La primera mitad de la temporada en las Grandes Ligas ofreció un frenesí sensacional y, con la adición de un segundo wild card, su cierre promete tener las mismas emociones fuertes del año pasado cuando los Cardenales de San Luis borraron una desventaja de más de 10 juegos en su división para luego coronarse campeones de la Serie Mundial.
"Desde el viernes es borrón y cuenta nueva", afirmó el venezolano Pablo Sandoval, cuyos Gigantes de San Francisco retoman la segunda mitad a medio juego de los líderes Dodgers de Los Angeles en el Oeste de la Liga Nacional.
Con el aporte fundamental de figuras de los Gigantes como Sandoval, Melky Cabrera y Matt Cain, la Nacional desplumó 8-0 a la Americana en el Juego de Estrellas del martes para asegurar que por tercer año seguido le toque abrir en casa el Clásico de Otoño.
La ciudad de San Luis mejor que nadie lo puede atestiguar: de un 3-2 en contra ante los Rangers de Texas, los Cardenales ganaron los últimos dos juegos en su Busch Stadium para completar la épica.
"El jugar cuatro juegos en casa en una Serie Mundial es una ventaja enorme", mencionó Sandoval, cuyos Gigantes se consagraron en 2010, también a costa de Texas. "Comenzamos el año con altibajos, pero estamos ahí pegados con los Dodgers. Tenemos la clase y hay que seguir dando el todo para otra Serie Mundial".
Todo está parejo en un año en el que la tónica es la presencia de cuatro inesperados líderes de división, incluyendo a los Nacionales, Piratas y Dodgers al frente en el Viejo Circuito.
—Los Nacionales, una franquicia cuya única participación en los playoffs se remonta a 1981, cuando eran los Expos de Montreal, marcan el paso en el Este. Ahora están radicados en Washington, la capital federal que desde 1933 no ha albergado un juego de postemporada.
—Los Piratas no van a los playoffs desde 1992, precisamente el año de su última temporada con récord positivo. Comandan la Central con un pequeño margen sobre los Rojos y Cardenales.
—Los Dodgers comenzaron el año inmersos en la bancarrota y en pleno proceso de una venta en el que entre los nuevos dueños figura Magic Johnson. Pese a las lesiones de Matt Kemp y Andre Ethier, más sufrir cinco blanqueadas en seis juegos a fines de junio, Los Angeles se han aferrado al primer lugar del Oeste.
El otro imprevisto puntero se encuentra en la Central de la America, donde los Medias Blancas gobiernan por tres juegos de diferencia con una rotación encabezada por Chris Sale y Jake Peavey. La apacible personalidad del nuevo mánager Robin Ventura resultó beneficiosa al reemplazar al volcánico Ozzie Guillén.
Hay otros que no pierden la costumbre.
Pese a las bajas por lesión de los pitchers Mariano Rivera, Andy Pettitte y CC Sabathia, los Yanquis tienen el mejor récord de las mayores, y su diferencia de siete juegos sobre los Orioles de Baltimore, sus escoltas inmediatos en el Este, es la más abultada de las seis divisiones. Los Rangers, bicampeones vigentes de la Americana, arrancaron a todo vapor y señalan el camino en el Oeste, pero los Angelinos de Los Angeles se han acercado peligrosamente.
Si la postemporada tuviese que ponerse en marcha ahora y con el nuevo formato de los playoffs, Baltimore abriría de visita a los Angelinos en el choque de comodín a vida o muerte. El ganador recibiría a los Yanquis en la serie de división. Los Medias Blancas serían locales en la otra serie al mejor de cinco juegos, que sólo por este año arrancarán en el estadio del club con el peor récord de la temporada regular.
En la Nacional, Cincinnati recibiría a Atlanta por el wild card, en un duelo cuyo ganador sería local después frente a los Nacionales. Los Dodgers visitarían a los Piratas.
Aquí algunas de las principales interrogantes rumbo a octubre:
—¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO DEL SEGUNDO WILD CARD?
"Desde el viernes es borrón y cuenta nueva", afirmó el venezolano Pablo Sandoval, cuyos Gigantes de San Francisco retoman la segunda mitad a medio juego de los líderes Dodgers de Los Angeles en el Oeste de la Liga Nacional.
Con el aporte fundamental de figuras de los Gigantes como Sandoval, Melky Cabrera y Matt Cain, la Nacional desplumó 8-0 a la Americana en el Juego de Estrellas del martes para asegurar que por tercer año seguido le toque abrir en casa el Clásico de Otoño.
La ciudad de San Luis mejor que nadie lo puede atestiguar: de un 3-2 en contra ante los Rangers de Texas, los Cardenales ganaron los últimos dos juegos en su Busch Stadium para completar la épica.
"El jugar cuatro juegos en casa en una Serie Mundial es una ventaja enorme", mencionó Sandoval, cuyos Gigantes se consagraron en 2010, también a costa de Texas. "Comenzamos el año con altibajos, pero estamos ahí pegados con los Dodgers. Tenemos la clase y hay que seguir dando el todo para otra Serie Mundial".
Todo está parejo en un año en el que la tónica es la presencia de cuatro inesperados líderes de división, incluyendo a los Nacionales, Piratas y Dodgers al frente en el Viejo Circuito.
—Los Nacionales, una franquicia cuya única participación en los playoffs se remonta a 1981, cuando eran los Expos de Montreal, marcan el paso en el Este. Ahora están radicados en Washington, la capital federal que desde 1933 no ha albergado un juego de postemporada.
—Los Piratas no van a los playoffs desde 1992, precisamente el año de su última temporada con récord positivo. Comandan la Central con un pequeño margen sobre los Rojos y Cardenales.
—Los Dodgers comenzaron el año inmersos en la bancarrota y en pleno proceso de una venta en el que entre los nuevos dueños figura Magic Johnson. Pese a las lesiones de Matt Kemp y Andre Ethier, más sufrir cinco blanqueadas en seis juegos a fines de junio, Los Angeles se han aferrado al primer lugar del Oeste.
El otro imprevisto puntero se encuentra en la Central de la America, donde los Medias Blancas gobiernan por tres juegos de diferencia con una rotación encabezada por Chris Sale y Jake Peavey. La apacible personalidad del nuevo mánager Robin Ventura resultó beneficiosa al reemplazar al volcánico Ozzie Guillén.
Hay otros que no pierden la costumbre.
Pese a las bajas por lesión de los pitchers Mariano Rivera, Andy Pettitte y CC Sabathia, los Yanquis tienen el mejor récord de las mayores, y su diferencia de siete juegos sobre los Orioles de Baltimore, sus escoltas inmediatos en el Este, es la más abultada de las seis divisiones. Los Rangers, bicampeones vigentes de la Americana, arrancaron a todo vapor y señalan el camino en el Oeste, pero los Angelinos de Los Angeles se han acercado peligrosamente.
Si la postemporada tuviese que ponerse en marcha ahora y con el nuevo formato de los playoffs, Baltimore abriría de visita a los Angelinos en el choque de comodín a vida o muerte. El ganador recibiría a los Yanquis en la serie de división. Los Medias Blancas serían locales en la otra serie al mejor de cinco juegos, que sólo por este año arrancarán en el estadio del club con el peor récord de la temporada regular.
En la Nacional, Cincinnati recibiría a Atlanta por el wild card, en un duelo cuyo ganador sería local después frente a los Nacionales. Los Dodgers visitarían a los Piratas.
Aquí algunas de las principales interrogantes rumbo a octubre:
—¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO DEL SEGUNDO WILD CARD?
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