Quiere más contacto, poder y paciencia en su ofensiva-
A pesar de sus problemas, Alvarez ha ayudado a los Piratas a mantenerse en la lucha en el 2013.
CHICAGO
-- Las altas expectativas siempre han estado entorno a él, debido al
torrencial de talento que posee, por eso desde que firmó para el
profesional en el 2008 se le etiquetó como una estrella a futuro y
cuando en el 2012 conectó 30 jonrones y remolcó 85 carreras se dijo que
ya había llegado el gran momento de Pedro Álvarez en Grandes Ligas.
Manejar esa situación no ha sido problema para el pelotero dominicano,
de Santo Domingo, quien en su cuarta temporada en las mayores procura
terminar de explotar sus condiciones y ya exhibirlas consistentemente,
dejando atrás esos períodos de intermitencia.
Este año, como en los anteriores tres en los que ha iniciado la campaña en el máximo nivel, con los Piratas de Pittsburgh, ese proceso no fue fácil en las primeras de cambio, pero pudo sortear los inconvenientes y dejó una buena producción para un jugador como él, encargado de remolcar carreras y de dar los batazos grandes. Eso, sin embargo, no lo satisface del todo, porque sabe que puede ser mejor y dar más.
Pedro Álvarez 06/08
"Quiero ser el mejor pelotero que puedo ser y con eso dejo dicho que hay que trabajar en cada aspecto de mi juego. Quiero ser un bateador de contacto, de poder, de buena disciplina en el plato y así ser el bateador más completo que puedo ser", expresó el dominicano, quien en relación a su approach ofensivo en las diferentes situaciones del juego expresó: "Tengo la misma agresividad, la misma mentalidad para estar listo en cada pitcheo, no importa la situación, porque cada turno es igual. No importa si hay cero gente en base o si están las bases llenas, el pitcher está tratando de hacerme out y yo estoy tratando de hacer mi trabajo, por eso lo primordial es estar listo para cada pitcheo".
Ante esas pretensiones de querer ya y de una vez por todas terminar de explotar todas sus condiciones y de ser un bateador consistente, Álvarez se enfoca en trabajar y en sacar provecho de cada uno de los juegos y de las diferentes experiencias y circunstancia que se le presentan.
Entrar en desesperación no es una opción para él, pues conoce perfectamente las habilidades que tiene y que en cualquier momento, más temprano que tarde todo florecerá y se exhibirá en un mismo momento, por lo que presionarse queriendo hacer de más no es una opción.
"Se sabe que el talento está y que se puede hacer lo que se hizo el año pasado. Ahora todo está en seguir aprendido y en seguir mejorando, pero en este juego lo que más te ayuda a aprender es la experiencia y la repetición que uno tiene. Mientras tanto solo hay que salir todos los días y disfrutar la oportunidad y jugar, porque esto es un juego y si se convierte en trabajo y uno hace un esfuerzo mayor y por eso es que las cosas le comienzan a salirle mal a uno", expresó.
Esa campaña del 2012 a la que hace referencia el dominicano sirvió para que todas las elevadas expectativas que con él se han tenido se desbordaran para esta temporada, pensando en que ya había encontrado su nivel y que iba a comenzar a arrollar con su ofensiva, convirtiéndose en uno de los bateadores más peligrosos y productivos del beisbol. Todo eso luego de dejar registros de 25 dobles, 30 jonrones y 85 carreras remolcadas.
Pero al inicio de este año no se le pudo ver esa misma consistencia en su bateo, por lo que fue un poco cuestionado. Él, sin embargo, mantuvo su enfoque y le salió al frente a la situación contribuyendo con vuelacercas y fletadas, al punto de comandar en esas categorías a los Piratas, que en estos momentos navegan con buen rumbo en la División Central de la Liga Nacional, en la que van de segundos, con marca de 36-25.
"No puedo decir que nunca he sentido un poco de presión, porque sería mentira. Pero la cuestión es buscar la manera de no querer hacer demasiado, de confiar en que el talento que uno tiene es suficiente y lo único que hay que hacer es confiar en Dios en que él lo va a ayudar a uno y que toda la práctica y todo el esfuerzo que uno pone se va a enseñar a la hora del juego. Para mí solo queda seguir jugando, porque con el tiempo uno se va a seguir conociendo a uno mismo y voy a saber cuáles van a ser mis poderes y debilidades. Así podré yo quedarme con mi approach y ser el mejor pelotero que yo pueda ser", dijo Álvarez.
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