Veras, quien pasó de los Astros a los Tigres el lunes, sabe cómo lidiar con un cambio de ambiente a mediados de una campaña.
"He tenido que manejar esto, porque me ha sucedido antes", dijo Veras, quien lanzó una entrada en blanco por Detroit el martes. "Y ahora que estoy aquí, tengo que enfocarme en seguir haciendo mi trabajo. Ese siempre ha sido mi modo de pensar. No importa qué uniforme tenga puesto, se me ha asignado una labor y tengo que cumplir con ella".
El rol de Veras con los Tigres es muy diferente al que tenía en Houston. Después de varias temporadas como relevista intermedio, los Astros le dieron a Veras la oportunidad de cerrar y lo hizo bastante bien. Ahora con los Tigres, ha vuelto a su papel de antes.
"No lo adquirimos para que fuera nuestro taponero, ni para la octava entrada, porque estamos a gusto con (el dominicano Joaquín) Benoit y (Drew) Smyly", dijo Dave Dombrowski, el presidente y gerente general de los felinos.
Por su parte, Veras no siente que necesite ser ajuste alguno.
"No le doy mente a un puesto específico. No tengo inconveniente", dijo el derecho. "Me concentro en hacer mi trabajo y sacar mis tres outs. Sea cual sea la situación, tengo que hacer lo que me toque hacer, encargarme de mi parte y dejar que los otros muchachos hagan el resto. Fui preparador de mesa durante cinco años y ésta fue mi primera oportunidad como cerrador. Ahora estoy aquí y les dije que estoy disponible para el momento que me necesiten".
El ajuste quizás sea en el clubhouse. Cuando Veras hablaba de sus compañeros de equipo en los Astros, se expresaba como si se tratara de su familia, a pesar de que el 2013 fue su primera temporada en Houston. Veras conoce a varios de sus nuevos compañeros en los Tigres - de hecho, su compatriota Ramón Santiago es su vecino en la República Dominicana - pero la situación es distinta.
"Son muchos los muchachos buenos allí. Se trata de un buen equipo joven, buenos peloteros jóvenes", dijo Veras acerca de los Astros. "Fue impactante el momento (en que me enteré del cambio) pero después me dije que Dios se encarga de esas cosas. Me puso en la posición que considera es la mejor para mí. Me trajo a un equipo ganador. Eso es una bendición.
"Me siento bendecido porque me gusta competir. Me da gusto colaborar con un equipo con posibilidades de llegar a la Serie Mundial. Ese es nuestro sueño, nuestra meta como peloteros".
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