Eso es lo que sucede cuando el equipo al que perteneces agrega a Russell Martin y a Josh Donaldson a la parte gruesa de un orden ofensivo que ya contaba con dominicanos José Bautista y Edwin Encarnación. También es el resultado de dos campañas empañadas por lesiones que han puesto en duda la capacidad de Reyes para soportar la carga de una temporada de 162 juegos.
"Definitivamente es un muchacho clave - es el catalizador", dijo el capataz de Toronto, John Gibbons, acerca de Reyes. "Es preciso que esté en base cuando les toque batear los muchachos en la parte gruesa del lineup. Uno quiere verlo anotar más de 100 carreras. Así es como sabes que disfruta de una buena temporada".
Reyes es uno de los jugadores más enérgicos y positivos de Grandes Ligas, pero dada la manera en que se ha expresado en estos entrenamientos, se le nota algo de enojo. El campocorto veterano no solamente está frustrado con el desempeño de los Azulejos los últimos dos años, sino también por los problemas físicos que ha experimentado en ese lapso.
En el 2013, Reyes casi se fractura el tobillo izquierdo al deslizarse en la segunda base y estuvo fuera de acción durante dos meses. El año pasado sufrió un esquince en la corva izquierda durante los entrenamientos del cual nunca se recuperó del todo, a la vez que una lesión en el hombro derecho hizo necesario que recibiera inyecciones de cortisona.
El hecho de que Reyes haya podido ver acción en 143 compromisos en el 2014 habla de lo mucho que quiso estar en el terreno. No conforme, dedicó el receso de temporada a trabajar con su entrenador personal. La corva era su mayor preocupación, motivo por el que pasó el invierno entrenando como si estuviese preparándose para un evento de atletismo.
Sólo el tiempo dirá si su esfuerzo la dará frutos, pero un Reyes en salud ofrece destrezas que son poco comunes, no solamente en el roster de los Azulejos, sino en Grandes Ligas.
El poder ha caracterizado al lineup de Toronto durante varios años, pero es posible que el club haya pasado a otro nivel en ese sentido. Donaldson, Encarnación y Bautista son capaces de sumar 40 jonrones al año, mientras que Martin, Michael Saunders y Justin Smoak han conectado 20 vuelacercas o más al menos una vez en sus carreras.
Para sacarle el mayor provecho a los batazos largos, es necesario que alguien como Reyes se embase consistentemente. Reyes está consciente de que decepcionó el año pasado al registrar un porcentaje de embasarse de .328, pero sabe que es capaz de más y su meta es ponerle la chispa a lo que podría ser una de las mejores alineaciones de Grandes Ligas.
"Creo que fui demasiado agresivo el año pasado, así que eso es algo que quiero corregir un poco', dijo Reyes. "Tratar de embasarme más con boletos y hacer menos swings al primer lanzamiento.
"El año pasado, anoté 94 veces luego de haber perdido el primer mes casi en su totalidad. Si logro embasarme un poco más, creo que fácilmente puedo anotar 120 carreras dada la parte gruesa de nuestro lineup. Me enfocaré en eso. Ver muchos pitcheos y embasarme más están entre mis metas principales para este año".
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