Una radiografía tomada a Canó arrojó negativo y un kinesiólogo informó a la cadena FOX que se trató de una leve dolencia en el cuádriceps.
"Voy a estar bien", dijo Canó, añadiendo que no cree que tenga problemas para jugar el viernes en el inicio de una serie en Boston.
"Fue nada más en el cuádriceps, no sentí nada en la rodilla", añadió.
Canó fue impactado por una recta de 96 millas por lanzada por Harvey, pero caminó a la primera base tras ser examinado por el kinesiólogo. Luego que Miguel Cabrera se ponchó, Canó salió cojeando del terreno con sus zapatillas con colores brillantes.
"Intenté un lanzamiento adentro, esas cosas pasan de vez en cuando", dijo Harvey a la televisión tras completar su tarea de dos innings. "Me siento mal. Quiero darle mis disculpas".
"Sé que no fue su intención de pegarte con un pelotazo", señaló Canó. "Son cosas del juego".
Dustin Pedroia, de los Medias Rojas, entró a correr por Canó y permaneció en el partido.
Canó, uno de los pocos astros de los Yanquis que han estado libre de lesiones durante la primera mitad de la temporada, lidera a su equipo con 21 jonrones y 65 carreras remolcadas.
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