Todavía no está claro el papel que Ray Allen tendrá en Miami, pero eso parece no importarle mucho al líder de la NBA en tiros de tres.
Allen y Rashard Lewis firmaron el miércoles sus contratos con el Heat, que ahora cuenta con un par de polifacéticos veteranos en una alineación que ya tenía a LeBron James, Dywane Wade y Chris Bosh.
Ambos afirmaron que se adaptarán a lo que el equipo necesite.
“Ya veremos qué es lo mejor para mí en esta situación”, declaró Allen, sentado al lado del presidente del equipo, Pat Riley, y del entrenador Erik Spoelstra. “Este equipo ganó un campeonato sin mí. No voy a llegar y pretender que el entrenador se ajuste a mí o a lo que hago. Tengo que encargarme de acoplarme en la cancha con mis nuevos compañeros”. Allen pactó con el Heat el viernes, tras decidir irse de los Celtics de Boston con los que ganó un campeonato en cinco años. Lewis logró un acuerdo el martes. Allen recibirá poco más de tres millones de dólares la próxima temporada, mientras que Lewis recibirá 1,35 millones del Heat, además de otros 13,7 millones de los Hornets de Nueva Orleans por la rescisión de su contrato. “Estoy en un momento de mi carrera en la que he ido al Juego de Estrellas, he jugado 13, 14 años, y gané una buena cantidad de dinero en mi carrera”, comentó Lewis. “Todos se fijan metas en sus carreras, y mi próxima meta obviamente es ganar un campeonato. Uno no puede jugar para siempre, estoy seguro de que ya se me ven las canas”.
Boston intentó retener a Allen y le ofreció el doble de lo que ganará en Miami, pero el escolta decidió irse al equipo que eliminó a sus Celtics en los últimos playoffs.
“Hay apenas un puñado de jugadores en esta liga que realmente meten miedo a sus oponentes. Y Ray es uno de esos jugadores”, comentó Spoelstra.
Allen y Lewis fueron compañeros de equipo en Seattle durante cinco temporadas, de 2003 a 2007, y ambos encajan a la perfección en el plan de Miami de rodear a James, Wade y Bosh con buenos tiradores.
Ambos afirmaron que se adaptarán a lo que el equipo necesite.
“Ya veremos qué es lo mejor para mí en esta situación”, declaró Allen, sentado al lado del presidente del equipo, Pat Riley, y del entrenador Erik Spoelstra. “Este equipo ganó un campeonato sin mí. No voy a llegar y pretender que el entrenador se ajuste a mí o a lo que hago. Tengo que encargarme de acoplarme en la cancha con mis nuevos compañeros”. Allen pactó con el Heat el viernes, tras decidir irse de los Celtics de Boston con los que ganó un campeonato en cinco años. Lewis logró un acuerdo el martes. Allen recibirá poco más de tres millones de dólares la próxima temporada, mientras que Lewis recibirá 1,35 millones del Heat, además de otros 13,7 millones de los Hornets de Nueva Orleans por la rescisión de su contrato. “Estoy en un momento de mi carrera en la que he ido al Juego de Estrellas, he jugado 13, 14 años, y gané una buena cantidad de dinero en mi carrera”, comentó Lewis. “Todos se fijan metas en sus carreras, y mi próxima meta obviamente es ganar un campeonato. Uno no puede jugar para siempre, estoy seguro de que ya se me ven las canas”.
Boston intentó retener a Allen y le ofreció el doble de lo que ganará en Miami, pero el escolta decidió irse al equipo que eliminó a sus Celtics en los últimos playoffs.
“Hay apenas un puñado de jugadores en esta liga que realmente meten miedo a sus oponentes. Y Ray es uno de esos jugadores”, comentó Spoelstra.
Allen y Lewis fueron compañeros de equipo en Seattle durante cinco temporadas, de 2003 a 2007, y ambos encajan a la perfección en el plan de Miami de rodear a James, Wade y Bosh con buenos tiradores.
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