Manifestó que en par de ocasiones se tuvo que ausentar del Escogido para cumplir compromisos de los Piratas de Pittsburgh y que al regresar pudo aportar a la causa aun cuando no estaba en la debida forma. “Son cosas de Dios. Estoy agradecido por haberme dado el talento y también por no lesionarme”.
En una de esas ausencias, cuando los Piratas le prohibieron que siguiera jugando, permaneció un mes sin jugar y al regresar solo practicó un día y pudo ayudar a los Leones. “Hay jugadores que si duran tres o cuatro juegos sin hacer nada se lesionan y, sin embargo, yo duré un mes sin hacer nada y cuando volví todo salió bien”, expresó. Todos los esfuerzos que hizo valieron la pena porque pudo contribuir al triunfo.
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