Eso es terreno peligroso para el lanzador contrario.
Pero la forma en que el dominicano Ubaldo Jiménez manejó la situación ante su compatriota el sábado podría ser una muestra de cosas buenas para los Indios en esta temporada.
"Es un gran bateador", diría Jiménez luego del partido. "Cuando estás abajo en el conteo frente a él, no quieres tirarle una 'galletica'".
En vez de eso, Jiménez utilizó un slider que empezó por las manos de Bautista y que terminó en la zona de strike. Éste último lo dejó pasar y empezó a caminar hacia la primera, antes de darse cuenta de que el pitcheo había sido cantado strike. El turno terminaría con un elevado de out a los jardines.
En ese momento Jiménez llevaba un no-hitter. ¿Terminó consiguiéndolo? No. De hecho, el equipo de Cleveland perdió el juego en extrainnings, algo que sucedió dos días consecutivos ante Toronto del viernes al sábado.
Pero fue bien positivo el hecho de Jiménez olvidarse de su suspensión pendiente y verse tan sólido vs. los Azulejos, aunque al final salió sin decisión.
Estamos hablando de un lanzador cuyo desempeño impactará sobremanera el destino de su equipo. Y cuando se habla de la Tribu, se habla de un club que terminó noveno en carreras anotadas de la Liga Americana en el 2011.
Los Indios tendrán que lanzar muy bien si pretenden competir con los Tigres en la División Central de la Liga Americana. El nivel de pitcheo de la Tribu subirá bastante si Ubaldo-su gran adquisición en julio pasado que le costó mucho en cuanto a prospectos se refieren-rinde en el montículo.
"Ese fue el motivo de hacer ese movimiento", dijo el manager de Cleveland, el dominicano Manny Acta. "El tener a alguien como él y a (Justin) Masterson y poder ponerlos en juegos consecutivos puede marcar una gran diferencia en las posiciones."
Acta es el primero en señalar que los Indios no están buscando que Jiménez sea el pitcher que fue en el 2010, cuando lanzó un sin hit ni carrera en abril y terminó la temporada con 19 victorias y efectividad de 2.88.
Cleveland se conformaría con que Jiménez simplemente se acercara a eso. Pero lo complicada que es la mecánica del dominicano hace bien difícil lograr la consistencia. Y aunque los Indios han trabajado con él en su movimiento hacia el plato luego de su errático 2011, Acta asegura no van a "estarlo atacando cada cinco días" hasta que se produzcan los cambios. Aparte de algunos ajustes menores, seguirá igual la esencia de la mecánica del derecho.
"Es difícil", dijo Acta. "Es memoria de los músculos. Una vez has hecho algo un millón de veces, no es fácil agarrar a alguien y decirle, 'Tienes que hacer esto o aquello con tu brazo'."
Entonces, al fin y al cabo dependerá de Jiménez hacer lo más que pueda con su mecánica poco ortodoxa. Repetición, repetición y más repetición, con un ojo puesto en una mejoría de su comando y su eficiencia.
Hubo señales de eso mismo el sábado, aunque al final no consiguió el no hitter ni la victoria. Cuando se le acabó la gasolina en el séptimo inning, empezó a perder el comando de sus pitcheos.
Pero una cosa quedó clara: Este no fue el mismo Jiménez que tuvo efectividad de 7.43, 30 hits permitidos y 15 bases por bolas otorgadas en 23 entradas en la Liga del Cactus.
Cuando alguien notó una disminución en la velocidad de Jiménez, éste se rio junto a Acta.
"No te preocupes", le dijo Ubaldo a su manager. "Estos son los entrenamientos."
En sus últimas salidas de la primavera, la velocidad volvió a un nivel aceptable, pero la pretemporada terminó de una manera bien agria, con el pelotazo propinado a Troy Tulowitzki. La suspensión de cinco juegos-cuyo cumplimiento fue postergado con la apelación anunciada y luego descartada por el derecho-ahora no lo sacará de ninguna apertura en la rotación de los Indios, debido a los días libres en el calendario.
En medio de todo el drama de los entrenamientos, Jiménez les recordaba a todos que estaría con su mejor forma cuando los juegos valieran.
