Si fue un indicio de lo que podría estar por venir el primer juego de la Serie de Estrellas entre luminarios de MLB y la selección japonesa, el derecho daría de qué hablar en el béisbol del Hemisferio Occidental.
Maeda, de 26 años, dejó en blanco durante 5.0 entradas a los ligamayoristas en el Kyocera Dome de Osaka el miércoles, para ayudar a Japón a llevarse por 2-0 el primer choque de la serie de cinco juegos. El diestro permitió apenas dos hits, ponchó a dos bateadores y dio dos bases por bolas para adjudicarse la victoria.
"Maeda es un lanzador que luce bastante bien", dijo el manager del equipo de MLB, John Farrell. "Tiene una buena variedad con la que puede estropearle el timing al bateador".
Después de un sencillo del dominicano Robinson Canó y una base otorgada a Evan Longoria, el equipo de MLB parecía tener oportunidad de picar adelante en el primer inning. Pero Maeda dominó a Justin Morneau y al cubano Yasiel Puig para apagar lo que sería la única amenaza seria de los ligamayoristas.
"Estoy contento de terminar con buen resultado, sobre todo siendo éste el primer juego oficial de la serie", comentó Maeda, quien lleva récord de 82-59 y efectividad de 2.44 en siete temporadas con el Hiroshima de la Liga Central de Japón. "Me obligaron a hacer más pitcheos de los que hubiera querido tirar en el primer inning, pero después de eso recuperé el ritmo.
"Fue bueno completar los cinco innings, lo cual era mi responsabilidad mínima".
La única ofensiva necesaria para el "Samurái Japón" fue un elevado de sacrificio de Nobuhiro Matsud en el segundo episodio, más un sencillo empujador de Tetsuto Yamada en la cuarta entrada. Ambas carreras se anotaron frente al derecho de los Angelinos, Matt Shoemaker.
"Hice algunos buenos pitcheos, pero ellos pudieron realizar algunos buenos turnos y dar batazos importantes", comentó Shoemaker, quien cargó con la derrota al conceder seis hits y las dos carreras de Japón en 5.0 innings. "Me quito la gorra ante ellos."
El partido del miércoles fue un gran contraste con el de exhibición del martes, cuando la escuadra de Grandes Ligas le ganó 8-7 a una selección tomada de los equipos Tigres de Hanshin y Gigantes de Nomiuri en el Koshien Stadium. Para el choque del miércoles y el resto de los cuatro juegos oficiales de la serie, el equipo de MLB está midiéndose a la propia selección japonesa, la que ganó los Clásicos Mundiales de Béisbol tanto en el 2006 como el 2009.
"Claramente vimos una mejor clase en cuanto a los lanzadores y la calidad ded material que tiene cada pitcher", comentó al respecto Farrell.
El manager del Samurái Japón, Hiroki Kokubo, resaltó la importancia de ganar el primer encuentro de esta serie, luego de Japón ser barrido por la representación de MLB en la última versión del evento en el 2006.
"Hace ocho años perdimos todos los juegos ante el equipo de Grandes Ligas. Entonces, queríamos ganar este primer juego y por eso elegí al as de Japón", dijo Kokubo sobre Maeda, quien recibió la ayuda de tres relevistas para blanquear al grupo de Grandes Ligas. "Para mí era bien importante ganar el primer partido con nuestro as en el montículo. Esa era la meta y estoy bien contento de que hayamos podido ganar el encuentro".
La Serie de Estrellas se traslada ahora de Osaka a Tokio, donde desde el viernes se jugará en tres días corridos. El viernes en el Juego 2, se subirá a la lomita Chihiro Kaneko por el equipo nipón, mientras que el japonés Hisashi Iwakuma, estelar de los Marineros de Seattle, lanzará por MLB ante su público nacional.
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