De allí el mérito de hombres como los dominicanos Juan Carlos Pérez y Joaquín Arias, así como de Matt Duffy, peloteros que han emergido de la banca de los Gigantes de San Francisco para ser cruciales en la Serie Mundial de 2014 frente a los Reales de Kansas City, aparte de la fuerza que suma, por supuesto, un bateador de la talla de Michael Morse.
"Nervios no los tengo", aseguró Pérez, que recibió la encomienda de abrir el cuarto juego del Clásico de Octubre como jardinero izquierdo y respondió con un tremendo engarce cuando el partido estaba cerrado y de paso aportó una carrera impulsada.
"Uno trata de acostumbrarse a que cada juego es uno más".
Dotado de una serie de virtudes como pelotero, entre estos defensa por encima del promedio en las Grandes Ligas, buena velocidad y capacidad para hacer esas cositas pequeñas tan importantes para ganar, Pérez, de Santiago, República Dominicana, dividió la temporada de 2014 entre las ligas menores y los Gigantes, y por supuesto se siente en la gloria de ayudar a su equipo en la finalísima beisbolera.
"Uno necesita aprovechar las oportunidades que recibe, tomando en cuenta que son limitadas", indicó Pérez, que debutó en las Grandes Ligas con los Gigantes en 2013. "Me siento contento de aportar mi granito de arena. No es lo mismo cuando uno no comienza. Hay que estar preparado, estudiar a los lanzadores, porque tú sabes que pudieras entrar al juego a partir del quinto inning".
Duffy, reclutado en la 18va vuelta del proceso de reclutamiento de talento amateur o draft en 2012, ni siquiera figuraba en el roster primaveral de los Gigantes, pero el jugador de cuadro novato ayudó mucho en la campaña cuando se presentaron las lesiones de los venezolanos Marco Scutaro y Ehire Adrianza, y ha aportado en lances cruciales especialmente en la postemporada.
El nativo de Long Beach, California, anotó la carrera del empate en el segundo partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional al correr agresivamente desde la intermedia con un Wild Pitch y en el cuarto cotejo de la Serie Mundial disparó como emergente su primer imparable en los playoffs.
"Me levanto en la mañana y a veces siento que tengo que pincharme para ver si estoy o no soñando", describió Duffy, que al anotar tras ese hit del sábado acercó a los Gigantes a 4-2. "Ayuda mucho el tremendo apoyo del público, que aquí es siempre bien consistente".
Arias, que tiene la capacidad para jugar en todas las posiciones del cuadro con la misma solvencia defensiva que los respectivos titulares de las mismas, fue el hombre que inició el racimo crucial de los Gigantes en el sexto inning con un sencillo como emergente.
"Sabemos que nuestro rol es salir de la banca y de la importancia que tiene ese trabajo", apuntó el siempre humilde Arias, otrora campeón de bateo de la exigente liga invernal quisqueyana y nativo de Santiago, en la tierra del merengue. "Me siento contento y agradecido por tener la bendición de Dios y también le doy gracias al dirigente Bruce Bochy por la oportunidad que me da".
Por su parte, Bochy sabe de la importancia que tiene la banca para un equipo de las Grandes Ligas a lo largo de la temporada o en una serie cerrada y no teme acudir a sus integrantes a la hora buena.
"Esas son las cosas que te ganan los juegos de pelota, especialmente cuando necesitas venir de abajo", agradeció Bochy. "Hablamos de Pablo Sandoval, de Yusmeiro Petit y otros que tuvieron un gran día, pero yo veo a dos emergentes que tuvieron mucho que ver en lo ocurrido.
"Con la entrada que inició el hit de Duffy se puso el juego 4-2 y ese es una pizarra más fácil de remontar", rememoró el dirigente de los Gigantes. "Luego viene Arias en un partido empatado, pega hit [e inicia un racimo]. Esos son los detalles que se convierten en bujías del triunfo.
"Para ganar es necesario que todos los peloteros contribuyan", enfatizó Bochy. "Como siempre lo digo, la banca juega un papel vital tanto en la temporada como en los playoffs".
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