El Ministerio de Educación (MINERD) entregó este sábado 17 de diciembre 40 certificados a igual número de jóvenes de diferentes centros educativos que participaron en el proceso de formación de animadores deportivos, promovido por el proyecto Desarrollo Juvenil y Prevención de la Violencia, que realiza la institución con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Fondo Fiduciario del Japón.
Durante la actividad, realizada en la escuela básica Mauricio Báez, de Villa Juana, Ana Rita Guzmán, viceministra de Educación y enlace con los programas de la UNESCO, valoró el apoyo del club Mauricio Báez para lograr que la actividad fuera exitosa.
Sugirió a los egresados del componente Muévete y Participa que tengan un proyecto individual para una sociedad mejor, y que cada uno asuma la responsabilidad de mejorar su entorno. “Esto que hacemos desde el MINERD, con apoyo de la UNESCO y la Embajada del Japón, va dirigido a ustedes, para su desarrollo”, dijo.
La funcionaria dijo a los jóvenes que deben convertirse en actores militantes para contrarrestar la violencia, y que lo que han aprendido no se lo guarden, que sean capaces de enseñárselo a otros.
En tanto, Sheila Valerio, coordinadora general del programa, dijo que a través del componente Muévete y Participa se formaron jóvenes animadores deportivos que se convertirán en multiplicadores en cada uno de los sectores que representan, ya que recibieron entrenamiento en varias disciplinas, como basquetbol, voleibol, futbol, atletismo, balonmano, ajedrez y tenis de mesa.
Explicó que estos procesos no podrían realizarse sin el apoyo de la UNESCO, de la Embajada del Japón, con los fondos aportados, y del MINERD, que ha sido fundamental a través del Departamento de Psicología y Atención a la Diversidad, que dirige Minerva Pérez.
Informó que para que estos jóvenes puedan fungir de multiplicadores se les entregará una parte de la utilería, que será completada en enero.
En el acto también habló Ivelisse Francisco, del liceo Fabio A. Mota (Los Mina), en representación de los cuatro centros educativos que participaron en el entrenamiento de los animadores deportivos, que son: El Centro de Educación Básica de Capotillo, dirigido por Francisca de la Cruz; el liceo Capotillo, bajo la responsabilidad de Magdalena Gómez; el liceo Benito Juárez , en Cristo Rey, dirigido por Luz Belkis Gómez, y Fray Ramón Pané, ubicado en Los Jardines del Norte, que tiene como director a Hilario Marrero.
Igualmente, Manuel Matos, quien representó a José Manuel Paniagua, director del Instituto Nacional de Educación Física (INEFI), expresó su satisfacción por este programa y dijo que espera que la escuela sea un espacio alegre y que los niños cuenten con diversión y aprendizaje.
El joven Gabriel Alcántara, del colegio Nuevo Liceo, dio las gracias en nombre de los estudiantes participantes. Nelson Gómez Acevedo fue el coordinador del taller en el Club Mauricio Báez.
El proyecto fue iniciado el 29 de marzo de este año 201, para contribuir a la integración y desarrollo de la juventud, para prevenir conductas y actitudes violentas en la sociedad, disminuir la exclusión social, la pobreza y la falta de oportunidades de educación y de empleo en nuestros jóvenes.
La primera etapa procura beneficiar alrededor de 6,250 jóvenes de ambos sexos, que residan en la comunidad donde está ubicada la escuela, porque la violencia juvenil representa un problema de salud pública y de seguridad ciudadana en países de Centroamérica y el Caribe, con profundas implicaciones económicas, políticas, educativas y culturales.
Sugirió a los egresados del componente Muévete y Participa que tengan un proyecto individual para una sociedad mejor, y que cada uno asuma la responsabilidad de mejorar su entorno. “Esto que hacemos desde el MINERD, con apoyo de la UNESCO y la Embajada del Japón, va dirigido a ustedes, para su desarrollo”, dijo.
La funcionaria dijo a los jóvenes que deben convertirse en actores militantes para contrarrestar la violencia, y que lo que han aprendido no se lo guarden, que sean capaces de enseñárselo a otros.
En tanto, Sheila Valerio, coordinadora general del programa, dijo que a través del componente Muévete y Participa se formaron jóvenes animadores deportivos que se convertirán en multiplicadores en cada uno de los sectores que representan, ya que recibieron entrenamiento en varias disciplinas, como basquetbol, voleibol, futbol, atletismo, balonmano, ajedrez y tenis de mesa.
Explicó que estos procesos no podrían realizarse sin el apoyo de la UNESCO, de la Embajada del Japón, con los fondos aportados, y del MINERD, que ha sido fundamental a través del Departamento de Psicología y Atención a la Diversidad, que dirige Minerva Pérez.
Informó que para que estos jóvenes puedan fungir de multiplicadores se les entregará una parte de la utilería, que será completada en enero.
En el acto también habló Ivelisse Francisco, del liceo Fabio A. Mota (Los Mina), en representación de los cuatro centros educativos que participaron en el entrenamiento de los animadores deportivos, que son: El Centro de Educación Básica de Capotillo, dirigido por Francisca de la Cruz; el liceo Capotillo, bajo la responsabilidad de Magdalena Gómez; el liceo Benito Juárez , en Cristo Rey, dirigido por Luz Belkis Gómez, y Fray Ramón Pané, ubicado en Los Jardines del Norte, que tiene como director a Hilario Marrero.
Igualmente, Manuel Matos, quien representó a José Manuel Paniagua, director del Instituto Nacional de Educación Física (INEFI), expresó su satisfacción por este programa y dijo que espera que la escuela sea un espacio alegre y que los niños cuenten con diversión y aprendizaje.
El joven Gabriel Alcántara, del colegio Nuevo Liceo, dio las gracias en nombre de los estudiantes participantes. Nelson Gómez Acevedo fue el coordinador del taller en el Club Mauricio Báez.
El proyecto fue iniciado el 29 de marzo de este año 201, para contribuir a la integración y desarrollo de la juventud, para prevenir conductas y actitudes violentas en la sociedad, disminuir la exclusión social, la pobreza y la falta de oportunidades de educación y de empleo en nuestros jóvenes.
La primera etapa procura beneficiar alrededor de 6,250 jóvenes de ambos sexos, que residan en la comunidad donde está ubicada la escuela, porque la violencia juvenil representa un problema de salud pública y de seguridad ciudadana en países de Centroamérica y el Caribe, con profundas implicaciones económicas, políticas, educativas y culturales.
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