Esa persona habló el jueves con The Associated Press bajo la condición de permanecer en el anonimato porque el acuerdo con los campeones de la Liga Americana depende de que el cubano supere los exámenes físicos de rigor.
Morales recibirá 6,5 millones de dólares el próximo año y nueve millones en 2016. El acuerdo incluye una opción mutua por 11 millones para 2017, con una cláusula de rescisión por 1,5 millones. Morales puede ganar otros 750.000 dólares en bonificaciones por desempeño en cada una de las primeras dos temporadas.
Esos premios se basan en el número de apariciones en el plato: 50.000 dólares por 375 y 100.000 por llegar a 400 y por cada 25 turnos adicionales a esa cifra, hasta llegar a 550.
El acuerdo coronó un día activo para los Reales en las reuniones de invierno de las Grandes Ligas. Kansas City adquirió también al derecho dominicano Jandel Gustave en un acuerdo con los Medias Rojas de Boston.
Boston seleccionó a Gustave, procedente de la rotación de la Triple A de Houston, en el "draft", bajo la llamada Regla 5, que impide a los clubes acumular demasiados peloteros jóvenes en sus sistemas de ligas menores.
Los Reales buscan todavía un lanzador estelar que reemplace a James Shields, quien se marcharía a otro club como agente libre. Entre los nombres que se habían vinculado con los Reales, ya firmaron con otros equipos el dominicano Ervin Santana, Justin Masterson y Brandon McCarthy.
Los Reales buscan también un jardinero derecho, tras perder al japonés Nori Aoki, agente libre. Han sostenido conversaciones con el quisqueyano Melky Cabrera, quien pasó algún tiempo en Kansas City durante la temporada de 2011.
Morales se quedaría con el puesto de bateador designado que quedó vacante tras la salida de Billy Butler, quien se convirtió en agente libre después de la Serie Mundial y fichó por tres años y 30 millones con los Atléticos de Oakland.
Con Morales los Reales hacen una apuesta que parecería arriesgada a juzgar por las cifras de la última campaña.
El bateador designado y primera base de 31 años tuvo un promedio de .218, con ocho jonrones y 42 impulsadas en 98 juegos con los Mellizos y Marineros. Esas estadísticas quedaron muy debajo de su promedio de por vida, de .271.
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