CARACAS -- El venezolano Carlos Zambrano, última gran adquisición de los Marlins de Miami, habló el jueves con la prensa por primera vez desde que fue transferido hace dos semanas de los Cachorros de Chicago, y expresó su confianza y alegría por reiniciar su carrera profesional, ahora en el estado de la Florida.
"Esto será como un renacer en mi carrera, y lo digo así, porque es una nueva experiencia, un cambio que genera una nueva oportunidad", dijo Zambrano en el encuentro que se efectuó en un hotel de la capital venezolana.
El lanzador derecho vestirá esta temporada por primera vez en su carrera como grandeliga un uniforme diferente al de los Cachorros, organización con la que debutó en 2001 y en la actuó por 11 temporadas.
De Chicago salió por los reiterados altercados que tuvo con sus compañeros y por los problemas de su volátil carácter. Con ellos tuvo marca de 125 triunfos y 81 derrotas, y un promedio de carreras limpias admitidas de 3.60.
"Mi etapa con los Cachorros fue muy exitosa, a excepción de los dos últimos años. Pero diría que fueron 11 años de éxito y quisiera que se me recordaran así en Chicago. Lamentablemente los dos últimos años no nos comprendimos ninguna de las dos partes y sucedieron muchas cosas. Sin embargo, creo que fueron más los momentos gloriosos que los de perder", dijo Zambrano.
El venezolano, quien fue traspasado a los Marlins a cambio del lanzador Chris Volstad, está seguro de haber dejado atrás todo ese ambiente hostil que lo envolvió en sus últimos años en Chicago.
"Yendo a Miami estaré más relajado, esperando hacer mi trabajo y juntos a mis compañeros trataré de ganar con este equipo. Los Marlins ya cumplieron con su parte de cambiarme hacia allá", dijo el derecho.
Zambrano reconoció la confianza que la gerencia de los Marlins está depositando en él, y agradeció a su compatriota y amigo, Oswaldo Guillén, manager de Miami, por haberlo recomendado ante la directiva del equipo.
"Estoy bastante agradecido por eso con la gerencia y con el propio Ozzie, que hizo todo lo posible para que eso pasara", dijo Zambrano. "Estar con Ozzie en Miami será algo muy beneficioso, porque él es una persona muy carismática, a la que si tú le juegas bien, él estará bien contigo. Es una persona que le da mucha confianza al equipo, que deja que el equipo juegue".
Junto a José Reyes, Mark Buehrle y Heath Bell, el lanzador derecho es parte de las incorporaciones de mayor cartel que han hecho los Marlins para la próxima temporada, en la que inaugurarán estadio y tienen altas expectativas.
"En Miami estaré más cerca de casa y eso será beneficioso, además de la emoción de estar en un nuevo estadio. Ojalá podamos mantener a este equipo unido y con una buena química para que se nos den todas las cosas en el terreno", dijo Zambrano.
El venezolano dijo haberse reencontrado con esa llama interna que había perdido por el béisbol en los últimos años, al lanzar durante esta temporada invernal en su país, con Caribes de Anzoátegui.
"Aquí en Venezuela fue muy emotiva la afición, y pude experimentar lo que quería experimentar. También me reencontré con muchas cosas que había perdido, como la confianza. Ahora gracias a eso tengo un nuevo auge y eso me tiene ansioso para que comience la temporada de Grandes Ligas", dijo el lanzador.
Con Caribes tuvo marca de una derrota sin victoria, en cinco aperturas. Su efectividad fue de 3.61 en 22 innings.
Zambrano está en el último año del contrato de cinco que firmó con los Cachorros en el 2008, y contrario a lo que dijo hace dos temporadas, no piensa retirarse.
"Mi retiro está en manos de Dios, creo que podría jugar dos años más, pero eso está en manos de Dios", dijo el venezolano, de 30 años de edad. Zambrano integrará, junto a Josh Johnson, Mark Buehrle, su compatriota Aníbal Sánchez y Ricky Nolasco, el staff de abridores de los Marlins.
El lanzador derecho vestirá esta temporada por primera vez en su carrera como grandeliga un uniforme diferente al de los Cachorros, organización con la que debutó en 2001 y en la actuó por 11 temporadas.
De Chicago salió por los reiterados altercados que tuvo con sus compañeros y por los problemas de su volátil carácter. Con ellos tuvo marca de 125 triunfos y 81 derrotas, y un promedio de carreras limpias admitidas de 3.60.
"Mi etapa con los Cachorros fue muy exitosa, a excepción de los dos últimos años. Pero diría que fueron 11 años de éxito y quisiera que se me recordaran así en Chicago. Lamentablemente los dos últimos años no nos comprendimos ninguna de las dos partes y sucedieron muchas cosas. Sin embargo, creo que fueron más los momentos gloriosos que los de perder", dijo Zambrano.
El venezolano, quien fue traspasado a los Marlins a cambio del lanzador Chris Volstad, está seguro de haber dejado atrás todo ese ambiente hostil que lo envolvió en sus últimos años en Chicago.
"Yendo a Miami estaré más relajado, esperando hacer mi trabajo y juntos a mis compañeros trataré de ganar con este equipo. Los Marlins ya cumplieron con su parte de cambiarme hacia allá", dijo el derecho.
Zambrano reconoció la confianza que la gerencia de los Marlins está depositando en él, y agradeció a su compatriota y amigo, Oswaldo Guillén, manager de Miami, por haberlo recomendado ante la directiva del equipo.
"Estoy bastante agradecido por eso con la gerencia y con el propio Ozzie, que hizo todo lo posible para que eso pasara", dijo Zambrano. "Estar con Ozzie en Miami será algo muy beneficioso, porque él es una persona muy carismática, a la que si tú le juegas bien, él estará bien contigo. Es una persona que le da mucha confianza al equipo, que deja que el equipo juegue".
Junto a José Reyes, Mark Buehrle y Heath Bell, el lanzador derecho es parte de las incorporaciones de mayor cartel que han hecho los Marlins para la próxima temporada, en la que inaugurarán estadio y tienen altas expectativas.
"En Miami estaré más cerca de casa y eso será beneficioso, además de la emoción de estar en un nuevo estadio. Ojalá podamos mantener a este equipo unido y con una buena química para que se nos den todas las cosas en el terreno", dijo Zambrano.
El venezolano dijo haberse reencontrado con esa llama interna que había perdido por el béisbol en los últimos años, al lanzar durante esta temporada invernal en su país, con Caribes de Anzoátegui.
"Aquí en Venezuela fue muy emotiva la afición, y pude experimentar lo que quería experimentar. También me reencontré con muchas cosas que había perdido, como la confianza. Ahora gracias a eso tengo un nuevo auge y eso me tiene ansioso para que comience la temporada de Grandes Ligas", dijo el lanzador.
Con Caribes tuvo marca de una derrota sin victoria, en cinco aperturas. Su efectividad fue de 3.61 en 22 innings.
Zambrano está en el último año del contrato de cinco que firmó con los Cachorros en el 2008, y contrario a lo que dijo hace dos temporadas, no piensa retirarse.
"Mi retiro está en manos de Dios, creo que podría jugar dos años más, pero eso está en manos de Dios", dijo el venezolano, de 30 años de edad. Zambrano integrará, junto a Josh Johnson, Mark Buehrle, su compatriota Aníbal Sánchez y Ricky Nolasco, el staff de abridores de los Marlins.
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