"No me podría importar menos ese partido en este momento. En mi opinión, deberían eliminarlo. La Copa del Mundo se trata de una sola cosa: la Copa". Los sentimientos de Robben son entendibles. El sueño de la gloria en la Copa del Mundo ha quedado en la nada, probablemente para siempre a sus 30 años de edad. La fatiga después de haber jugado seis partidos intensos puede ser difícil de superar. Es más, para el equipo que pierde ese partido por el tercer puesto, queda la decepción de terminar un torneo que de otra manera hubiese sido un éxito con dos derrotas (así es en realidad, aunque los partidos definidos por penales oficialmente son considerados como empates). De todas maneras, hasta que llegue el día en el que la FIFA decida eliminar ese partido, el juego se llevará a cabo, y en realidad hay unas cuantas buenas razones para ver el enfrentamiento del sábado entre Holanda y el equipo anfitrión del torneo, Brasil. 1. Ver el comienzo del proceso de sanación... quizá
Para ser un partido que supuestamente no le interesa a nadie, el juego por el tercer puesto ha sido uno muy entretenido en los últimos años. Hay que remontarse a 1974 para encontrar el último enfrentamiento en el que se anotaron menos de tres goles. Cuatro años atrás, la victoria por 3-2 de Alemania ante Uruguay contó con tres cambios de liderato. En 2002, tres goles tempraneros de Turquía hicieron que el partido terminara con una derrota por 3-2 de los anfitriones, Corea del Sur. Los partidos por lo general han tenido una extraña influencia en la carrera por el Botín de Oro. Hace cuatro años, un gol del alemán, Thomas Muller, le significó una ventaja sobre Diego Forlan, Wesley Sneijder y David Villa sobre la base de mayor cantidad de asistencias. Que suceda algo así parecería poco probable en esta ocasión, ya que sólo Robben y Robin van Persie, con tres goles cada uno, tienen una remota chance, aunque están muy lejos del líder, James Rodríguez de Colombia, que anotó seis.3. Ver en acción a algunos jugadores distintos...
El técnico de Holanda, Louis van Gaal, entrenará al Manchester United, mientras que el entrenador de Brasil, Felipe Scolari se irá (posiblemente) al exilio dentro de su hogar. Por lo que ninguno estará pensando en el futuro, per se, con sus respectivas opciones de alineaciones, pero para los jugadores que hasta ahora han estado esperando por una posibilidad, el partido del sábado representa la oportunidad de jugar un partido de la Copa del Mundo. Para Brasil, significa que los jugadores del estilo de Willian, Henrique y Ramires podrían tener la chance de brillar, tal como ocurrirá con los jugadores holandeses de la talla de Jordan Clasie, Leroy Fer y el eterno reserva de Van Persie, Klaas-Jan Huntelaar.
Brasil jugará la Copa América el próximo verano, así como la Copa América Centenario el próximo año. Suponiendo que clasificará, Holanda tiene que pensar en la Euro 2016. Dicho lo anterior, es difícil precisar en qué momento algunos jugadores entrados en edad podrían decidir retirarse de la competencia internacional. Pero en cuanto a la Copa del Mundo, es probable que el partido del sábado sea el último del fabuloso trío holandés conformado por Robben, Van Persie y Sneijder. Lo mismo es cierto para el capitán de Brasil, Thiago Silva, así como también para Maicon, Julio Cesar y Dani Alves. Por lo que tendríamos que disfrutar de ver un juego con ellos juntos mientras sea posible.5. Posponer lo inevitable
En breve -unos pocos días, de hecho- comenzaremos a sufrir el síndrome de abstinencia del Mundial. Tal como están las cosas, es probable que estemos esperando con ansias al partido del domingo. Pero también podríamos disfrutar de uno de los últimos partidos de esta Copa hasta que el torneo aterrice en Rusia dentro de cuatro años. Y teniendo en cuenta los dos equipos que se enfrentarán, habrá muchos jugadores talentosos en el campo de juego este sábado.
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