Los Nacionales de Washington están construyendo un equipo competitivo en el Este de la Liga Nacional por todos los medios posibles.
Aprovechando sus altas selecciones en el draft, firmando a agentes libres y haciendo cambios astutos, el vicepresidente de operaciones de béisbol de Washington, Mike Rizzo, ha hecho del equipo capitalino una franquicia de alto perfil.
Rizzo llegó a los Nacionales en el 2006 como vicepresidente asistente de operaciones de béisbol, luego de ser director de escuchas de los Diamondbacks. Su conocimiento del mundo de los scouts y su habilidad en el desarrollo de jugadores fueron clave en su ascenso al cargo que ocupa desde el 2009.
Ahora los Nacionales cuentan con varios jugadores jóvenes capaces de impactar en grande. Este núcleo podría brindarle un gran éxito al club en un futuro cercano.
Bryce Harper, la primera selección del draft del 2010, posiblemente "se cuele" en el equipo grande para el Día Inaugural este año. A sus 19 años, Harper ha exhibido una gran velocidad con el bate, la habilidad de aprovechar todo el terreno, un poder crudo, buena mecánica, un buen contacto consistente, buena velocidad con las piernas y un brazo fuerte y certero.
En otras palabras, Harper ha enseñado las herramientas que pueden resultar en un nivel digno de una estrella a nivel de Grandes Ligas. Se cree que los Nacionales le darán todas las oportunidades posibles de estar con el equipo grande cuando salgan de los entrenamientos de primavera. Si no, seguramente se encontrará en la Gran Carpa en algún momento del 2012.
Además de Harper, Washington presume otros jóvenes talentosos. Michael Morse podría estar entre los peloteros más subestimados del béisbol. Tuvo una temporada sobresaliente en el 2011, bateando .303 con 31 jonrones y 95 empujadas. Juega una defensa sólida en los jardines y también sabe accionar en la primera base.
Morse llegó a Washington en un cambio por el guardabosque Ryan Langerhans.
El pitcheo abridor es otro punto fuerte de los Nacionales.
El equipo capitalino ha construido un bullpen más que decente, con Tyler Clippard y Drew Storen a la cabeza.
Clippard, seleccionado en el draft del 2003 por los Yankees, fue adquirido por el boricua Jonathan Albaladejo. El derecho ha brillado como preparador del cerrador Storen.
De su parte, Storen-la segunda de dos selecciones de primera ronda de Washington en el 2009-se ha ganado el puesto de taponero. La temporada pasada salvó 43 juegos al permitir apenas 57 hits en 75.1 entradas lanzadas. Los equipos ganadores necesitan un cerrador así.
Storen posee una combinación de una recta con gran velocidad, un slider de poder y una muy buena curva. Mezcla bien sus pitcheos y mantiene fuera de paso a los bateadores contrarios.
Cualquier análisis de los Nacionales es incompleto si no se menciona a Stephen Strasburg. Él y Harper deben de compartir el estrellato en la capital durante muchos años, y los elogios serán bien merecidos.
Strasburg, de 23 años, será el as de la rotación de los Nacionales-si se puede mantener en salud.
El derecho se sometió a una cirugía Tommy John en el 2010, y apenas volvió al final del 2011. En septiembre pasado enseñó que está sano. Ahora le toca establecer un ritmo que le permita aguantar una temporada completa de unas 33 aperturas a nivel de Grandes Ligas.
Strasburg supera las 100 millas por hora en su recta, con un movimiento venenoso. También tiene un slider/curva y continúa trabajando en un cambio de velocidad. Los bateadores buscan la recta y ven el cambio. Buscan el slider y ven una recta. Es una combinación letal de pitcheos que les hace la vida difícil a los mejores bateadores.
Lo importante ahora para el diestro es el comando y el control de sus lanzamientos. Si puede tirar strikes y variar su repertorio y secuencia de pitcheos, se convertirá en la estrella que todos creen que será.
