DETROIT - Según la pizarra, Justin Verlander estaba lanzando un juego perfecto. En su mente, por fin había hallado la forma ideal.
Para cuando bajó el telón, el derecho de los Tigres había tenido una campaña casi perfecta.
Durante varios años, el manager de Detroit, Jim Leyland, habló de hacerle ajustes a la manera en que Verlander afrontaba el juego. Simplemente porque sea capaz de tirar su recta a 100 millas por hora no significa que lo deba hacer constantemente. Si ahorra energía al principio, le quedará mucha más al final. Pondrá la bola en juego, sacará los outs con más faclidad y habrá hecho menos lanzamientos cuando llegue a las entradas posteriores.
Por lo tanto, en uno de los días más importantes de su carrera, Verlander sacó un momento para meditar sobre el panorama general. Y mucho después de que terminó la temporada del 2011, mientras reflexionaba acerca de los galardones que recibió, recordó ese instante.
"Recuerdo haber pensando, 'Vamos a tratar de seguir así el resto de la temporada porque me están saliendo bastante bien las cosas en estos momentos", dijo Verlander el mes pasado. "De ahí surgió esa mentalidad porque así me sentí durante todo el juego. Resultó ser el mejor mes de mi carrera, por lo tanto, obviamente, seguí haciendo las cosas de esa manera".
En las cinco semanas siguientes, Verlander estuvo cerca de lanzar otros dos partidos sin hit ni carrera y estableció su reputación como el lanzador más temible del béisbol. En las dos campañas anteriores ya tenía el mejor material en la Gran Carpa, y con éste se apuntó 83 victorias en sus primera cinco campañas. Pero éste fue el año en que su talento verdaderamente comenzó a dar resultados.
Con todos los galardones que recibió, los números de Verlander en el 2011 han salido a relucir un sinnúmero de veces. Con un récord de 24-5, efectividad de 2.40 y 250 ponches en 251 entradas de labor, Verlander completó la Triple Corona de pitcheo. Por más que se repitan, esas cifras siguen siendo asombrosas.
Verlander pitchea de acuerdo a cómo se siente. Tomó esa sensación que tuvo el 7 de mayo y la usó como base, aunque utilizó sus otros lanzamientos mejor y con más frecuencia a medida que fue avanzando la temporada. Verlander había hallado la forma que deseaba y podía tirar strikes en cualquier momento usando cualquiera de sus lanzamientos.
"Creo que lancé mucho mejor", dijo Verlander el mes pasado. "Creo que, realmente, lancé mejor. Al principio de los juegos particularmente, disminuí la velocidad a propósito para crear una base. En retrospectiva, creo que fue un cambio importante en mi modo de lanzar. Creo que me tomó un tiempo para darme cuenta. Lo he hecho en el pasado, pero más tarde en los juegos...
"No cambié nada en mi mecánica. Creo que al final se trata de desacelerarme y lanzar mejor. Si no estoy pitcheando al 100 por ciento (de esfuerzo) y estoy lanzando a un 90 por ciento, voy a ser mucho más preciso".
La rutina de Verlander en la temporada baja tampoco ha cambiado. Mientras le llovían los premios, entre ellos el Cy Young y el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, el serpentinero ya había comenzado a entrenar con miras al 2012, aunque no volverá a lanzar hasta enero. Pero Verlander quiere comenzar la próxima temporada con la misma sensación que tuvo este año, en lugar de demorar un mes para hallarla.
Y es que aun con lo espectacular que fue en el 2011, Verlander considera que tiene espacio para mejorar.
"Creo que soy capaz de hacerlo", dijo Verlander. "No sé si volveré a tener otra temporada como ésta. No estoy asegurando que vaya a suceder, pero tampoco lo descarto. Creo que aún estoy rozando la superficie aquí. La cosas que hice, el esfuerzo que di en los entrenamientos, cambiaron las cosas y me cambiaron a mí".
Por lo tanto, en uno de los días más importantes de su carrera, Verlander sacó un momento para meditar sobre el panorama general. Y mucho después de que terminó la temporada del 2011, mientras reflexionaba acerca de los galardones que recibió, recordó ese instante.
"Recuerdo haber pensando, 'Vamos a tratar de seguir así el resto de la temporada porque me están saliendo bastante bien las cosas en estos momentos", dijo Verlander el mes pasado. "De ahí surgió esa mentalidad porque así me sentí durante todo el juego. Resultó ser el mejor mes de mi carrera, por lo tanto, obviamente, seguí haciendo las cosas de esa manera".
En las cinco semanas siguientes, Verlander estuvo cerca de lanzar otros dos partidos sin hit ni carrera y estableció su reputación como el lanzador más temible del béisbol. En las dos campañas anteriores ya tenía el mejor material en la Gran Carpa, y con éste se apuntó 83 victorias en sus primera cinco campañas. Pero éste fue el año en que su talento verdaderamente comenzó a dar resultados.
Con todos los galardones que recibió, los números de Verlander en el 2011 han salido a relucir un sinnúmero de veces. Con un récord de 24-5, efectividad de 2.40 y 250 ponches en 251 entradas de labor, Verlander completó la Triple Corona de pitcheo. Por más que se repitan, esas cifras siguen siendo asombrosas.
Verlander pitchea de acuerdo a cómo se siente. Tomó esa sensación que tuvo el 7 de mayo y la usó como base, aunque utilizó sus otros lanzamientos mejor y con más frecuencia a medida que fue avanzando la temporada. Verlander había hallado la forma que deseaba y podía tirar strikes en cualquier momento usando cualquiera de sus lanzamientos.
"Creo que lancé mucho mejor", dijo Verlander el mes pasado. "Creo que, realmente, lancé mejor. Al principio de los juegos particularmente, disminuí la velocidad a propósito para crear una base. En retrospectiva, creo que fue un cambio importante en mi modo de lanzar. Creo que me tomó un tiempo para darme cuenta. Lo he hecho en el pasado, pero más tarde en los juegos...
"No cambié nada en mi mecánica. Creo que al final se trata de desacelerarme y lanzar mejor. Si no estoy pitcheando al 100 por ciento (de esfuerzo) y estoy lanzando a un 90 por ciento, voy a ser mucho más preciso".
La rutina de Verlander en la temporada baja tampoco ha cambiado. Mientras le llovían los premios, entre ellos el Cy Young y el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, el serpentinero ya había comenzado a entrenar con miras al 2012, aunque no volverá a lanzar hasta enero. Pero Verlander quiere comenzar la próxima temporada con la misma sensación que tuvo este año, en lugar de demorar un mes para hallarla.
Y es que aun con lo espectacular que fue en el 2011, Verlander considera que tiene espacio para mejorar.
"Creo que soy capaz de hacerlo", dijo Verlander. "No sé si volveré a tener otra temporada como ésta. No estoy asegurando que vaya a suceder, pero tampoco lo descarto. Creo que aún estoy rozando la superficie aquí. La cosas que hice, el esfuerzo que di en los entrenamientos, cambiaron las cosas y me cambiaron a mí".
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