SAN FRANCISCO - Barry Bonds permanecerá libre mientras apela su sentencia por presentar un testimonio engañoso ante un jurado de investigación.
Una juez federal sentenció el viernes al rey de jonrones de Grandes Ligas a 30 días de arresto domiciliario, dos años de libertad condicional y 250 horas de servicio comunitario. Luego postergó la aplicación del castigo mientras se dilucida el proceso de apelación que podría demorar más de un año.
La juez Susan Illston también le impuso a Bonds una multa de 4.000 dólares tras ser hallado culpable de obstruir la justicia con su testimonio ante el jurado de investigación hace más de ocho años.
La fiscalía quería que el retirado pelotero pasara 15 meses en prisión.
El fiscal Matthew Parrella argumentó que el arresto domiciliario no es castigo suficiente "para un hombre que vive en una mansión con todas las comodidades". Bonds tiene una mansión en un terreno de casi dos hectáreas en Berverly Hills.
Parrella consideró que la sentencia es apenas "un tirón de orejas" y es casi "un chiste" para un ex astro del béisbol que ganó millones de dólares durante su carrera. El fiscal no estuvo de acuerdo con la conclusión de la juez de que el crimen fue un comportamiento "aberrante" para un ciudadano que siempre cumplió con la ley y que donó millones de dólares a obras de caridad.
"El acusado vivió una vida doble durante décadas", señaló Parrella, quien dijo que Bonds arrojó positivo a esteroides y anfetaminas durante su época como jugador. "Tuvo amantes durante sus matrimonios".
Illston indicó que nada de eso tenía que ver con la sentencia de Bonds, y señaló que recibió "docenas" de cartas de apoyo a Bonds y destacando todo el dinero y el tiempo que el ex jugador dedicó durante "décadas" a obras de caridad.
También señaló que tenía que imponerle a Bonds un castigo similar a los que recibieron otras dos personas vinculadas con la misma investigación.
"Esta es una sentencia adecuada para un cargo en el que no hubo víctima", opinó Stuart Slotnick, un ex fiscal que ahora trabaja como abogado. "Y muchos ponen en tela de juicio la seriedad de los cargos y la motivación de la fiscalía".
Varios seguidores abrazaron a Bonds en el pasillo a las afueras del tribunal cuando terminó la audiencia. El ex pelotero, de 47 años, rehusó hablar.
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