PORT CHARLOTTE - Carlos Peña llegó a los entrenamientos de los Rays y, para sorpresa de nadie, estaba sonriendo.
Los fanáticos de Tampa Bay recuerdan bien la sonrisa del dominicano, quien estuvo con los Rays del 2007 al 2010 y ahora regresa con un pacto de un año. En su primera estadía con el equipo, conectó 144 jonrones y empujó 407 carreras en cuatro temporadas, antes de jugar con los Cachorros en el 2011. Ahora el primera base dice estar en el lugar al que pertenece.
"Me sentí muy cómodo llegando y viendo a los muchachos otra vez, además de los nuevos", dijo Peña. "Pero me siento bien cómodo saludando a todos. Y ellos me han hecho sentir como si nunca me hubiera ido, y así me siento de verdad...(el volver al equipo) ha sido una situación muy emotiva para mí, porque me siento como en casa."
La llegada de Peña se demoró debido a un asunto familiar. Su suegra sufrió un infarto, así que él y su esposa fueron a la República Dominicana para estar cerca de ella. Pero felizmente, Peña afirma que su suegra va en plena recuperación, algo que le permitió volver a Estados Unidos con la mente despejada.
Ahora el toletero puede enfocarse en su pacto de un año y US$7.25 millones con los Rays.
"Estoy muy contento y agradecido con la oportunidad aquí", dijo al respecto. "Era una posibilidad y ahora es una realidad. Vuelvo a formar parte de este clubhouse. Y aunque no estuve aquí (la temporada pasada), siempre pujaba por este equipo y me mantenía en contacto con mis compañeros y mis equipos. Entonces, es más fácil volver, porque en realidad nunca dejé de hablar con todos. Esto es buenísimo."
El regreso de Peña es algo bien positivo en los predios de los Rays.
"Estamos contentos de tenerlo aquí", dijo el manager de Tampa Bay, Joe Maddon. "Él mejora un clubhouse que ya estaba muy bien."
Reid Brignac notó lo positivo que es Peña como persona.
"Nunca tiene días malos", dijo Brignac. "Es un recurso que puedo usar el día que necesite hacerlo. Puedo hablar con él sobre lo que sea, dentro y fuera del terreno. Ha pasado por mucho. Ha aprendido mucho. Ha visto mucho. Es una gran persona y un gran pelotero.
"Todo el mundo sabe que es un gran pelotero", continuó el infielder. "Lleva muchos años siéndolo. Pero los que nunca lo han conocido no saben lo grande que es como persona."
B.J. Upton vio a Peña entrar al clubhouse y comentó que, 'es como si nunca se hubiera ido."
"Jugué tres años con él y fue uno de los mejores compañeros con los que he jugado", continuó Upton. "Una gran persona, dentro y fuera del terreno. Era un líder antes de irse y creo que puede volver y ser ese líder que era."
Por supuesto, el retorno del dominicano lo pone otra vez con la fanaticada de los Rays, grupo con el que Peña siente una conexión especial.
"Uno entiende lo mucho que la gente te aprecia por lo que haces en el terreno, y a veces fuera del terreno, al interactuar con ellos por unos pocos minutos", comentó el veterano. "Y uno entiende que todo esto es más grande que tú. Respeto esto. La única forma de respetar eso y demostrar lo agradecido que estás es salir y ser tú mismo. Y jugar duro todos los días."
Mientras Peña se siente como si nunca se hubiera ido, algo que sí ha cambiado es el nivel de expectativas en los Rays. Ya Tampa Bay no es un equipo fuera del radar de todos. Ahora es un equipo con experiencia y que se espera gane.
"No espero que cambiemos para nada", dijo Peña acerca de las expectativas aumentadas. "Vamos a reconocer que eso es lo que nos rodea. Pero al mismo tiempo tenemos que seguir siendo nosotros mismos y disfrutarlo si es una posibilidad, sin poner en peligro nuestra mentalidad, nuestra cultura o nuestra forma de jugar. Tal vez nos riamos de eso y luego volveremos al trabajo. Así lo hacemos. Seguimos enfocados en lo que tenemos que hacer.
"Me sentí muy cómodo llegando y viendo a los muchachos otra vez, además de los nuevos", dijo Peña. "Pero me siento bien cómodo saludando a todos. Y ellos me han hecho sentir como si nunca me hubiera ido, y así me siento de verdad...(el volver al equipo) ha sido una situación muy emotiva para mí, porque me siento como en casa."
La llegada de Peña se demoró debido a un asunto familiar. Su suegra sufrió un infarto, así que él y su esposa fueron a la República Dominicana para estar cerca de ella. Pero felizmente, Peña afirma que su suegra va en plena recuperación, algo que le permitió volver a Estados Unidos con la mente despejada.
Ahora el toletero puede enfocarse en su pacto de un año y US$7.25 millones con los Rays.
"Estoy muy contento y agradecido con la oportunidad aquí", dijo al respecto. "Era una posibilidad y ahora es una realidad. Vuelvo a formar parte de este clubhouse. Y aunque no estuve aquí (la temporada pasada), siempre pujaba por este equipo y me mantenía en contacto con mis compañeros y mis equipos. Entonces, es más fácil volver, porque en realidad nunca dejé de hablar con todos. Esto es buenísimo."
El regreso de Peña es algo bien positivo en los predios de los Rays.
"Estamos contentos de tenerlo aquí", dijo el manager de Tampa Bay, Joe Maddon. "Él mejora un clubhouse que ya estaba muy bien."
Reid Brignac notó lo positivo que es Peña como persona.
"Nunca tiene días malos", dijo Brignac. "Es un recurso que puedo usar el día que necesite hacerlo. Puedo hablar con él sobre lo que sea, dentro y fuera del terreno. Ha pasado por mucho. Ha aprendido mucho. Ha visto mucho. Es una gran persona y un gran pelotero.
"Todo el mundo sabe que es un gran pelotero", continuó el infielder. "Lleva muchos años siéndolo. Pero los que nunca lo han conocido no saben lo grande que es como persona."
B.J. Upton vio a Peña entrar al clubhouse y comentó que, 'es como si nunca se hubiera ido."
"Jugué tres años con él y fue uno de los mejores compañeros con los que he jugado", continuó Upton. "Una gran persona, dentro y fuera del terreno. Era un líder antes de irse y creo que puede volver y ser ese líder que era."
Por supuesto, el retorno del dominicano lo pone otra vez con la fanaticada de los Rays, grupo con el que Peña siente una conexión especial.
"Uno entiende lo mucho que la gente te aprecia por lo que haces en el terreno, y a veces fuera del terreno, al interactuar con ellos por unos pocos minutos", comentó el veterano. "Y uno entiende que todo esto es más grande que tú. Respeto esto. La única forma de respetar eso y demostrar lo agradecido que estás es salir y ser tú mismo. Y jugar duro todos los días."
Mientras Peña se siente como si nunca se hubiera ido, algo que sí ha cambiado es el nivel de expectativas en los Rays. Ya Tampa Bay no es un equipo fuera del radar de todos. Ahora es un equipo con experiencia y que se espera gane.
"No espero que cambiemos para nada", dijo Peña acerca de las expectativas aumentadas. "Vamos a reconocer que eso es lo que nos rodea. Pero al mismo tiempo tenemos que seguir siendo nosotros mismos y disfrutarlo si es una posibilidad, sin poner en peligro nuestra mentalidad, nuestra cultura o nuestra forma de jugar. Tal vez nos riamos de eso y luego volveremos al trabajo. Así lo hacemos. Seguimos enfocados en lo que tenemos que hacer.
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