Ante una delirante fanaticada en el American Airlines Arena de Miami, los campeones defensores humillaron a sus rivales en uno de los encuentros más disparejos de toda esta postemporada y avanzaron a su cuarta serie de las Finales de manera consecutiva, hazaña lograda anteriormente sólo por Los Ángeles Lakers (1982-1983-1984-1985) y Boston Celtics (1984-1985-1986-1987).
Incluso los 25 puntos de diferencia en el marcador final de 117-92 no reflejan la disparidad del choque, pues en ocasiones Miami llegó a estar delante en la pizarra por 37 unidades ante unos Pacers que no encontraron la fórmula para detener a sus rivales.
Miami encestó un 57.9 por ciento de sus tiros de cancha, mientras que los Pacers lo hicieron para un 46.4 por ciento.
Lebron James respondió con canastas y más canastas al famoso soplo en la oreja de Lance Stephenson en el quinto encuentro y cerró la noche con 25 puntos, la misma cifra que Chris Bosh, mientras que Dwyane Wade y Rashad Lewis los secundaron con 13 cada uno.
"Tenemos un equipo cuyos jugadores han aprendido a confiar en los demás. Eso es algo de lo que hemos hablado desde el primer día. Hemos conversado sobre el legado de este equipo y los jugadores que no estaban aquí el primer año han heredado eso de los que han estado todos estos años", dijo un orgulloso Erik Spoelstra, entrenador del Heat.
"Jamás pensamos en un séptimo partido en Indiana. Este fue nuestro séptimo partido. Siempre hablamos de proteger nuestra casa a como diera lugar y eso fue lo que hicimos. Aquí nos sentimos como que ningún equipo que viene tiene chance de ganarnos. Estamos preparados mentalmente y nuestra fanaticada nos brinda la energía para hacer nuestro juego", dijo por su parte Chris Bosh, quien además capturó ocho rebotes.
Y mientras el Heat celebraba, los Pacers eran la viva estampa de la derrota.
"Es amargamente decepcionante el habernos quedado cortos en nuestros objetivos y es amargamente decepcionante el haber perdido ante este equipo por tercer año consecutivo, pero hay que reconocer que estamos compitiendo con el Michael Jordan de nuestra era y contra los Chicago Bulls de nuestra era", reconoció el coach de Indiana, Frank Vogel, refiriéndose a Lebron James y al Heat. "Hay que quitarse el sombrero ante ellos y ahora sólo nos queda empezar a prepararnos ya para la próxima temporada, a hacer los ajustes que nos permitan llegar más lejos el año que viene", indicó Vogel. "Supongo que esta experiencia debe servirnos de aprendizaje. Se siente horrible perder. Realmente no tengo mucho que decir en este momento", comentó por su parte Roy Hibbert, quien apenas pudo aportar ocho puntos.
Paul George, luego de irse con solo un punto en la primera mitad, se encendió en la segunda parte y completó el juego con 29, demasiado tarde y sin apoyo de sus compañeros.
"Esto es frustrante, especialmente cuando logras el objetivo de ser el primer sembrado y no consigues jugar el séptimo partido en nuestra casa, pero hay que darle crédito a ellos por haberse llevado el segundo juego en nuestro terreno", se lamentó George, quien reconoció no haber disparado lo suficiente en la primera mitad.
"Si yo hubiera hecho los tiros como en la segunda parte, este juego hubiera sido diferente", añadió.
La Final de la NBA comenzará el próximo jueves 5 de junio en casa del campeón del Oeste, los San Antonio Spurs o los Oklahoma City Thunder.
La serie de las Finales de la Conferencia Oeste favorece 3-2 a los Spurs, que disputan el sábado el sexto encuentro en Oklahoma.
"Cualquiera que sea nuestro próximo rival va a representar un gran reto. A ambos los hemos derrotado anteriormente, a San Antonio el pasado año y a Oklahoma dos años atrás, pero no me gustaría nada diferente.
"Han sido los dos mejores equipos del Oeste y el Este en las Finales de Conferencia. Eso es ideal para la liga, que los dos mejores se enfrenten en las Finales. Y me alegro que nosotros seamos uno de los dos mejores", dijo el capitán de los campeones, Dwyane Wade.
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