Pues bien, el sorteo deparó dos partidos distintos a los que yo hubiera querido -mi elección era Barcelona vs. Juventus y Real Madrid vs Bayern Munich- pero no por eso menos interesantes. Porque los cruces que se conocieron este viernes en Suiza nos permitirán ver dos partidos muy diferentes entre sí.
Por un lado tendremos la propuesta de posesión tanto del Barcelona como del Bayern Munich. Uno con un estilo un poco más horizontal y otro más vertical, aunque en los últimos tiempos los dos matizaron sus propuestas. Con Luis Enrique Barcelona consiguió acelerar los tiempos de circulación hacia el arco contrario y romper con lo que a veces se hacía un ritmo predecible, mientras que Guardiola le dio un poco más de pausa al habitualmente frenético fútbol alemán. De cualquier manera, de ambos cabe esperar una búsqueda incansable del arco contrario y goles por doquier.
El primer factor es tener un plantel en plenitud, algo difícil a esta altura de la temporada en la que la cantidad de partidos ya pasa factura. En ese sentido, el más entero de los cuatro parece Barcelona, sin bajas de peso y con un rendimiento colectivo que viene en ascenso desde la tan mentada crisis Luis Enrique-Messi de principios de año.
Los otros tres están en proceso de recuperación de varias de sus figuras, como Robben y Ribery en Bayern Munich, Bale, Benzema y Modric en Real Madrid y Pogba en Juventus. Lo que suceda con ellos de acá a las próximas dos semanas puede terminar siendo clave, ya que más allá de su peso individual, su ausencia puede afectar el rendimiento colectivo.
Eso sí, Bayern y Juventus cuentan a su favor tener casi en el bolsillo sus respectivos títulos locales. En un momento en el que es clave tener descanso y recambio, Barcelona y Real Madrid seguirán desgastándose entre ellos al menos por un par de semanas más.
El segundo factor es la historia, que como sabemos, no entra al campo de juego, pero al menos hasta que una racha cambia, tiene su peso propio. Y nos metemos en ella para empezar con el análisis.
BARCELONA V BAYERN MUNICH
A los catalanes los antecedentes cercanos les juegan en contra: de ocho partidos, solamente ganaron uno, en cuartos de final 2009 para clasificar a la siguiente fase y eventualmente quedarse con la Copa, en ese momento con Guardiola, hoy DT del Bayern, en el banco blaugrana.
De la misma manera, cuando Bayern Munich eliminó a Barcelona en el duelo más reciente, el de 2013, terminó consagrándose campeón. Eso sí, la forma fue impactante: 4-0 en la ida y 3-0 en la vuelta en el mismísimo Camp Nou.
Como decíamos arriba, la historia no debería contar cuando rueda la pelota, pero el fantasma de la última serie entre ellos estará dando vueltas hasta que el Barcelona lo ahuyente con su juego. Da la sensación de que no habrá mayores variaciones en su planteo, en el que se destaca una defensa mucho más sólida que en años anteriores y un tridente ofensivo que parece no tener techo, con Suárez aportando cada vez más su cuota goleadora, con Neymar en ascenso y con Messi en una temporada que debe estar entre sus mejores, y eso es mucho decir.
La clave quizás pase por qué versión del Bayern se vea en la ida en España. Contra Porto hubo dos equipos distintos: el de la ida fue timorato y se expuso demasiado abajo. El de la vuelta, en cambio, fue arrollador. Y eso pese a que en ambas ocasiones las ausencias de peso fueron las mismas.
Con un Barcelona más firme atrás, que ya no se regala como antes ni queda expuesto a la contra, el Bayern necesitará de su mejor versión y de sus mejores hombres para hacer lo que mejor sabe: abrir la cancha para fabricarse los espacios. Ahí es dónde Robben o Ribery pueden ser importantísimos, aunque en la vuelta ante Porto no estuvieron e igual los de Guardiola se las ingeniaron para generar innumerables oportunidades.
Una última mención para el regreso de Guardiola a su "hogar", en el que se lució como jugador y terminó de consagrarse como ídolo ya desde el banco. Siempre puede haber algún desubicado por que la unanimidad no existe (¡hasta a Marilyn Monroe le encontraban defectos!), pero anticipo un recibimiento fenomenal sea cual sea el resultado del partido.
JUVENTUS v REAL MADRID
Si hay un italiano, cómo no esperar un partido táctico. Y en este caso le agregamos que, del otro lado, habrá otro italiano en el rol de entrenador. Con lo cual, si el partido entre Barcelona y Real Madrid será una pelea entre dos boxeadores de mucha potencia, el duelo Juventus-Real Madrid se parecerá mucho más a una partida entre dos grandes maestros de ajedrez.
Por el lado de la Juventus, la historia y el presente la consagran como un equipo con una disciplina táctica casi sin fisuras. Desde los tiempos de Scirea, Boniek, Platini y otros grandes jugadores, hasta esta versión actual, los equipos bianconeros son realistas al extremo: difíciles de penetrar atrás, aprovechan cada centímetro que se les ofrece a la hora de contragolpear.
Por algo son tan importantes en ese esquema Tevez y Morata, dos jugadores veloces y escurridizos, que terminaron relegando a Llorente, otro gran delantero pero con menos movilidad. Y sin la Juve eligió no arriesgar ante Mónaco, cómo pensar que lo hará ante un Real Madrid con enorme poder de fuego.
Cerremos el análisis volviendo a la historia, que se remonta a los inicios de la competencia. Pero pongamos el foco en lo que más importa, que es lo más cercano.
Ahí es la Juventus la que lleva ventaja. Si bien en la última ocasión que se midieron el saldo fue una victoria del Madrid y un empate, eso fue en la fase de grupos (en 2013, cuando Juventus terminó eliminada por Galatasaray). En cambio, en 2008 Juventus le ganó los dos encuentros en fase de grupos. Y yendo un poco más atrás, eliminó a Real Madrid en semifinales en 2003 y en octavos en 2005.
Pero como decíamos arriba: a la hora de la verdad, la historia queda en suspenso, al menos mientras sean 11 contra 11 buscando acercarse un poco más a la gloria.
Felicidades.
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