Jugadores como Ryan Zimmerman y Jayson Werth han enseñado su gran talento como base de los Nacionales. La próxima ola de peloteros los complementará y ayudará a llevar al equipo al próximo nivel. El talento que va rumbo a Washington de motivo de muchas esperanzas.
Rizzo llegó a los Nacionales en el 2006 como vicepresidente asistente de operaciones de béisbol, luego de ser director de escuchas de los Diamondbacks. Su conocimiento del mundo de los scouts y su habilidad en el desarrollo de jugadores fueron clave en su ascenso al cargo que ocupa desde el 2009.
Ahora los Nacionales cuentan con varios jugadores jóvenes capaces de impactar en grande. Este núcleo podría brindarle un gran éxito al club en un futuro cercano.
Bryce Harper, la primera selección del draft del 2010, posiblemente "se cuele" en el equipo grande para el Día Inaugural este año. A sus 19 años, Harper ha exhibido una gran velocidad con el bate, la habilidad de aprovechar todo el terreno, un poder crudo, buena mecánica, un buen contacto consistente, buena velocidad con las piernas y un brazo fuerte y certero.
En otras palabras, Harper ha enseñado las herramientas que pueden resultar en un nivel digno de una estrella a nivel de Grandes Ligas. Se cree que los Nacionales le darán todas las oportunidades posibles de estar con el equipo grande cuando salgan de los entrenamientos de primavera. Si no, seguramente se encontrará en la Gran Carpa en algún momento del 2012.
Además de Harper, Washington presume otros jóvenes talentosos. Michael Morse podría estar entre los peloteros más subestimados del béisbol. Tuvo una temporada sobresaliente en el 2011, bateando .303 con 31 jonrones y 95 empujadas. Juega una defensa sólida en los jardines y también sabe accionar en la primera base.
Morse llegó a Washington en un cambio por el guardabosque Ryan Langerhans.
El pitcheo abridor es otro punto fuerte de los Nacionales.
El equipo capitalino ha construido un bullpen más que decente, con Tyler Clippard y Drew Storen a la cabeza.
Clippard, seleccionado en el draft del 2003 por los Yankees, fue adquirido por el boricua Jonathan Albaladejo. El derecho ha brillado como preparador del cerrador Storen.
De su parte, Storen-la segunda de dos selecciones de primera ronda de Washington en el 2009-se ha ganado el puesto de taponero. La temporada pasada salvó 43 juegos al permitir apenas 57 hits en 75.1 entradas lanzadas. Los equipos ganadores necesitan un cerrador así.
Storen posee una combinación de una recta con gran velocidad, un slider de poder y una muy buena curva. Mezcla bien sus pitcheos y mantiene fuera de paso a los bateadores contrarios.
Cualquier análisis de los Nacionales es incompleto si no se menciona a Stephen Strasburg. Él y Harper deben de compartir el estrellato en la capital durante muchos años, y los elogios serán bien merecidos.
Strasburg, de 23 años, será el as de la rotación de los Nacionales-si se puede mantener en salud.
El derecho se sometió a una cirugía Tommy John en el 2010, y apenas volvió al final del 2011. En septiembre pasado enseñó que está sano. Ahora le toca establecer un ritmo que le permita aguantar una temporada completa de unas 33 aperturas a nivel de Grandes Ligas.
Strasburg supera las 100 millas por hora en su recta, con un movimiento venenoso. También tiene un slider/curva y continúa trabajando en un cambio de velocidad. Los bateadores buscan la recta y ven el cambio. Buscan el slider y ven una recta. Es una combinación letal de pitcheos que les hace la vida difícil a los mejores bateadores.
Lo importante ahora para el diestro es el comando y el control de sus lanzamientos. Si puede tirar strikes y variar su repertorio y secuencia de pitcheos, se convertirá en la estrella que todos creen que será.
Jugadores como Ryan Zimmerman y Jayson Werth han enseñado su gran talento como base de los Nacionales. La próxima ola de peloteros los complementará y ayudará a llevar al equipo al próximo nivel. El talento que va rumbo a Washington de motivo de muchas esperanzas.
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