores, cambios y las escogencias en el Draft (de Novatos)”, apunta Peguero durante el Café Deportivo realizado por LISTIN DIARIO con los gerentes de los seis conjuntos del torneo otoño-invernal.
“La función es tratar de adquirir el talento para hacer el equipo mejor. Esa es la funcion del gerente general”, acota Eddy Toledo, quien está en su cuarta campaña como tal con las Estrellas Orientales.
“Es una posición difícil muchas veces, muy difícil. Se trabaja casi el año entero”, señala. “En el caso mío, es un poquito más fuerte por la condición y el background que tienen las Estrellas”.
Prohibiciones complican labor de los gerentes
Félix Francisco, de los Toros del Este, agrega que “todas las sorpresas que en el camino tú encuentras” alejan las posibilidades de mantener un equipo compitiendo por los primeros lugares.
A manera de ejemplo, señala que “en agosto nosotros teníamos abundancia de jugadores del medio (del terreno) con Alex Hanson, José Ramírez, Héctor Gómez, Angelis Nina y otros”.
Señala que “repentinamente” hoy solo puedo contar con Gómez y Nina. Ramírez, el Novato del Año del pasado torneo, no podrá ver acción con los Toros al menos hasta diciembre porque está en róster de 40 con los Indios de Cleveland, y los demás porque sus organizaciones madre los enviarán a Arizona Fall League.
“Cada día yo creo que en este trabajo de gerente tú tienes que ser una persona con mucha capacidad de adaptación”, subraya Francisco. “Adaptación en todo sentido, róster, peloteros, relaciones humanas. Hoy parece que todo está bien y mañana tienes que tomar el telefono para buscar un refuerzo”.
Stanley Javier, quien como jugador dio grandes satisfacciones a las Águilas Cibaeñas y ahora trata de hacerlo como gerente general, afirma que en ese club hay “un punto de vista corporativo, pero que al final pesa más el de operaciones de béisbol”.
Expresa que no le interesa ni quiere saber nada de lo se hacía antes en el combinado cibaeño y que se ha propuesto establecer “su” sistema, que, explica, está basado en la información, la preparación y la disciplina del jugador.
“Quiero establecer mi propio sistema. Yo entiendo que si los jugadores, los coaches y la directiva creen eso ayuda a que el equipo tenga armonía...eso ayuda”, dice.
El vicepresidente ejecutivo de los Leones del Escogido, José Miguel Bonetti Du-Breil, representó en el acto al Escogido , que tiene a Moisés Alou como exitoso gerente general que ha conducido al mismo a ganar tres de los últimos cuatro campeonatos. alou no pudo asistir al Café por compromisos familiares.
“Este es uno de los trabajos más difíciles que yo he tenido”, confiesa Bonetti Du-Breil, quien se ha involucrado mucho en todo lo relativo al equipo.
Indica que cuando las cosas marchan bien los elogios llegan, pero que la crítica no se hace esperar cuando las derrotas marcan el paso.
Niega que el Escogido pague mejores salarios que los demás, como muchos creen.
“Nosotros no pagamos más, ahora bien cuando ya estamos metidos en el compromiso de llegar a donde tenemos que llegar, si hay que buscar a alguien a Japon lo mandamos a buscar”, enfatiza.
Declara que Moisés pone atención en resolver los problemas familiares y de otra índole que se presentan en el día a día a los peloteros que están entregados a la causa.
Añade que esas tareas él y Junior Noboa, vicepresidente de Operaciones de Béisbol del equipo escarlata, lo complementan para que las cosas marchen bien en cuestiones que parecen simples como entregarles las boletas que solicitan para los juegos y “otros problemas que surgen detrás de cámara”.
Manny Acta, quien no pudo estar presente en el conversatorio por la enfermedad de su hermana Anaima y fue representado por Carlos José Lugo, uno de sus asistentes,
dijo en una entrevista concedida el pasado martes a este diario, que ahora tendrá la oportunidad de poner desde el primer día en el terreno un buen grupo para que el manager Mike Guerrero tenga éxito.
“Ese es el reto mayor que yo tengo. Nunca vas a tener todo lo que tú quieras. A veces hay jugadores que no están accesible o que en caso ideal pudieras cambiarlos, pero se necesitan dos para bailar”, señala dejando entrever lo difícil que resulta hacer canjes en esta liga.
En un momento de tantas restricciones, Lugo destaca que Acta, dirigente de los Nacionales de Washington (2007-2009) y de los Indios de Cleveland (2010-2012) puede ser fundamental para abrir puertas.
“Las relaciones que tiene Manny, las relaciones que tienen cada uno de los gerentes actuales de los otros equipos, creo que en la época actual del béisbol de invierno, es fundamental y muy importante”, puntualiza.
“Creo que ese es uno de los principales valores que él va a a aportar a la posición”, resalta Lugo, un versado cronista deportivo con gran conocimiento también de la sabermetría.
Entre todos los gerentes hay consenso de que despedir peloteros es la parte más engorrosa que tienen que enfrentar.
A la mayoría tampoco no le resulta grato discutir contratos con los peloteros.
“Eso puede afectar la relación gerente-peloteros porque el valor que ellos creen tener no siempre es igual al que uno piensa”, aclara Acta.
Los nuevos acuerdos invernales con MLB y la Fatiga Extrema se han agregado a un rosario de inconvenientes que han terminado convirtiendo el tablero de los equipos en verdaderos rompecabezas.
En la reestructuración del equipo trabaja mucha gente, pero la palabra final, generalmente, la tienen los gerentes generales.
