Faltando aproximadamente cinco semanas para que comiencen los entrenamientos primaverales en Arizona y la Florida, aún quedan muchas interrogantes. Lo único cierto es que casi todos los equipos lucirán diferentes a cuando salieron al terreno por última vez en septiembre u octubre.
Varios agentes libres de peso, jugadores suplentes y personalidades fuertes cambiaron de uniforme durante la temporada baja y todos esperan tener éxito en sus primeras campañas con sus nuevos clubes.
No hay muchas dudas acerca de lo que los Angelinos pueden esperar del dominicano Albert Pujols. Lo mismo se puede decir de su compatriota, José Reyes, en Miami, C.J. Wilson en Anaheim y otros agentes libres de lujo en sus respectivas ciudades. Pero hay otro grupo de jugadores que espera que un cambio de ambiente les permita revivir sus carreras.
El que podría salir más beneficiado es el venezolano Carlos Zambrano, quien estará con los Marlins después de 11 temporadas en los Cachorros. Cuando se pone las pilas, Zambrano es uno de los mejores lanzadores del béisbol. Ha sido convocado al Juego de Estrellas tres veces y en tres ocasiones ha terminado entre los cinco candidatos con más votos para el Premio Cy Young de la Liga Nacional.
Pero cuando está de malas, Zambrano es, a lo mínimo, una distracción. No obstante, los Marlins esperan que su nuevo manager, el tambien venezolano Ozzie Guillén, quien tiene una amistad sólida con el derecho, pueda mantenerlo enfocado.
Por otro lado, el traslado del dominicano Edinson Vólquez al Oeste es un tema a seguir. Vólquez, quien en diciembre pasó de Cincinnati a San Diego junto a varios prospectos a cambio de Mat Latos, debe de estar encantado de poder hacer la mitad de sus aperturas en el espacioso PETCO Park tras lanzar en el Great American Ball Park durante las últimas cuatro campañas.
Vólquez llega a los Padres con la intención de demostrar que su brillante actuación del 2008 - campaña en la que tuvo marca de 17-6 con promedio de carreras limpias de 3.21 y 206 ponches - no fue una casualidad.
El oriundo de Barahona ha tenido malos momentos desde su primera temporada en Cincinnati. En el 2009 se sometió a la cirugía Tommy John y pasó tiempo en ligas menores en el 2010. También fue bajado en el 2011 después de haber sido el abridor de los Rojos para el Día Inaugural. Pero a sus 28 años de edad, Vólquez aún está a tiempo de cumplir con las expectativas que generó en el 2008 y las amplias dimensiones del PETCO Park podrían ayudarlo.
Al igual que Vólquez, Dontrelle Willis sabe lo que es tratar de cumplir con las expectativas. El zurdo, quien tiene 30 años ahora, ha estado tratando de recobrar la magia y la mecánica que lo hicieron uno de los pitchers más dominantes de Grandes Ligas del 2003 al 2006. En ese tramo, tuvo foja de 58-39 con promedio de carreras limpias de 3.44, pero desde entonces ha tenido 14-30 con 5.65 de efectividad con cinco organizaciones diferentes. Ahora con los Filis, Willis lanzará como relevista y quizás de vez en cuando como abridor. En otras palabras, hará lo que le pidan.
Aaron Rowand, de 34 años, también está buscando restablecerse con otro equipo. Firmó un acuerdo de liga menor con los Marlins en diciembre y Miami espera que brinde profundidad en los jardines.
Casey McGeehee tuvo dos temporadas sólidas en Milwaukee del 2009 al 2010. Tuvo promedio de .301 en el 2009 y la campaña siguiente remolcó 104 carreras. Pero en el 2011, McGee bateó apenas .223 y no vio acción como titular en la postemporada. En diciembre fue enviado a Pittsburgh.
Una vez considerado uno de los prospectos más prometedores en la historia de los Mets, el quisqueyano Fernando Martínez busca comenzar de nuevo con Houston tras ser colocado en la lista de waivers por Nueva York la semana pasada. Debido a varias lesiones, Martínez, quien firmó con los Mets en el 2005 a sus 16 años de edad, nunca estuvo a la altura de las expectativas que se le impusieron. Martínez tiene apenas 23 años y ahora se encuentra con un equipo que está en proceso de construir. Por lo tanto, podría alcanzar su potencial.
