"Más que otra cosa, creo que he estado en el lugar indicado en el momento preciso", dijo Dirks. "No voy a decir que yo haya ganado todo por todos los equipos. Siempre es un esfuerzo en conjunto y he sido afortunado de estar en algunos buenos equipos en mi carrera."
La modestia expresada por Dirks no revela la figura que ha sido en el béisbol invernal dominicano, sobre todo en enero y febrero de este año.
Jugando como refuerzo en el Escogido en su serie final contra las Aguilas Cibaeñas, Dirks dio hit de oro por los Leones en el cierre del noveno episodio del último juego para darle la corona al equipo rojo. Más adelante en la Serie del Caribe, el guardabosque de 26 años empujó la carrera decisiva de una victoria del Escogido (República Dominicana) sobre Venezuela e hizo una atrapada clave en los jardines para preservar otro triunfo de los Leones ante la representación de México.
Sin dudas, Dirks ha dejado huella en la pelota caribeña. Ahora pretende conquistar la máxima corona de la Gran Carpa con Detroit. Un título del Clásico de Otoño sería la forma perfecta de culminar su 2012.
"Sería bueno", dijo Dirks. "Disfruté mi tiempo allá y ahora estoy disfrutando mi tiempo aquí. Tenemos que ganar cuatro juegos más."
Dirks, en su segunda temporada en Grandes Ligas, ha sabido poner su granito de arena en esta edición de los Tigres. En un total de 88 partidos y 314 turnos al bate, tuvo promedio de .322 en la campaña regular, con 18 dobles, ocho jonrones, 35 empujadas y un sólido OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .857.
El manager Jim Leyland ha empleado a Dirks-bateador zurdo-mucho más contra lanzadores derechos. Ante los diestros fue que Dirks aportó más, terminando con promedio de .336 y OPS de .889.
En postemporada lleva promedio/porcentaje de embasarse/slugging de .257/.278/.314 en nueve partidos. Pero números aparte, en la Serie Mundial sigue siendo una de las piezas con las que cuenta Leyland contra los Gigantes de San Francisco. Al fin y al cabo Dirks ha sido parte de toda la temporada de los Tigres este año-lo bueno, lo malo y el surgir del último mes que ha llevado al club hasta este punto.
"Sabía que teníamos un buen equipo aquí en Detroit", dijo Dirks. "Todo el mundo jugó duro todo el año.
"Hemos pasado algunas adversidades, pero eso une más al equipo. Ahora tenemos que seguir el ritmo."
En el caso de Dirks, seguir el ritmo significaría otro título más en el 2012
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