“El trabajo de una gerencia comienza en febrero o marzo con el inicio de los entrenamientos”, explica Pablo Peguero, quien está en su tercera temporada con los Gigantes del Cibao. En esos primeros meses del año todos los gerentes generales, acompañados de las personas que le asisten en operaciones de béisbol y directivos, suelen hacer un tour por la Florida y Arizona, donde entrenan todas las organizaciones, para hacer o mantener el contacto con las mismas, así como para darles seguimiento a los jugadores comunes.
“En los Gigantes, la oficina de operaciones de béisbol, respetando la presidencia, a la que le notificamos todo, tiene a su cargo las contrataciones de jugadores, cambios y las escogencias en el Draft (de Novatos)”, apunta Peguero durante el Café Deportivo realizado por LISTIN DIARIO con los gerentes de los seis conjuntos del torneo otoño-invernal.
“La función es tratar de adquirir el talento para hacer el equipo mejor. Esa es la funcion del gerente general”, acota Eddy Toledo, quien está en su cuarta campaña como tal con las Estrellas Orientales.
“Es una posición difícil muchas veces, muy difícil. Se trabaja casi el año entero”, señala. “En el caso mío, es un poquito más fuerte por la condición y el background que tienen las Estrellas”.
Prohibiciones complican labor de los gerentes
Félix Francisco, de los Toros del Este, agrega que “todas las sorpresas que en el camino tú encuentras” alejan las posibilidades de mantener un equipo compitiendo por los primeros lugares.
A manera de ejemplo, señala que “en agosto nosotros teníamos abundancia de jugadores del medio (del terreno) con Alex Hanson, José Ramírez, Héctor Gómez, Angelis Nina y otros”.
Señala que “repentinamente” hoy solo puedo contar con Gómez y Nina. Ramírez, el Novato del Año del pasado torneo, no podrá ver acción con los Toros al menos hasta diciembre porque está en róster de 40 con los Indios de Cleveland, y los demás porque sus organizaciones madre los enviarán a Arizona Fall League.
“Cada día yo creo que en este trabajo de gerente tú tienes que ser una persona con mucha capacidad de adaptación”, subraya Francisco. “Adaptación en todo sentido, róster, peloteros, relaciones humanas. Hoy parece que todo está bien y mañana tienes que tomar el telefono para buscar un refuerzo”.
Stanley Javier, quien como jugador dio grandes satisfacciones a las Águilas Cibaeñas y ahora trata de hacerlo como gerente general, afirma que en ese club hay “un punto de vista corporativo, pero que al final pesa más el de operaciones de béisbol”.
Expresa que no le interesa ni quiere saber nada de lo se hacía antes en el combinado cibaeño y que se ha propuesto establecer “su” sistema, que, explica, está basado en la información, la preparación y la disciplina del jugador.
“Quiero establecer mi propio sistema. Yo entiendo que si los jugadores, los coaches y la directiva creen eso ayuda a que el equipo tenga armonía...eso ayuda”, dice.
El vicepresidente ejecutivo de los Leones del Escogido, José Miguel Bonetti Du-Breil, representó en el acto al Escogido , que tiene a Moisés Alou como exitoso gerente general que ha conducido al mismo a ganar tres de los últimos cuatro campeonatos. alou no pudo asistir al Café por compromisos familiares.
“Este es uno de los trabajos más difíciles que yo he tenido”, confiesa Bonetti Du-Breil, quien se ha involucrado mucho en todo lo relativo al equipo.
Indica que cuando las cosas marchan bien los elogios llegan, pero que la crítica no se hace esperar cuando las derrotas marcan el paso.
Niega que el Escogido pague mejores salarios que los demás, como muchos creen.
“Nosotros no pagamos más, ahora bien cuando ya estamos metidos en el compromiso de llegar a donde tenemos que llegar, si hay que buscar a alguien a Japon lo mandamos a buscar”, enfatiza.
Declara que Moisés pone atención en resolver los problemas familiares y de otra índole que se presentan en el día a día a los peloteros que están entregados a la causa.
Añade que esas tareas él y Junior Noboa, vicepresidente de Operaciones de Béisbol del equipo escarlata, lo complementan para que las cosas marchen bien en cuestiones que parecen simples como entregarles las boletas que solicitan para los juegos y “otros problemas que surgen detrás de cámara”.
Manny Acta, quien no pudo estar presente en el conversatorio por la enfermedad de su hermana Anaima y fue representado por Carlos José Lugo, uno de sus asistentes,
dijo en una entrevista concedida el pasado martes a este diario, que ahora tendrá la oportunidad de poner desde el primer día en el terreno un buen grupo para que el manager Mike Guerrero tenga éxito.
“Ese es el reto mayor que yo tengo. Nunca vas a tener todo lo que tú quieras. A veces hay jugadores que no están accesible o que en caso ideal pudieras cambiarlos, pero se necesitan dos para bailar”, señala dejando entrever lo difícil que resulta hacer canjes en esta liga.
En un momento de tantas restricciones, Lugo destaca que Acta, dirigente de los Nacionales de Washington (2007-2009) y de los Indios de Cleveland (2010-2012) puede ser fundamental para abrir puertas.
“Las relaciones que tiene Manny, las relaciones que tienen cada uno de los gerentes actuales de los otros equipos, creo que en la época actual del béisbol de invierno, es fundamental y muy importante”, puntualiza.
“Creo que ese es uno de los principales valores que él va a a aportar a la posición”, resalta Lugo, un versado cronista deportivo con gran conocimiento también de la sabermetría.
Entre todos los gerentes hay consenso de que despedir peloteros es la parte más engorrosa que tienen que enfrentar.
A la mayoría tampoco no le resulta grato discutir contratos con los peloteros.
“Eso puede afectar la relación gerente-peloteros porque el valor que ellos creen tener no siempre es igual al que uno piensa”, aclara Acta.
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