"Lo que Lebron demopstró fue su grandeza, que hizo lucir las cosas fáciles", reconoció el coach Erik Spoelstra.
"Su impulso en el tercer cuarto fue increíble. Estuvo incansable, haciendo jugadas a ambos extremos de la cancha, capturando rebotes, cubriendo un gran terreno a la defensa y terminando prácticamente cada jugada ofensiva para nosotros", dijo Spoelstra.
Sobre la actuación de Haslem, autor de diez cartones en ese tercer período en que Miami se despegó definitivamente en el marcador, el coach dijo no sentirse sorprendido.
"Esto lo hemos visto muchas veces. Pero más que los puntos, él (Haslem) marcó la tónica física del equipo y asumió el reto".
"En el tercer cuarto, hizo de todo, cubriendo terreno, haciendo pantallas, reboteando. Fue también inagotable".
El entrenador del Heat también agradeció el esfuerzo de Mario Chalmers, Norris Cole y Dwyane Wade, a pesar de que este último no tuvo su mejor noche, con sólo diez puntos.
"Nosotros necesitábamos esto desde el principio, pero ha sido gradual. Nuestros armadores (Chalmers y Cole) han sido progresivamente haciendo un juego más agresivo. Necesitábamos que ambos hicieran las jugadas y defendieran más. Mario está jugando con gran confianza y vamos a necesitar otro esfuerzo más de ellos".
Entretanto, a Wade lo calificó como un guerrero. "Sé que cuando revise el partido veré las grandes jugadas defensivas que hizo. No se trata sólo de sus jugadas habituales. Muchas veces nuestra ofensiva pasó por él, ayudando a mover el balón".
El sexto partido se jugará en Indiana el próximo sábado. Un triunfo de los Pacers obligaría a un séptimo y decisivo encuentro el lunes. Una victoria del Heat enviaría a Miami a su tercera final consecutiva de la NBA, donde enfrentaría a los San Antonio Spurs.
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