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domingo, 25 de noviembre de 2012
Clásico Mundial: Cuba genera polémica
5:48 a. m. by LUIS FELIPE ACEVEDO NÙÑEZ
Apenas quedaron oficialmente conformados los cuatro grupos para el
III Clásico Mundial de Béisbol, que se disputará en marzo, y ya empezó
la controversia.
El escenario de la polémica fue el programa radial Zona ESPN, que se
transmite desde Miami con la conducción de los colegas Renato Bermúdez,
Luis Fernando Pérez y Sebastián Martínez Christensen, con la
participación de Cuba como eje de la discusión.
En un mundo ideal, la selección cubana debería estar ubicada en uno
de los dos grupos que se disputarán en el continente americano, ya en la
llave de San Juan, donde aparecen Puerto Rico, Venezuela, República
Dominican y Brasil. O ya en Phoenix, Arizona, donde estarán Estados
Unidos, Canadá, México e Italia.
En un mundo ideal, además, desde La Habana llamarían a integrar el
equipo a la par a los mejores jugadores de la isla y a los Kendrys
Morales, Yoenis Céspedes, Aroldis Chapman y compañía.
En un mundo ideal, los organizadores del certamen obligarían a Cuba a
incluir a sus peloteros, jueguen donde jueguen, so pena de sanciones y
en caso de una negativa desde la isla, armarían un equipo con los
exiliados.
Pero Cuba está bien lejos de lo que pudiera considerarse ideal y
lamentablemente, es imposible desligar su deporte del tema político.
¿Qué hace Cuba ubicada en el grupo A, que se jugará en la ciudad
japonesa de Fukuoka, junto a los anfitriones y las débiles selecciones
de China y España?
No puede olvidarse que Antonio Castro, hijo de Fidel Castro, es
vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol (por obra y
gracia de no se sabe quién). Pero el caso es que lo es y debe haber
movido todas sus influencias para colocar a la selección de la isla en
esa llave geográficamente tan lejana y que además es, desde el punto
competitivo, la más débil.
De esta manera, los cubanos garantizan casi al seguro uno de los dos
boletos que concede ese grupo a la segunda ronda, pues ni chinos, ni
españoles, parecen rivales capaces de sorprenderlos.
Para los jerarcas del béisbol en la isla es un imperativo ya no
ganar, algo que no conocen desde hace años, pero al menos hacer un papel
aceptable y por razones que van mucho más allá de la cuestión
exclusivamente deportiva.
El deporte en Cuba es propaganda, como lo fue en la desaparecida Unión Soviética y en sus satélites del este de Europa.
Pero sobre todo, la ubicación de la selección en Fukuoka busca
esquivar la posibilidad de tener que disputar la segunda ronda nada
menos que en Miami, la capital del exilio cubano en Estados Unidos.
Son muchos los motivos y todos mezclados con el tema político.
En Miami, pueden apostar, el Marlins Park se reventaría de cubanos ávidos por apoyar a la selección de su país de origen.
El exilio ha ido cambiando y ya son cada vez menos los intransigentes
que, a pesar de tener sus razones poderosísimas y justas para ello,
formarían piquetes de protesta frente al estadio para repudiar la
presencia de los peloteros "de Castro".
Encima de eso, la tentación a escapar en busca de un mejor futuro
sería incomparable en Miami que en cualquier otro sitio, aún cuando el
equipo cubano, si avanza a las semifinales, jugaría en territorio
estadounidense.
Todos estos elementos constituirían una distracción extradeportiva
que al parecer, los organizadores del Clásico prefieren evitar, aunque
para ello tengan que ceder a las presiones políticas que llegan desde La
Habana.
Etiquetas:
Béisbol
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