No hay muchas dudas acerca de lo que los Angelinos pueden esperar del dominicano Albert Pujols. Lo mismo se puede decir de su compatriota, José Reyes, en Miami, C.J. Wilson en Anaheim y otros agentes libres de lujo en sus respectivas ciudades. Pero hay otro grupo de jugadores que espera que un cambio de ambiente les permita revivir sus carreras.
El que podría salir más beneficiado es el venezolano Carlos Zambrano, quien estará con los Marlins después de 11 temporadas en los Cachorros. Cuando se pone las pilas, Zambrano es uno de los mejores lanzadores del béisbol. Ha sido convocado al Juego de Estrellas tres veces y en tres ocasiones ha terminado entre los cinco candidatos con más votos para el Premio Cy Young de la Liga Nacional.
Pero cuando está de malas, Zambrano es, a lo mínimo, una distracción. No obstante, los Marlins esperan que su nuevo manager, el tambien venezolano Ozzie Guillén, quien tiene una amistad sólida con el derecho, pueda mantenerlo enfocado.
Por otro lado, el traslado del dominicano Edinson Vólquez al Oeste es un tema a seguir. Vólquez, quien en diciembre pasó de Cincinnati a San Diego junto a varios prospectos a cambio de Mat Latos, debe de estar encantado de poder hacer la mitad de sus aperturas en el espacioso PETCO Park tras lanzar en el Great American Ball Park durante las últimas cuatro campañas.
Vólquez llega a los Padres con la intención de demostrar que su brillante actuación del 2008 - campaña en la que tuvo marca de 17-6 con promedio de carreras limpias de 3.21 y 206 ponches - no fue una casualidad.
El oriundo de Barahona ha tenido malos momentos desde su primera temporada en Cincinnati. En el 2009 se sometió a la cirugía Tommy John y pasó tiempo en ligas menores en el 2010. También fue bajado en el 2011 después de haber sido el abridor de los Rojos para el Día Inaugural. Pero a sus 28 años de edad, Vólquez aún está a tiempo de cumplir con las expectativas que generó en el 2008 y las amplias dimensiones del PETCO Park podrían ayudarlo.
Al igual que Vólquez, Dontrelle Willis sabe lo que es tratar de cumplir con las expectativas. El zurdo, quien tiene 30 años ahora, ha estado tratando de recobrar la magia y la mecánica que lo hicieron uno de los pitchers más dominantes de Grandes Ligas del 2003 al 2006. En ese tramo, tuvo foja de 58-39 con promedio de carreras limpias de 3.44, pero desde entonces ha tenido 14-30 con 5.65 de efectividad con cinco organizaciones diferentes. Ahora con los Filis, Willis lanzará como relevista y quizás de vez en cuando como abridor. En otras palabras, hará lo que le pidan.
Aaron Rowand, de 34 años, también está buscando restablecerse con otro equipo. Firmó un acuerdo de liga menor con los Marlins en diciembre y Miami espera que brinde profundidad en los jardines.
Casey McGeehee tuvo dos temporadas sólidas en Milwaukee del 2009 al 2010. Tuvo promedio de .301 en el 2009 y la campaña siguiente remolcó 104 carreras. Pero en el 2011, McGee bateó apenas .223 y no vio acción como titular en la postemporada. En diciembre fue enviado a Pittsburgh.
Una vez considerado uno de los prospectos más prometedores en la historia de los Mets, el quisqueyano Fernando Martínez busca comenzar de nuevo con Houston tras ser colocado en la lista de waivers por Nueva York la semana pasada. Debido a varias lesiones, Martínez, quien firmó con los Mets en el 2005 a sus 16 años de edad, nunca estuvo a la altura de las expectativas que se le impusieron. Martínez tiene apenas 23 años y ahora se encuentra con un equipo que está en proceso de construir. Por lo tanto, podría alcanzar su potencial.
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