Con dichos resultados, los Cangrejeros de Santurce fueron eliminados en la cuarta fecha del torneo y, como equipo anfitrión, se van del Estadio Hiram Bithorn con las manos vacías.
"Mirando cómo fueron las cosas, hubiera hecho todo igual", dijo el manager de la escuadra puertorriqueña, Eduardo Pérez. "En el primer juego hubo que darle crédito a Venezuela. Pero en los otros tuvimos muchas oportunidades desaprovechadas, tanto en la parte ofensiva como a la defensa.
"Esa fue la diferencia".
Puerto Rico llegó a este Clásico Caribeño con bastantes expectativas. Jugando en casa, celebrando el 20 aniversario del Dream Team boricua y viniendo de llegar equipos puertorriqueños a la final tanto del último Clásico Mundial como la Serie del Caribe anterior, en San Juan se respiraba optimismo ante la posibilidad de celebrar la primera corona de la Isla del Encanto desde el 2000.
Pero no fue así.
"Los muchachos conocen el juego y yo conozco el juego", dijo Pérez sobre lo cerca que estuvieron los Cangrejeros de ganar sus encuentros ante los Tomateros de Culiacán y los Vegueros de Pinar del Río. "Pero eso es lo bonito del juego también. Pudimos haber estado del otro lado, pero nos pusimos en esa posición".
Pérez, parte del último equipo boricua que ganó la Serie en Santo Domingo hace 15 años, guarda esperanzas de ver pronto mayores éxitos de Puerto Rico en el evento.
"Sigue siendo un gran torneo", dijo el ex ligamayorista e hijo del cubano Tany Pérez, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown. "Hay mucho talento aquí y no cambiaría nada.
"Tomaría las mismas decisiones, con los mismos pitchers y los mismos bateadores…sólo que fuera otro resultado".
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