La liga quería limitar esa brusca subida y evitar así una elevada inflación salarial, que podría perjudicar a las franquicias con menos recursos económicos, así como el ‘efecto salto’ que podría dificultar las negociaciones de este próximo verano, cuando las cifras se espera que sean similares a las actuales.
¿Un nuevo ‘lockout’ para 2017?
La idea de la liga era convertir en gradual dicha subida, pero asegurando a los jugadores la percepción del 51% de los ingresos pactado en el último convenio, de forma que el dinero que la limitación del tope salarial impidiera gastar a los equipos sería entregado a la Asociación de Jugadores para su distribución entre todos los jugadores de la liga.Sin embargo, la directora ejecutiva del sindicato, Michele Roberts, ya anunció el mes pasado que el sindicato había rechazado la primera propuesta de la liga al respecto porque los jugadores estaban en contra de cualquier medida que pudiera limitar sus potenciales ganancias.
Ahora, la liga ha anunciado el definitivo no de los jugadores por lo que, de no existir nuevas propuestas que resulten aceptables para la NBPA, nada evitará el gran salto salarial de 2016. Habrá que ver si esta falta de acuerdo trae consigo en el futuro mayores consecuencias.
Hay que recordar que tanto propietarios como jugadores pueden denunciar el actual convenio en 2017, lo que llevaría a tener que negociar uno nuevo y, con casi toda probabilidad, a un cierre patronal (lockout) como el que vivimos en 2011 y que retrasó el comienzo de la temporada hasta finales del mes de diciembre.
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