Angelo Dundee, el brillante motivador que trabajó en la esquina de Muhammad Ali en sus más grandes peleas y llevó a Sugar Ray Leonard a la victoria en su más importante riña, falleció el miércoles en Tampa, Florida. Tenía 90 años.
El genial Dundee era mejor conocido por estar en la esquina de Ali por casi la totalidad de su carrera, pero el boxeo lo conoció como un embajador del deporte y una figura de integridad en una disciplina que a veces carecía de ella.
Murió con su familia rodeándolo, dijo su hijo, Jimmy Dundee, pero no antes de asistir al cumpleaños número 70 de Ali en Louisville, Kentucky, el mes pasado.
"Esa era la forma en que quería irse", dijo Jimmi Dundee. "Hizo todo lo que quería hacer".
El promotor Bob Arum dijo que estaba planificando traer a Dundee a Las Vegas el 18 de febero para una gala benéfica encabezada por Ali. Llamó a Dundee una leyenda del boxeo, alguien que trabajó en la esquina de varias de las mejores peleas de todos los tiempos.
"Era magnífico, era el paquete completo", dijo Arum. "Angelo fue el más grande motivador de todos los tiempos. No importa cuán mal estuviesen las cosas, Angelo le daba un giro positivo a estas. Eso era lo que Ali más amaba de él".
Arum le dio crédito a Dundee por persuadir a Ali a continuar en su tercera pelea frente a Joe Frazier cuando Frazier ganaba fuerzas en el "Thrilla in Manila". Sin Dundee, dijo Arum, Ali no hubiese tenido la fuerza de regresar y detener a Frazier luego del decimocuarto asalto en la icónica pelea.
Un gran motivador y un astuto hombre de esquina, Dundee fue reconocido como uno de los más grandes embajadores del deporte. Fue exaltado al Salón de la Fama en 1994 tras una carrera que duró seis décadas y en la que entrenó a 15 campeones mundiales, incluyendo a Leonard, George Foreman, Carmen Basilio y Jose "Mantequilla" Nápoles.
Nacido Angelo Mirena el 30 de agosto de 1921 al sur de Filadelfia, la carrera boxística de Dundee fue impulsada por su hermano mayor Chris, un promotor. Tras regresar de la Segunda Guerra Mundial -"ganamos, pero no por lo que yo hice"- se unió a Chris en el negocio del boxeo en Nueva York. Angelo y Chris fueron seguidos por otro hermano, Joe, quien era peleador, y los tres se cambiaron el apellido a Dundee para que sus padres no se enteraran que trabajaban en el boxeo.
Trabajó en varias escenas boxísticas con Chris, con paradas en el famoso Stillman´s Gym en Nueva York y en el 5th Street Gym de Miami Beach. La actitud amorosa de Dundee combinada con su marcado acento filadelfiano lo hicieron muy querido. Su profundo amor y respeto por el deporte le ganó el aprecio por todos los que cruzaron por el mundo del boxeo.
"Es el único hombre en el mundo a quien le confiaría a mi propio hijo", dijo una vez el fallecido comentarista Howard Cosell.
Aprendió la mayoría de las estrategias como entrenador de boxeo al ser pupilo de Lou Stillman y Carmen Basilio fue el primer campeón del mundo que trabajó como entrenador, cuando aquél derrotó a Tony De Marco por el título mundial de peso welter, en junio de 1955.
Su reconocimiento internacional le llegaría el 25 de febrero de 1964; en la histórica pelea en que Alí le arrebató el título mundial del peso completo a Sonny Liston.
Murió con su familia rodeándolo, dijo su hijo, Jimmy Dundee, pero no antes de asistir al cumpleaños número 70 de Ali en Louisville, Kentucky, el mes pasado.
"Esa era la forma en que quería irse", dijo Jimmi Dundee. "Hizo todo lo que quería hacer".
El promotor Bob Arum dijo que estaba planificando traer a Dundee a Las Vegas el 18 de febero para una gala benéfica encabezada por Ali. Llamó a Dundee una leyenda del boxeo, alguien que trabajó en la esquina de varias de las mejores peleas de todos los tiempos.
"Era magnífico, era el paquete completo", dijo Arum. "Angelo fue el más grande motivador de todos los tiempos. No importa cuán mal estuviesen las cosas, Angelo le daba un giro positivo a estas. Eso era lo que Ali más amaba de él".
Arum le dio crédito a Dundee por persuadir a Ali a continuar en su tercera pelea frente a Joe Frazier cuando Frazier ganaba fuerzas en el "Thrilla in Manila". Sin Dundee, dijo Arum, Ali no hubiese tenido la fuerza de regresar y detener a Frazier luego del decimocuarto asalto en la icónica pelea.
Un gran motivador y un astuto hombre de esquina, Dundee fue reconocido como uno de los más grandes embajadores del deporte. Fue exaltado al Salón de la Fama en 1994 tras una carrera que duró seis décadas y en la que entrenó a 15 campeones mundiales, incluyendo a Leonard, George Foreman, Carmen Basilio y Jose "Mantequilla" Nápoles.
Nacido Angelo Mirena el 30 de agosto de 1921 al sur de Filadelfia, la carrera boxística de Dundee fue impulsada por su hermano mayor Chris, un promotor. Tras regresar de la Segunda Guerra Mundial -"ganamos, pero no por lo que yo hice"- se unió a Chris en el negocio del boxeo en Nueva York. Angelo y Chris fueron seguidos por otro hermano, Joe, quien era peleador, y los tres se cambiaron el apellido a Dundee para que sus padres no se enteraran que trabajaban en el boxeo.
Trabajó en varias escenas boxísticas con Chris, con paradas en el famoso Stillman´s Gym en Nueva York y en el 5th Street Gym de Miami Beach. La actitud amorosa de Dundee combinada con su marcado acento filadelfiano lo hicieron muy querido. Su profundo amor y respeto por el deporte le ganó el aprecio por todos los que cruzaron por el mundo del boxeo.
"Es el único hombre en el mundo a quien le confiaría a mi propio hijo", dijo una vez el fallecido comentarista Howard Cosell.
Aprendió la mayoría de las estrategias como entrenador de boxeo al ser pupilo de Lou Stillman y Carmen Basilio fue el primer campeón del mundo que trabajó como entrenador, cuando aquél derrotó a Tony De Marco por el título mundial de peso welter, en junio de 1955.
Su reconocimiento internacional le llegaría el 25 de febrero de 1964; en la histórica pelea en que Alí le arrebató el título mundial del peso completo a Sonny Liston.
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