"Tiene una idea de lo que está pasando", dijo Rentería. "Está comenzando a tomar el control un poco más. Es importante que él haga eso".
Lo que Rentería notó es que Castillo ha ido mucho a la loma para tratar de calmar un poco a sus pitchers y darles la oportunidad de reagruparse. Castillo está a cargo de un bullpen lleno de jóvenes.
"Son jóvenes y no tienen mucha experiencia", señaló Castillo. "Si ellos rechazan un lanzamiento pedido, y yo pienso que es el correcto, simplemente muevo mi cabeza de un lado a otro, así como, 'Vamos, esta es la buena. Sólo sígueme, estaremos bien'. Ejecutamos ese pitcheo, lo hacemos con convicción y sacamos el out. Así es como se finca la confianza".
A Castillo le gustaría mejorar su promedio de bateo - el quisqueyano amaneció el jueves con promedio de .248 - pero le está dedicando la mayoría del tiempo a sus pitchers.
"He estado trabajando bien duro en pedir el juego", destacó Castillo
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