Las bravatas de Luka Modric y Niko Kovac tuvieron su premio en el marcador: 3-1, cosechado en nueve minutos, con remates de Rafa Márquez, Andrés Guardado y Chicharito Hernández, mientras la Arena Pernambuco, de verdad se estremecía, vibraba, retumbaba en cada una de las 50 mil gargantas, como si fuera una sucursal imponente del mismísimo Estadio Azteca.
México hizo un partido inteligente. Jugó con la desesperación croata, les paseó la bola, los fatigó, los llevó al extremo de la resistencia, y cuando era el momento oportuno, los aniquiló.
Un encuentro desgastante, lleno de marca, de roces, y de nuevo, de despojo arbitral, cuando un claro penalti, a doble mano de Srna dentro del área. Pero el silbante uzbeko decidió no verla.
DOBLE ARMADA, DOBLE ARMADURA...
Miguel Herrera había convocado a las armas. Por Twitter arengó a su tropa en la tribuna de la Arena Pernambuco. Quería que retemblara y retumbara en su centro el estadio. Lo logró. Apenas los croatas pisaron la húmeda grama, les llovió sobre mojado con ese largo grito que recibió ya el indulto de FIFA.
Y la ofensiva nunca se detuvo. Ni en la tribuna, ni en la cancha. Ni en el cielo, ni en la tierra. Ni en el graderío, ni en el césped. Luka Modric y Niko Kovac habían querido invocar al miedo y sólo convocaron el repudio más agobiante posible. Habían querido, ambos, desatar vientos de duda, y desafiaron tormentas de rencor.
Croacia salió hambriento de balón, adelantó la marca, tratando de arrebatar la pelota cerca de la meta de Guillermo Ochoa, pero pasaron casi cinco minutos antes de que al menos pudieran tocarla.
MANIPULACIÓN...
México demostraba que no tenía prisa porque el 0-0 avalaba el pase a Octavos de Final, mientras los croatas sudaban frío ante el rigor del reloj, pero aunque controlaba la pelota El Tri, no podía siquiera acercarse siquiera al vecindario de Pletikosa.
Las mejores ventajas del Tri, en ese control infructuoso, fueron una amarilla para Rakitic y un cabezazo de Rafa Márquez a la nuca de Modric, sin que le sancionen con tarjeta, mientras insiste en manosear la desesperación croata.
Finalmente, es Héctor Herrera, en combinaciones cortas, con Gio, que logra sacar el zapatazo de zurda, cruzado, que revienta el ángulo izquierdo croata, a los 16 minutos de juego, y como si esa osadía marcara el punto de partida y del partido, para que a Oribe Peralta se le escape un pase profundo de Herrera solo ante Pletikosa a los 19', ante el delirio y desaliento de la tribuna mexicana en apenas tres minutos, aunque es evidente que mastica esa calma tensa, esa angustia, esa ansiedad.
Croacia aquieta la pelota, mientras en la tribuna explota la arenga desesperada, pero breve. A veces no alcanza el oxígeno para respirar en la cámara de la asfixia y acompañar los coros de aliento, esos que no alcanzan para meter en el juego a Oribe y a Giovani, superados en la marca por unos croatas que aprovechan sus ventajas físico-atléticas.
Dos errores arbitrales cobran caro en México. Una mano no marcada en un cobro de esquina del Herrera, provoca en el contragolpe, y en una barrida por detrás, rozando el balón, genera una amarilla para Rafa Márquez.
Descanso. 0-0. México más cerca del gol. Pero las intenciones siempre mueren solas.
PERSISTENCIA MATA RESISTENCIA... México manda en la cancha. El cansancio agobia a los croatas, que ya se declaran adeptos al contragolpe.
Con 'Chicharito' Hernández en la cancha, por el totalmente desaparecido Giovani, el equipo recupera movilidad y sobre todo, inquieta a la defensa contraria.
Al minuto 65, el árbitro uzbeco, Ravshan Irmatov arruina su regular partido cuando una clara atajada a dos manos del croata Darijo Srna, dentro del área, a volea de Andrés Guardado, no la marca, ante la histeria del equipo mexicano.
