Cuando Lionel Messi brilla, Barcelona gana. Esa parece ser la
regla básica del equipo catalán que se cumplió a la perfección en la
noche del miércoles en el Camp Nou, donde el equipo de Luis Enrique
confirmó su participación en los cuartos de final de la Liga de
Campeones, después de ganarle a Manchester City 1-0 (Rakitic tras
asistencia de La Pulga) y cerrar 3-1 la eliminatoria con el equipo
inglés de los argentinos Sergio Agüero, Martín Demichelis, titulares en
tierra catalana, Willy Caballero y Pablo Zabaleta.
El primer tiempo fue un espectáculo a aplauso cerrado del Barsa. Dominó a su antojo y no hizo más goles porque falló en la definición o tuvo enfrente grandes atajadas de Hart. Apenas a los seis minutos, Neymar avisó con un remate al palo, tras la avivada de Alves ante Kompany y la solitaria aventura del arquero para enfrentar al delantero brasileño.
Bajo la mirada de Pep Guardiola en la platea, Barcelona volvió a estar cerca del primero minutos después, mediante un tiro libre que ejecutó Lionel Messi y que se fue muy cerca. Era apenas un aviso del gran partido del argentino, que estuvo muy inspirado, sobre todo en esa primera mitad.
Sucede que Leo iba a ser la llave del primer tanto de su equipo, cuando a los 31 minutos recibió la pelota de Jordi Alba en el sector derecho, arremetió contra el área y vio a Rakitic en el segundo palo. Entonces, metió justo la pelota en los pies del volante, que con un sombrero anotó el 1-0 para delirio de todo Barcelona y también de Guardiola, hoy DT del Bayern Munich, que intentó ocultarse detrás de la ropa para festejar el gol catalán.
JUVENTUS 3, DORTMOND 0
BERLÍN. Juventus obtuvo este miércoles su pase a cuartos de final con una goleada a domicilio sobre el Borussia Dortmund (0-3) con dos goles del argentino Carlos Tévez y uno del español Álvaro Morata en un partido que veces recordó la vieja escuela italiana por el oficio defensivo y la pegada en el contragolpe.
El Juventus se adelantó pronto, en el minuto 3, con un remate desde la distancia del argentino Carlos Tévez. Un gol tempranero que le daba un vuelco a los presupuestos del compromiso.
El Dortmund, tras el 2-1 encajado en la ida, pasaba de necesitar un gol para pasar la eliminatoria a precisar de dos para al menos forzar la prórroga.
Al Juventus, en cambio, el gol de Tévez lo ponía en una situación que le permitía hacer algo que suelen hacer bien los equipos italianos que es cerrarse atrás y esperar a que el rival deje espacios para buscar ocasiones de contragolpe.
El Dortmund trató de tomar la situación con serenidad y de hacer circular la pelota buscando espacios.
Hubo una fase en que el partido se jugó en la mitad del terreno de la Juventus. El Dortmund presionada, pero la siguiente ocasión de peligro la tuvo el equipo italiano, otra vez con un disparo desde la distancia, esta vez del suizo Lichtsteiner, en el minuto 16.
El Dortmund, en cambio, no parecía encontrar el camino para inquietar a Gianluigi Buffon. Lo primero que se pareció a una llegada fue un remate desviado de Pierre-Emmerick Aubameyang en el minuto 36.
El Juventus hacía poco por atacar, pero cuando avanzaba causaba más intranquilidad en el rival que la que podía causar el Dortmund con su insistencia, que fue perdiendo intensidad con el paso de los minutos en la primera parte.
En el minuto 50, en un contragolpe Alvaro Morata hubiera podido sentenciar el partido pero se encontró con una parada sensacional del meta Roman Weidenfeller. En el 55 se repitió el duelo y otra vez ganó Weidenfeller.
El primer tiempo fue un espectáculo a aplauso cerrado del Barsa. Dominó a su antojo y no hizo más goles porque falló en la definición o tuvo enfrente grandes atajadas de Hart. Apenas a los seis minutos, Neymar avisó con un remate al palo, tras la avivada de Alves ante Kompany y la solitaria aventura del arquero para enfrentar al delantero brasileño.
Bajo la mirada de Pep Guardiola en la platea, Barcelona volvió a estar cerca del primero minutos después, mediante un tiro libre que ejecutó Lionel Messi y que se fue muy cerca. Era apenas un aviso del gran partido del argentino, que estuvo muy inspirado, sobre todo en esa primera mitad.
Sucede que Leo iba a ser la llave del primer tanto de su equipo, cuando a los 31 minutos recibió la pelota de Jordi Alba en el sector derecho, arremetió contra el área y vio a Rakitic en el segundo palo. Entonces, metió justo la pelota en los pies del volante, que con un sombrero anotó el 1-0 para delirio de todo Barcelona y también de Guardiola, hoy DT del Bayern Munich, que intentó ocultarse detrás de la ropa para festejar el gol catalán.
JUVENTUS 3, DORTMOND 0
BERLÍN. Juventus obtuvo este miércoles su pase a cuartos de final con una goleada a domicilio sobre el Borussia Dortmund (0-3) con dos goles del argentino Carlos Tévez y uno del español Álvaro Morata en un partido que veces recordó la vieja escuela italiana por el oficio defensivo y la pegada en el contragolpe.
El Juventus se adelantó pronto, en el minuto 3, con un remate desde la distancia del argentino Carlos Tévez. Un gol tempranero que le daba un vuelco a los presupuestos del compromiso.
El Dortmund, tras el 2-1 encajado en la ida, pasaba de necesitar un gol para pasar la eliminatoria a precisar de dos para al menos forzar la prórroga.
Al Juventus, en cambio, el gol de Tévez lo ponía en una situación que le permitía hacer algo que suelen hacer bien los equipos italianos que es cerrarse atrás y esperar a que el rival deje espacios para buscar ocasiones de contragolpe.
El Dortmund trató de tomar la situación con serenidad y de hacer circular la pelota buscando espacios.
Hubo una fase en que el partido se jugó en la mitad del terreno de la Juventus. El Dortmund presionada, pero la siguiente ocasión de peligro la tuvo el equipo italiano, otra vez con un disparo desde la distancia, esta vez del suizo Lichtsteiner, en el minuto 16.
El Dortmund, en cambio, no parecía encontrar el camino para inquietar a Gianluigi Buffon. Lo primero que se pareció a una llegada fue un remate desviado de Pierre-Emmerick Aubameyang en el minuto 36.
El Juventus hacía poco por atacar, pero cuando avanzaba causaba más intranquilidad en el rival que la que podía causar el Dortmund con su insistencia, que fue perdiendo intensidad con el paso de los minutos en la primera parte.
En el minuto 50, en un contragolpe Alvaro Morata hubiera podido sentenciar el partido pero se encontró con una parada sensacional del meta Roman Weidenfeller. En el 55 se repitió el duelo y otra vez ganó Weidenfeller.
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