El sábado sí fue el caso.
"Nadie está diciendo que vaya a pitchar así cada cinco días", dijo Acta. "Pero él nos dio la confianza de que va a estar bien. Nos dio tranquilidad.
En vez de eso, Jiménez utilizó un slider que empezó por las manos de Bautista y que terminó en la zona de strike. Éste último lo dejó pasar y empezó a caminar hacia la primera, antes de darse cuenta de que el pitcheo había sido cantado strike. El turno terminaría con un elevado de out a los jardines.
En ese momento Jiménez llevaba un no-hitter. ¿Terminó consiguiéndolo? No. De hecho, el equipo de Cleveland perdió el juego en extrainnings, algo que sucedió dos días consecutivos ante Toronto del viernes al sábado.
Pero fue bien positivo el hecho de Jiménez olvidarse de su suspensión pendiente y verse tan sólido vs. los Azulejos, aunque al final salió sin decisión.
Estamos hablando de un lanzador cuyo desempeño impactará sobremanera el destino de su equipo. Y cuando se habla de la Tribu, se habla de un club que terminó noveno en carreras anotadas de la Liga Americana en el 2011.
Los Indios tendrán que lanzar muy bien si pretenden competir con los Tigres en la División Central de la Liga Americana. El nivel de pitcheo de la Tribu subirá bastante si Ubaldo-su gran adquisición en julio pasado que le costó mucho en cuanto a prospectos se refieren-rinde en el montículo.
"Ese fue el motivo de hacer ese movimiento", dijo el manager de Cleveland, el dominicano Manny Acta. "El tener a alguien como él y a (Justin) Masterson y poder ponerlos en juegos consecutivos puede marcar una gran diferencia en las posiciones."
Acta es el primero en señalar que los Indios no están buscando que Jiménez sea el pitcher que fue en el 2010, cuando lanzó un sin hit ni carrera en abril y terminó la temporada con 19 victorias y efectividad de 2.88.
Cleveland se conformaría con que Jiménez simplemente se acercara a eso. Pero lo complicada que es la mecánica del dominicano hace bien difícil lograr la consistencia. Y aunque los Indios han trabajado con él en su movimiento hacia el plato luego de su errático 2011, Acta asegura no van a "estarlo atacando cada cinco días" hasta que se produzcan los cambios. Aparte de algunos ajustes menores, seguirá igual la esencia de la mecánica del derecho.
"Es difícil", dijo Acta. "Es memoria de los músculos. Una vez has hecho algo un millón de veces, no es fácil agarrar a alguien y decirle, 'Tienes que hacer esto o aquello con tu brazo'."
Entonces, al fin y al cabo dependerá de Jiménez hacer lo más que pueda con su mecánica poco ortodoxa. Repetición, repetición y más repetición, con un ojo puesto en una mejoría de su comando y su eficiencia.
Hubo señales de eso mismo el sábado, aunque al final no consiguió el no hitter ni la victoria. Cuando se le acabó la gasolina en el séptimo inning, empezó a perder el comando de sus pitcheos.
Pero una cosa quedó clara: Este no fue el mismo Jiménez que tuvo efectividad de 7.43, 30 hits permitidos y 15 bases por bolas otorgadas en 23 entradas en la Liga del Cactus.
Cuando alguien notó una disminución en la velocidad de Jiménez, éste se rio junto a Acta.
"No te preocupes", le dijo Ubaldo a su manager. "Estos son los entrenamientos."
En sus últimas salidas de la primavera, la velocidad volvió a un nivel aceptable, pero la pretemporada terminó de una manera bien agria, con el pelotazo propinado a Troy Tulowitzki. La suspensión de cinco juegos-cuyo cumplimiento fue postergado con la apelación anunciada y luego descartada por el derecho-ahora no lo sacará de ninguna apertura en la rotación de los Indios, debido a los días libres en el calendario.
En medio de todo el drama de los entrenamientos, Jiménez les recordaba a todos que estaría con su mejor forma cuando los juegos valieran.
El sábado sí fue el caso.
"Nadie está diciendo que vaya a pitchar así cada cinco días", dijo Acta. "Pero él nos dio la confianza de que va a estar bien. Nos dio tranquilidad.
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