Pero la resistencia croata se hinca ante la insistencia mexicana. Cobro de esquina por izquierda. De nuevo Herrera, al corazón del área. Rafa Márquez se lanza impecable y supera a Corluka, para que su seco cabezazo penetre a la izquierda de Pletikosa. 1-0 al 72'. México ya olisquea los Octavos de Final ante Holanda.
LA HUMILLACIÓN...
Y tres minutos después, a los 75', la puntilla para el equipo croata, cuando Guardado aprovecha una jugada por derecha, conducida toda en idea por Héctor Herrera. El remate de Guardado es impecable, por arriba, letal, al ángulo derecho de Pletikosa. 2-0, al 75'.
Las rodillas croatas, empiezan a temblar frenéticamente, pero buscan descontar, más con desesperación y rabia que con inteligencia.
Pero el temblor desembocaría en una artrosis reumatoide de los croatas. Y es 'Chicharito' Hernández, el hombre que sustituyendo a Giovani, revolucionó el juego. 3-0, en un remate de cabeza del tacante mexicano al prolongar un servicio de cabeza de Rafa Márquez al 82'.
La tribuna empieza a cantar "Cielito Lindo", ya a tomar revancha de los croatas, quienes de la voz de Luka Modric habían augurado que les iban a temblar las rodillas a los mexicanos y que tendría el doble placer de vencer a México y hacer llorar a sus aficionados.
Ivan Perisic, cuando perecía el encuentro, redime el marcador con el 3-1 al 87, a pase de Rakitic.
Mientras que aún se aguardaba la nota cómica, en medio de la tragedia croata: Jelavic se acerca a Rafa Márquez y le grita esa palabra prohibida que escandaliza a la FIFA. Márquez sonríe mientras Rebic se va con la roja por falta artera sobre Moreno.
Ahora, El Tri, en Fortaleza, ante Holanda, en busca del quinto juego.
BRASIL 4, CAMERÚN 1
Tras pasar un susto y con dos goles de Neymar, Brasil aplastó 4-1 el lunes a Camerún para adjudicarse el Grupo A de la Copa Mundial y avanzar a octavos de final, en los que tendrá a Chile como rival.
México se quedó con el segundo puesto, tras doblegar 3-1 a Croacia, y se topará con Holanda en la siguiente fase.
Fred y Fernandinho aumentaron para Brasil, que cuando la estaba pasando mal tuvo la fortuna de contar con Neymar, máximo artillero del certamen con cuatro dianas en tres partidos.
El astro salió en rescate de los anfitriones con goles en la primera etapa. Abrió la cuenta a los 17 minutos, al desviar un centro de Luiz Gustavo por la derecha.
Camerún, que ya estaba eliminado, jugó sin embargo suelto, dominante y obtuvo un transitorio empate gracias a Josep Matip.
Estupor y silencio en todo Brasil a los 26 minutos, cuando Matip capitalizó un centro de Allan Nyom tras un desborde por la banda derecha a Dani Alves, a quien eludió dos veces en un alarde de habilidad y velocidad.
Poco después, Matip recibió un córner y estrelló su cabezazo en el travesaño
Brasil se mostró frágil en defensa ante un Camerún que encabezó armoniosos ataques que lejos estuvieron de ser contragolpes, pese a que jugó sin su figura Samuel Eto'o, ausente por segundo partido consecutivo por una lesión en su rodilla derecha.
Brasil atacó pero atrás sufrió, hasta que Neymar ahuyentó los fantasmas pesimistas a los 35 minutos, cuando recorrió unos 10 metros con pelota dominada, se hamacó de izquierda a derecha ante la mirada de sus marcadores y sacó un derechazo al primer palo del arquero Charles Itanjde, quien estaba mal parado.
Acto seguido, los locales recuperaron la iniciativa y Camerún abusó del pelotazo. Fred llevó tranquilidad a su equipo al convertir el tercero a los 49 minutos al cabecear un centro de David Luiz.
Por entonces, Brasil llegaba con un par de toques al área rival, mientras que a Camerún le costaba más lastimar en ataque por la falta de precisión en el control de la pelota.
Tranquilizado por esa ventaja, Brasil bajó el pie del acelerador pero Fernandinho marcó el cuarto tras una serie de toques a los 85. Gol más, gol menos, a esa altura lo importante ya no era florearse sino resguardar el físico para los octavos de final.
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